Productos de Tandil
Todos los caminos conducen a Las Dinas, y a sus chacinados y fiambres de calidad
En estas Fiestas, ofrece productos para la picada y para lucirse con las preparaciones de platos sabrosos. Los espera en su local de Pellegrini 482, donde conserva su rica tradición familiar.
Las Dinas es marca registrada de Tandil, a partir de los 40 años de trayectoria de la empresa familiar de chacinados surgida en 1983 y por sus dos notas características: la calidad y la diversidad de productos que elabora.
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El emprendimiento surgió de manera casual. Carlos Panighetti (padre) y Dina Rovagnati vivían en Santa Isabel, La Pampa, donde él había conseguido la concesión de una estación de servicio del Automóvil Club Argentino (ACA). Además, tenían dos locales de venta de pulóveres en Bariloche, ciudad en la que se habían asentado anteriormente, y la intención de ellos era comprar una chacra en El Bolsón para el cultivo de frutillas, frambuesas y arándanos. Un verano, Carlos y Dina viajaban a Buenos Aires para visitar a los padres de ella, cuando se redirigieron a Tandil, donde decidieron averiguar el costo de los terrenos, simplemente para comparar precios con los del sur. Así sucedió lo que parecía predeterminado. Les gustó tanto el lugar que, en menos de tres meses, cambiaron su plan original por la crianza de cerdos en esas sierras.
Hoy, aquel sueño iniciado en los 80 sigue abriéndose paso. Las Dinas presenta 54 productos de los cuales 34 son delicatessen que están por fuera del ingreso económico que sostiene la pyme, como el salame con avellanas o la ‘nduja, un embutido muy picante del sur de Italia que supieron aggiornar para los paladares de esta región.
“La vida de la empresa está relacionada con la historia de la familia”, definió Carlos Panighetti, el mayor entre los diez hermanos.
Las refundaciones
La familia comenzó con una granja porcina, pero “a partir del 83 se empiezan a elaborar parte de los cerdos producidos. Ahí nace cabaña Las Dinas como fábrica de chacinados”, repasó Carlos que, actualmente, está al frente junto con sus hermanos Benito y Marcelo. Además, tiene dos locales en la ciudad de Buenos Aires –Martínez y San Isidro-, administrados por María José, una de las hermanas mujeres, y un complejo de cabañas que llevan adelante Carlos padre y Dina madre, los fundadores de todo, y Ernesto, otro de los hermanos.
A partir de 2001, cuando el cambio del dólar pasó de ser 1 a 1 a 1 a 4, Las Dinas se convirtió en un sustituto de importación, para venderle al nicho que compraba embutidos en Europa. “Nosotros le vendíamos a todo el segmento que durante la década de los 90 venía comprando una gran variedad de productos extraordinarios, algunos muy buenos y otros más o menos, de origen europeo”. Por ese entonces, Las Dinas comenzó a crecer a paso firme y sin detenerse, y en 2006 compraron el terreno en el Parque Industrial, donde hoy está la fábrica.
En 2010, cuando se mudaron a la planta, se produjo la primera refundación vinculada al cambio en el modo de producción. “Hasta el 2010 armaba los pedidos en la cocina de mi casa tomando un mate con mi mamá. Cuando nos vinimos acá, empecé a vivir en mi casa y a venir al trabajo y tener un horario laboral”, contó Carlos.
Diez años después, en el 2021, vino la segunda refundación, con la aplicación al Servicio Sanitario Nacional, lo que les permitió distribuir los productos a todo el país y poder soñar con la posibilidad de vender al exterior.
Artesanía y tecnología
Una de las características que distingue a Las Dinas es la comunión entre la artesanía y la tecnología de su industria. Hoy fabrican grandes volúmenes, manteniendo un modo artesanal, con dos ejes fundamentales: la calidad de los productos y la diversidad que incluye los menos habituales y los cotidianos como el jamón cocido.
“Donde podés darle a tu producto mucho volumen, mucha trazabilidad, mucha calidad, en un arco de artesanía perfecto, vos llegás a la góndola con algo totalmente distinto”, consideró Carlos.
Las Dinas tiene una lupa constante sobre cada una de las 54 elaboraciones que realiza. Hay un seguimiento desde la crianza del cerdo, que actualmente terceriza, hasta el producto final que se despacha y llega a los consumidores.
Con esta rica historia y los mejores productos, Las Dinas los espera para compartir sabores en las celebraciones por el cierre del año y el inicio de 2024. El local propio se encuentra en Pellegrini 482, Tandil. La fábrica está en Calle 5 y Circunvalación Norte, Parque Industrial, y funciona de lunes a viernes de 9 a 17. Página web lasdinas.com. Instagram @lasdinaschacinados.