Libros y talleres
Tercera edición de Minga, una feria que celebra la diversidad cultural y editorial
Una nueva edición de la feria de editoriales independientes se llevó a cabo en el Centro Cultural Universitario de Tandil el 11 y 12 de noviembre con un éxito de convocatoria.
Miles de personas se acercaron a Yrigoyen 662 el pasado fin de semana para conocer la producción editorial independiente de todo el país, así como también para participar de las actividades culturales que se ofrecieron en el marco de la tercera edición de Minga Tandil.
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La iniciativa contó con la organización y el apoyo de la biblioteca Juan Antonio Salceda, librería La Bullanga, Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Centro, Área de Género, Área de Cultura y Área de Medios Audiovisuales de la UNICEN, librería La Casa Azul, Banco Provincia e Instituto Cultural de la Provincia.
Una feria para todos
Minga es un espacio para la diversidad cultural y literaria. En la feria se pudieron encontrar libros de diferentes géneros y temas, desde literatura infantil y juvenil hasta ensayos, poesías y narrativa. Este año también hubo una importante presencia de editoriales independientes que trabajan con la cultura gráfica, como editoriales de cómics, fanzines y libros de arte.
Con más de treinta stands ubicados dentro del gimnasio del Centro Cultural Universitario, los concurrentes pudieron recorrer el espacio donde más de 20 editoriales independientes presentaban sus materiales. Aquellas que no pudieron estar presentes por diversos motivos como la lejanía o los costos, fueron representadas a través de librerías como La Casa Azul y Bullanga.
La feria también fue un espacio para la reflexión y el debate. Se realizaron conversatorios sobre temas de actualidad, como la crisis climática, los derechos humanos, la dictadura y la desigualdad social. También hubo talleres de escritura que abordaron temas como la creatividad, la narrativa y la edición.
Artistas pintando en vivo, fanzines, peña poética, festival gráfico, ilustradores, radio en vivo, entrevistas y presentaciones fueron algunas de las actividades que se pudieron ver tanto en el predio ferial como en el Salón de los Espejos y en distintas salas del Centro Cultural.
Además de los stands de editoriales, la feria contó con encuadernadores que mostraron sus reparaciones a libros antiguos, como el “Hospital de Libros”, dedicados a restaurar ediciones en papel que muchas familias quieren conservar de épocas pasadas.
En esta edición se habilitó también una cantina dentro del gimnasio con el objetivo de que quienes visiten la feria puedan permanecer en el lugar y disfrutar del espacio.
La mesa dedicada a restauración de libros.
Un espacio para tender redes
Carolina Martínez, de Editorial Chirimbote, destacó la positividad de este encuentro porque pudieron, además de mostrar los libros, tejer redes con colegas de otras editoriales. “Está buenísimo porque no solamente la convocatoria estuvo muy bien sino por lo que se genera en estos espacios donde uno empieza a conocer mucho más a colegas, a muchísimos ilustradores maravillosos y de la zona, de la región, eso está muy bueno para futuros encuentros” expresó.
Pensando en el futuro
En una entrevista con este medio, Javier Valdez, organizador de la feria, destacó la importancia de Minga para la difusión del libro independiente. “La idea es darle visibilidad a ese lado del mundo del libro que por ahí está un poco solapado, escondido”, dijo. “Queremos que la gente conozca la producción editorial independiente que hay en todo el país”.
En comparación con el año anterior, la Minga de este año fue mucho mejor, según el librero. Hubo una mayor participación y ventas, y se obtuvo el apoyo de bancos y promociones que ayudaron significativamente.
Gráfica promocional de Minga'23
Valdez también se refirió al futuro de la feria. “Estamos pensando en cómo seguir evolucionando, queremos que Minga sea un espacio que se adapte al contexto actual”, como ejemplo de esto surge la transformación del libro físico en digital. Hoy en día, las editoriales lanzan tanto el libro en papel como en formato digital, adaptándose a las necesidades de cada lector.
A pesar de los desafíos económicos, se considera que siempre habrá una posibilidad para el libro debido al refugio que representa para muchas personas en momentos de crisis como el que se atraviesa actualmente. Además existen editores especializados que buscan constantemente ofrecer algo nuevo e innovador al público.