En Cerro Leones
7ma Fiesta del Picapedrero: masiva convocatoria, organización vecinal y el pedido por recuperar las cavas
La Fiesta de Cerro Leones estuvo colmada de gente y propuestas artísticas, históricas y culturales.
Cerro Leones volvió a vivir otra jornada inolvidable en la séptima edición de la Fiesta Popular del Picapedrero. El evento organizado por un grupo de vecinos con el apoyo de la Unicen, el Municipio y la Provincia tuvo como centro la Plaza de la Democracia, pero también la Escuela y el Club Figueroa fueron escenario de muestras artísticas y deportivas, caminatas, exhibiciones en vivo del trabajo de picapedreros, charlas y muchas otras actividades entre las que se destacó un homenaje al escultor Eduardo Rodríguez del Pino. Durante el discurso de apertura se pidió por la recuperación del pasivo ambiental de las cavas del barrio.
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“La Fiesta es un espacio de celebración, de un gran trabajo que se hace durante todo el año en Cerro Leones, colaborando para que el barrio y la ciudad conozcan y reconozcan la historia. Una historia que es muy significativa no solo para Tandil sino también para la Nación, porque fue la primera cantera y a raíz de eso han surgido un montón de luchas y de conquistas. Se forjó este barrio alrededor del trabajo. La fiesta ha generado la organización, entonces hay muchos colectivos que se han ido organizando y que hoy conforman equipos más sólidos de trabajo para y por el barrio, y hemos logrado también con esta fiesta que Cerro Leones, su historia y su cultura estén en la agenda pública y hoy se piense la organización de este barrio con una mirada histórica patrimonial”, expresó en diálogo con El Eco de Tandil Anabela Tvihaug, coordinadora de Cultura de la Universidad del Centro.
“Esta es la fiesta de Cerro Leones, la que puso al barrio en agenda, la que hizo que el lugar haya tenido algunas mejoras de infraestructura, como la ordenanza para que el granitullo y el granito que se hicieron acá, vuelvan en forma de obra”, dijo Federico Martínez, concejal y uno de los principales referentes de la organización del evento desde que se desempeñaba como director de la Escuela Secundaria.
Martínez fue uno de los oradores durante la inauguración oficial, en la cual no solo agradeció el trabajo conjunto entre vecinos, la Universidad y el Municipio, sino también el apoyo del Instituto Cultural de la Provincia.
“Acá tenemos tres Estados presentes apoyando la cultura, la historia y la educación. Falta el Estado Nacional, pero no solamente en el apoyo a la Fiesta y a la Universidad, falta en todas las casas de nuestros vecinos y en nuestros jubilados”, sostuvo.
Martínez cerró pidiendo que “que definitivamente nos pongamos a trabajar con prioridad los pasivos ambientales en Tandil, como Cerro Leones, La Movediza o Carba, buscándole una solución”.
El Intendente Miguel Lunghi también se hizo presente en el lugar para transmitir que “los picapedreros no solo moldearon la piedra, moldearon también el carácter de nuestra comunidad. Ellos nos enseñaron que, con esfuerzo y sacrificio, se pueden construir cimientos sólidos para el futuro. En estos tiempos que corren eso es invalorable”.
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Otra Fiesta del barrio y su historia
El día acompañó y la Plaza de la Democracia se llenó de gente desde temprano. Con sus reposeras y equipos de mate, los presentes se ubicaron frente al escenario montado en una de las entradas de la Escuela para disfrutar de las presentaciones musicales que tuvo a Ajenjo como cierre de oro.
Pero la jornada comenzó temprano, con la tradicional Caminata de la Amistad que volvió a unir La Movediza y Cerro Leones. Organizada por la Asamblea por la Preservación de las Sierras, el recorrido contó con una charla sobre el corredor biológico y cultural que caracteriza a ambos barrios.
A lo largo del día hubo demostraciones deportivas, la animación de las estatuas vivientes, muestras fotográficas –como la de Laura José Flórez Guaymas que lució el pasillo de la Primaria 4-, muestras del trabajo del Punto de Extensión Territorial de la Unicen, un café literario con presentaciones de libros –como “Los duendes del basural” del Equipo Pampares-, la presentación de la revista “Cerro Leones, un viaje en el tiempo” realizada por el Centro de Jubilados “Viejos son los trapos”, recorridos turísticos, una charla sobre la obra “Má si, cruzá el Macadán” del grupo de teatro comunitario Araca, otra sobre el documental “50 años de Cerro Leones, la primera película de Tandil”, y conversatorios históricos sobre el uso de las plecas, y otro sobre los “100 años de la Comuna Anarquista en Desvío Aguirre, Tandil”.
Los presentes no solo se instalaron en la Plaza sino que recorrieron las ferias de productores locales, los intervenidos pasillos de la Escuela, y pudieron disfrutar de un atractivo especial, la exhibición en vivo del trabajo de picapedreros de la ciudad y la zona.
Los talleres de Picapedreros y Escultores tanto de Tandil y Olavarría tuvieron su espacio en la Fiesta, con stands en los que realizaron obras. Así el público accedió a conocer de primera mano las herramientas con la que trabajaban la piedra los pioneros fundadores del barrio y cómo la técnica pasó entre generaciones y todavía perdura como una práctica artesanal que moldea el material con mucho menos impacto ambiental que el de la explotación industrial.
A la memoria de Eduardo Rodríguez del Pino
Uno de los momentos más emotivos de la 7ma edición de la Fiesta en Cerro Leones fue el homenaje al escultor Eduardo Rodríguez del Pino, quien falleció a fines de junio pasado. En el monumento al picapedrero que el artista realizó y que el barrio luce sobre la avenida Basso Aguirre se congregaron familiares, amigos y allegados al “maestro”, como muchos lo recuerdan.
El dúo de guitarras conformado por Bernardo Pérez y Martín Canales puso música al homenaje, mientras los presentes intervinieron con tiza la pared cercana a la obra, dejando mensajes en recuerdo de quien fuera también docente y trabajador de la Unicen.
“Eduardo fue docente, no docente de Cultura y Extensión de la Universidad. Ha sido un gran referente para nosotros, un amigo, compañero, y maestro. Acá estamos compartiendo con su familia y amigos este querido homenaje. Fue un trabajador de la piedra, un curioso, siempre generador de comunidad, siempre generador de encuentros y ha sido impulsor también del Taller de Picapedreros de la ciudad”, compartió Anabela Tvihaug.