Con la firme voluntad de resolver el conflicto en la exLoimar, las partes acordaron un impasse hasta el miércoles
Citados por el intendente Lunghi, los referentes del nuevo fideicomiso TandilCeram y los representantes de los trabajadores despedidos que prestaban servicios para Loimar, se volvieron a encontrar en el Municipio para destrabar el conflicto. Aunque aún no se ponen de acuerdo en cuántos trabajadores se reincorporarían a la nueva empresa, se destacó la voluntad de diálogo para arribar a una solución final.
Como estaba previsto, ayer a la mañana las partes involucradas en el conflicto de lo que era la fábrica Loimar se volvieron a encontrar en el Municipio -al igual que el día anterior- para intentar acercar posiciones y arribar a un punto de encuentro. Luego de más de horas de debate, se acordó abrir un nuevo compás de espera hasta el próximo miércoles para no empantanar la negociación.
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Vale reseñar que el jueves se vivieron momento de zozobra en la puerta del predio fabril emplazado en el camino de acceso a la VI Brigada Aérea cuando los integrantes de la nueva firma operativa intentaron una vez acceder al interior del lugar, pero se encontraron con la resistencia de los extrabajadores que permanecen allí desde hace más de dos meses. También hubo presencia policial en el sitio para evitar complicaciones, aunque los encontronazos nunca han pasado a mayores. Tras este episodio, el intendente Miguel Lunghi -que había dialogado con los delegados gremiales unos días antes- convocó a las partes a hablar el jueves y tras un cuarto intermedio, volvieron a verse las caras ayer.
En el despacho del jefe comunal los referentes de ambos bandos expusieron sus propuestas y puntos de vista ante la mirada atenta y las intervenciones del mandatario y de la secretaria de Desarrollo Productivo, Marcela Petrantonio. Pese al hermetismo que manejan los implicados en torno a los detalles de la pulseada, se sabe que la grieta radica en cuántos operarios despedidos se reincorporarán a trabajar con la empresa TandilCeram.
Mientras adentro de la sede del Ejecutivo local los actores abordaban el problema, en la explanada los operarios del fideicomiso que se propuso retomar la actividad productiva en la ladrillera esperaban con expectación las alternativas del asunto y la otra parte hacía lo propio en la entrada de la fábrica.
Hasta tanto se celebre la siguiente reunión, las partes acordaron mantener una tregua. El sector de los empleados despedidos seguirá apostado en el ingreso a la planta productiva, tal como vienen sosteniendo desde comienzos de diciembre, y la contraparte se comprometió a no realizar ningún movimiento en el lugar para preservar la voluntad de diálogo.
Alguien tiene que ceder
El representante sindical José Goñi conversó con los medios al finalizar el encuentro y señaló que “no nos vamos muy conformes, en cierta forma nos vamos con un sabor amargo, pero hay que llegar a algo para poder resolverlo. Alguien tiene que ceder y tenemos que ver qué está dispuesto a perder cada uno”.
“Seguimos insistiendo con la reincorporación de los trabajadores porque el paso del tiempo hace mella y necesitamos cerrar un periodo para abrir otra etapa”, enfatizó el delegado, quien además remarcó que todas las acciones se deciden por asamblea y que ellos son simples voceros del grupo.
La historia indica que cerca de 30 exobreros y parte del plantel jerárquico y administrativo de la compañía ceramista forman parte del nuevo equipo de trabajo subsumido por el fideicomiso y 45 exempleados, entre ellos los delegados gremiales, se quedaron en una especie de limbo, sin cobrar las indemnizaciones y sin poder volver a trabajar. Y si bien en el último tiempo el reclamo más fuerte versaba sobre la posibilidad de cobrar los haberes adeudados y los resarcimientos por los despidos, ahora la cuestión que dirimen es que la mayoría de ellos pueda reincorporarse a la matriz productiva.
Avances concretos
Por su lado, el apoderado del fideicomiso TandilCeram, Jorge Segon, expresó que la reunión fue “muy buena” y destacó que se pudo avanzar en un marco de respeto. “Este es el lugar es el adecuado, pero todavía nos falta definir puntos. Es una negociación y todos deponemos algunas posturas rígidas. Nos hemos alineado todos para lograr el objetivo de dar la mejor solución, que tal vez no sea la ideal pero tampoco la situación de hoy en la que nadie está trabajando”, detalló.
Segon se enfocó en la posibilidad de resolución de la prolongada desavenencia inaugurada a partir de la mediación de Lunghi y destacó que, más allá de las diferencias, todos persiguen el objetivo común de poner punto final a la situación. “Tenemos la tranquilidad de que estamos negociando como corresponde”, dijo.
Respecto de la eventual intransigencia de las partes en ciertos puntos de la negociación, explicó que “cuando menciono que lo importante es no ser intransigente lo digo en virtud de la historia, creo que no se está repitiendo y que todos aprendimos la dura lección: lo que pasó ya está y nos tiene que servir de experiencia. Lo importante es dónde estamos ahora y hacia dónde vamos. Los pasos son concretos y correctos y no falta tanto para poner punto final”.
Por último, afirmó que el impasse propuesto es una pausa “respetuosa” y que no se va a realizar ningún movimiento que empañe la negociación o provoque rispideces entre los protagonistas.
“Por suerte desde la intendencia tomaron el tema y nos están ayudando, tenemos la voluntad inquebrantable de volver a trabajar y soy optimista en que vamos a encontrar una solución”, concluyó.