EMPRENDEDORES
ELAMA HUERTAS: del trabajo en la oficina a sentir la tierra
Cuando hacer huerta y trabajar la tierra se convierte en un modo de vida.
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Hace 11 años, Marta Rodríguez vino de Lanús a Tandil, buscando un lugar donde hacer su huerta, y estar en contacto con la tierra. Se enamoró, como tantos otros, de la ciudad y aquí se quedó. Unos años después, Carolina Lissoni, tras un largo viaje por el continente decidió poner cuerpo y manos al emprendimiento.
Marta era empleada administrativa contable, y esto fue un gran cambio en su vida, más allá de lo laboral; Carolina, es Licenciada en relaciones institucionales y públicas y trabajaba en el área de Marketing, en una empresa multinacional muy grande. Dejó su trabajo y se fue a viajar. Hoy, además de trabajar en Elama, también da clases de danza en un instituto privado.
Elama es una huerta madre, que brinda talleres, ofrece cajones huerteros, accesorios para huerta, semillas, plantines. El mensaje es que cualquiera que tenga ganas sepa que puede hacer una huerta en un espacio o rincón disponible en casa. La huerta, dicen las chicas, te conecta por otros lados y te brinda armonía.
Elama nació en febrero de 2012 al tiempo de que Marta vino a Tandil y armó una huerta. Carolina armó la marca y el nombre. De septiembre a diciembre es la temporada más fuerte de trabajo, donde se hacen más de 10 mil plantines. Marta y Carolina dan cursos de todo tipo y envían plantines al interior del país. En invierno se vende muy poco, pero es cuando se preparan para el trabajo más duro.
Las rutinas dependen mucho de la temporada. En verano, suelen trabajar muy temprano a la mañana, o después de las 18 que se riega, se cosecha, y se ponen tutores. Adentro, en las horas de más calor, aprovechan para ensobrar semillas, hacer redes. En invierno, las tareas son más de invernadero o de adentro. Es un buen momento, por ejemplo, para limpiar semillas.
El proceso de principio a fin lleva muchos meses. En unos meses flora, luego se cosecha y enfrasca. Lo mismo con los plantines, que se replican. Es un trabajo que lleva mucho tiempo.
Elama vende, o bien en su huerta, o en el mercado en tu barrio. Lo que Elama ofrece no se encuentra en viveros tradicionales.
¿Objetivo?: que cada persona entienda que todos podemos tener huerta.
¿Desafío?: encontrar formas nuevas de mostrarlo y seguir creciendo
¿La vedette? Las semillas.
Si querés mostrar tu emprendimiento, escribime a @sofiarojo.tandil o a sofiarojo@eleco.com.ar