Con el capital humano como motivación, Loimar se animó a afrontar los desafíos de reabrir su fábrica
El extenso conflicto con bloqueo de la entrada a la planta dejó un tendal de adversidades, pero a pesar de eso los Loitegui y todo el equipo tomaron fuerzas para afrontarlo. Gracias al personal que ofreció su lealtad, se animaron a levantar algo prácticamente en ruinas, porque los daños encontraron fueron mucho más de lo esperado. Las expectativas son muchas y todo indica que el futuro será promisorio.