La audiencia por Loimar destrabó un conflicto con los operarios de TandilCeram
Víctor González, referente de los operarios del nuevo fideicomiso TandilCeram, contó a este medio una dramática situación que vivieron días atrás cuando los empleados de la exfábrica Loimar que se encuentran protestando en las inmediaciones de la planta le bloquearon la salida a una camioneta que había ingresado a llevar insumos. No obstante, aclaró que tras la audiencia en el Ministerio de Trabajo les permitieron que el rodado entrara y saliera sin inconvenientes.
Luego de los conflictos que denunciaron los propios empleados del fideicomiso TandilCeram, y tras otra audiencia en el Ministerio de Trabajo en la que participaron las partes involucradas en el conflicto de Loimar, los operarios de la exfábrica de ladrillos que aún mantienen el acampe en las inmediaciones de la planta permitieron la salida de una camioneta que había quedado varada dentro del predio.
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Víctor González, referente de los empleados de la nueva firma, comentó que tras la reunión que se llevó a cabo en el Ministerio, los trabajadores de la antigua empresa permitieron este miércoles la salida del vehículo que había ingresado para llevar insumos y que no había podido salir.
Cabe recordar que los operarios del nuevo fideicomiso continúan con el reacondicionamiento de la planta y, en el marco de las acciones que están llevando a cabo en el interior de la misma, denunciaron que sus excompañeros les habían bloqueado la salida de una camioneta.
En diálogo con El Eco de Tandil, González contó que un vehículo de la compañía, que había quedado afuera y estaba en la casa de uno de los empleados, ingresó al predio con insumos pero no pudo salir porque le bloquearon el portón.
“Fueron a comprar insumos, como guantes, electrodos, agua… cosas que nos hacían falta. Y acá tenemos tres entradas: la principal, donde está la vigilancia; la del costado, que era por donde ingresaban los camiones con arcilla; y otra de planta de piso. Para no generar más problemas en la vigilancia, decidimos que entrara por el costado”, informó y agregó: “Como ellos estaban con su protesta allá, dijimos ‘vamos a hacerla ingresar por acá’. Y cuando lo hicimos, se vinieron todos, nos llenaron de cubiertas y se quedó un grupo ahí”.
Remarcó que los exempleados que se apostaron en el ingreso lateral no dejaron que el rodado se retirara, de modo que aún está dentro del predio. No obstante, reconoció González que tampoco intentaron sacarlo para no generar más problemas.
El inconveniente que afrontan ahora es que “si necesitamos ingresar más insumos, no podemos”, de modo que están ellos también a la espera de lo que se resuelva en el Ministerio de Trabajo para ver de qué forma procederán.
Insultos y amenazas
Si bien reconoció que nunca hubo un encontronazo con quienes se encuentran llevando adelante la manifestación en el ingreso al lugar, refirió que reciben insultos y agravios constantemente y que, cuando ingresó la camioneta, no fue la excepción.
“A veces tenemos que pasar con las máquinas por donde ellos están y siempre nos griten cosas. La verdad es que es bastante desagradable”, marcó y clamó que “nosotros vemos que ellos en los medios tratan de mostrar una imagen y en realidad es totalmente distinta; no es real lo que dicen”.
En ese sentido, contó que en reiteradas oportunidades los increparon diciéndoles que ya los iban a encontrar en la calle, pero según les comunicó su representante, eso no se toma como amenaza.
De todas maneras, resaltó que las constantes intimidaciones generan un gran malestar entre los compañeros ya que “nos conocemos de toda la vida”.
Asimismo, reveló que todo eso ocurre cuando hay muchos y señaló que, por ejemplo, el domingo, cuando solo había cinco personas, salieron y no les dijeron nada. En cambio, durante los días de semana, que se juntan más, “ahí entre todos te gritan”.
Por otra parte, expuso que mientras realizan algunos trabajos en las cercanías del acampe que efectúan en las inmediaciones de la fábrica, los graban con sus teléfonos celulares y les sacan fotos.
“La verdad es que no sé qué es lo que pretenden. Es raro, el otro día estábamos sacando ladrillos al costado de la calle y vino uno de los delegados y nos empezó a filmar. No sé con qué fin”, comentó.
Incertidumbres por el arribo del camión de la Usina
Cuando los trabajadores del nuevo fideicomiso lograron recuperar sus puestos de trabajo se encontraron con que la planta estaba prácticamente desmantelada y, entre tantos faltantes, no estaban los cables que alimentan a las máquinas, necesarios para que la fábrica pueda volver a producir.
Por ello, necesariamente debe hacerse presente personal de la Usina de Tandil para conectar el servicio. Sin embargo, tras el episodio con la camioneta que llevó insumos, crecen las incertidumbres respecto a si dejarán pasar a los empleados de la distribuidora eléctrica.
“Yo creo que no los van a dejar entrar, por la forma en la que ellos se están manejando. Nosotros tenemos conocimiento de que van a venir en cualquier momento. No tenemos fecha exacta, pero ya está todo apalabrado y encaminado”, analizó González.
Informó que, de todas formas, ellos cuentan con energía monofásica dentro del lugar para poder iluminar las áreas y utilizar algunas herramientas, pero que para los motores necesitan la trifásica.
En lo que atañe a los faltantes que fueron advirtiendo, reveló que aún siguen notando que no hay algunos artículos o elementos que solían estar.
“Yo no sé si fueron excompañeros o quién, lo que sí sé es que la persona que entró conocía y se tomó todo el tiempo del mundo para venir, revisar, mirar…”, declaró y concluyó: “Y faltantes seguimos encontrando, se han llevado un montón de cosas. El destrozo es enorme. En cada sector que vamos limpiando y acondicionando, a medida que vamos avanzando, vamos encontrando que faltan más elementos”.