Acceso al hábitat
Comenzaron las obras de readecuación edilicia y mejoramiento habitacional en el edificio Tarraubella
Con una inversión provincial de más de 100 millones de pesos las llevarán a cabo la Cooperativa de Construcción del MTE.
A través de una asamblea con vecinos del barrio, dieron inicio a las obras de readecuación edilicia y mejoramiento habitacional para el edificio Tarraubella. Con una inversión de más de 100 millones de pesos, consiste en la primera de las tres etapas de un proyecto integral que surgió a instancias de la Mesa Barrial, y que ejecutará la Cooperativa de Construcción del Movimiento de Trabajadores Excluidos de Tandil (MTE).
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Readecuaciones en el techo del edificio, acceso a los servicios básicos, colocación de medidores, conexiones intradomiciliarias, y reacondicionamiento de los baños, son algunas de las mejoras que llevarán adelante, y de las que el pasado martes comenzaron con la etapa inicial.
El barrio Tarraubella se compone de un complejo de departamentos en el que actualmente viven 12 familias, y un predio que lo circunda donde se asientan aproximadamente otras 15 familias.
“Fue un proceso de muchos años de lucha y de organización para llegar a iniciar la obra en el barrio”, contó Paula Alonso, referente del MTE, en referencia a la iniciativa que surgió en octubre pasado a partir de la mesa conformada por vecinos, el Centro Comunitario de Villa Aguirre, organizaciones sociales, el Observatorio Social de la Facultad de Ciencias Humanas, la Defensoría Pública y la Defensoría del Pueblo bonaerense, entre otros.
El trabajo articulado de estos actores permitió la inscripción del predio y el edificio en el Registro Provincial de Villas y Asentamientos enmarcado en la Ley Provincial de Acceso Justo al Hábitat, lo que habilitó que la Subsecretaría provincial de Hábitat financie la obra.
“Uno de los problemas más importantes que tienen los vecinos se relaciona con la falta de acceso a la infraestructura urbana, a los servicios, a la vivienda digna. También a la falta de acceso a condiciones seguras de electricidad, realmente tienen un riesgo muy importante de incendio porque hoy las condiciones eléctricas son muy precarias. Además, no tienen acceso a la red formal de agua, no tienen acceso a las cloacas, y el alumbrado público y la recolección de residuos también son parte de las necesidades que viven los vecinos del barrio Tarraubella”, contó Paula sobre las demandas registradas en los intercambios en la mencionada mesa.
“Con esta articulación se consiguió la posibilidad de presentar un proyecto para la finalización de la obra. Nos reunimos con Provincia el año pasado y empezamos a trabajar en la creación y del proyecto. Fueron muchos meses de mucho trabajo para realizarlo y este año se aprobó”, agregó la integrante de la cooperativa.
Las mejoras para el barrio
La primera etapa, informó Paula, estará abocada a los trabajos en el interior del edificio, mientras que la segunda afectará a los exteriores del mismo, y la tercera al mejoramiento del “llano” del predio.
En concreto, informó Paula, “lo que se va a realizar es el mejoramiento de la cubierta del techo, que hoy está muy deteriorada y casi se llueve la mitad del edificio. Se dará acceso a los servicios básicos de agua, y cloacas con tanques de reserva, con un sistema de bombeo que permite que el agua llegue con la presión suficiente a todos los pisos”, sostuvo.
Agregó también que dotarán de conexión eléctrica y medidores particulares para cada departamento, y mejorarán los “núcleos húmedos”, es decir que realizarán baños y cocinas de manera completa. “Con todo lo que eso requiere, además del agua y las cloacas, de los revestimientos, cerámicos, sanitarios, griferías y termotanque eléctrico.
“Ayer le contamos a los vecinos y se emocionaron por eso, porque van a poder abrir la canilla y que salga agua caliente. Se nombró mucho en la asamblea que el día de inicio de las obras fue histórico, después de tanta lucha llegue una obra que les va a mejorar realmente la calidad habitacional y de vida”, celebró.
A su vez, planteó Paula, la concreción de la gestión representa para la Cooperativa no sólo una continuidad laboral para sus trabajadores, sino también el avanzar con uno de sus objetivos principales, que es contribuir a la integración urbana y el derecho al hábitat digno de los barrios populares y la periferia de Tandil.
A la fecha se encuentran realizando tareas preliminares, como movimiento de tierra, nivelación, limpieza de la periferia. Colocarán un alambrado y dispondrán de módulos habitacionales para que las familias se reubiquen durante el tiempo en el que se trabaje en el techo.
A la par de la obra trabajarán junto a las familias para la conformación de un consorcio. “Es para que después pueda dar continuidad a que los vecinos estén organizados como marca la Ley Civil Comercial, para que puedan organizarse en término del cuidado de los espacios comunes”, indicó.
“La obra también va a llevar a que los vecinos puedan organizarse para mejorar, después continuar mejorando sus condiciones habitacionales”, agregó.
Los vecinos, concluyó la integrante de la Cooperativa, vivieron el inicio de la obra “con felicidad y mucha emoción, porque significa un progreso en las condiciones habitacionales y de vida. Esto es el saldo positivo de la lucha, la organización y la articulación entre instituciones. Esto tiene que ser un piso, la comunidad organizada realmente tiene sus resultados”.
El complejo Tarraubella
La historia del complejo Tarraubella, que recientemente fue inscripto dentro del Registro Provincial de Villas y Asentamientos, se remonta a comienzos de los años 90'.
Entonces instancias de la firma Tarraubella Emprendimientos Urbanos SA, surgió como un proyecto inmobiliario del cual alrededor de 200 familias comenzaron a abonar mensualmente la cuota para acceder a la vivienda propia.
En poco tiempo se levantó la primera de las torres de departamentos, pero entre 1995 y 1996 la obra se frenó. Los vecinos que habían ya empezado a pagar el plan exigieron explicaciones, y se les comunicó que el Municipio no accedía a llevar cloacas por el costo que implicaban, y la empresa tampoco quería hacerse cargo.
El lugar entró en un largo litigio que terminó en el año 2008 con una sentencia favorable para las familias inscriptas, aunque el proceso se extendió, apelaciones de por medio, hasta el 2011.
En el marco del mismo se determinó que el predio, que tiene aproximadamente 5 hectáreas no se encontraba a nombre de Tarraubella, sino del anterior propietario, y por tal motivo mismo no se pudo embargar.
Pese a que se ordenó el resarcimiento económico, ninguno de los condenados declaró bienes a su nombre, por lo que los damnificados no obtuvieron a la fecha una devolución de su inversión.
El edificio fue ocupado por una decena de familias, mientras que otras se instalaron en el predio que lo circunda. Según informó Paula Alonso, fueron censadas por el Registro Nacional de Barrios Populares.