El Concejo la aprobó por mayoría
Productores cuestionaron la ordenanza de fomento agroecológico por ser inconsulta y reduccionista
Pequeños productores agroecológicos criticaron que la normativa no posee una mirada integral del tema ni contempla el acceso a la tierra para sostener el modelo a largo plazo. Cuestionaron que sólo alude al no uso de agrotóxicos, como una movida política en respuesta a la ordenanza sobre fumigaciones sancionada en diciembre.
El Concejo Deliberante aprobó ayer por mayoría la ordenanza de fomento, cuidado y desarrollo de la producción agroecológica pero distintos movimientos populares, relacionados directamente con la actividad en cuestión, manifestaron su rechazo al nuevo marco normativo.
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El proyecto, que fue redactado por el Ejecutivo y trabajado en la Comisión de Producción, Trabajo y Medioambiente del cuerpo, propone la producción sostenida de cultivos “sin el uso de insumos de síntesis química”, entre otras cuestiones.
No obstante, la postura disidente objeta la falta de pluralidad de voces en el armado del texto y la reducción de la agroecología al uso de biofertilizantes, sin considerar otros aspectos fundamentales.
Así, dentro de las críticas esbozadas a la flamante ordenanza, sus detractores indicaron que no incluye al sujeto de la economía popular en sus múltiples dimensiones, ni tampoco menciona el acceso a la tierra como requisito indispensable para un real proyecto sustentable.
“Si bien consideramos imprescindible y urgente una ordenanza agroecológica para la ciudad debido al particular contexto actual, el proyecto que presenta el bloque oficialista desconoce el concepto y espíritu del modelo agroecológico y lo reduce a mínimas cuestiones, siendo un atropello a la inteligencia de la comunidad”, expresaron desde los diferentes frentes abocados a la producción agroecológica como la UTEP Tandil, Frente Agrario Evita, MTE Rural, Barrios de Pie y CCC.
Los cuestionamientos
En contacto con El Eco de Tandil, Emilio Cantarelli, productor de La Familia Huerta, expuso que, pese a que el proyecto se sancionó, “no se va a hacer nada en la práctica porque son promesas y planes que no están especificados, que no tienen un buen planteo de cómo fomentar la agroecología en el largo plazo, algo que es fundamental”.
Asimismo, reparó en que la aprobación de la norma parece “un mero acto político” como respuesta a la ordenanza sobre fumigaciones sancionada en diciembre último, que provocó una fuerte disonancia entre los productores y los concejales. Vale reseñar que este proyecto se trabajó durante meses en el ámbito Legislativo y que la idea primaria era tratarlo junto a la ordenanza sobre aplicación de fitosanitarios que se abordó a fines del año pasado.
Finalmente, el tratamiento se desdobló para evitar mayores inconvenientes debido a la fuerte reacción que produjo la normativa sobre fumigaciones y las derivaciones del caso.
Además, Cantarelli criticó que el espíritu de la regulación es de carácter privado y observó que si se tiene en cuenta que la agroecología es un modelo de producción de alimentos alternativo al agroindustrial, para fomentarlo debe estar garantizado el acceso de los alimentos para todos los actores sociales de la población.
“Hay que producir alimentos a precios justos para todos y no para pocos a precios desorbitantes. Este parece ser el propósito de la ordenanza del bloque radical, porque estimula la verticalidad económica concentrada en pocos productores generando precios inaccesibles para la mayoría de la población”, precisó.
Lo que falta
En tanto, también comentó que el abordaje del proyecto en la comisión se hizo de manera inconsulta y que los productores jamás fueron convocados para hablar del tema.
En este sentido, compartió que a título personal habló con la secretaria de Desarrollo Productivo de Tandil, Marcela Pentrantonio y con Lorena Queirós, directora de Agroecología municipal, para contar su experiencia porque necesitaba vender, pero no tuvo una gran resonancia.
Al respecto, remarcó que “cuando hicimos el verdurazo fue para fomentar estas formas de producción. Hacen falta varias patas para estimular este desarrollo, entre ellas insumos para producir y canales de venta directos del productor al consumidor”. Vale destacar que el verdurazo agroecológico que se realizó en febrero fue un rotundo éxito y evidenció el interés de los consumidores por acceder directamente a un alimento de calidad a un precio justo, pero estas iniciativas suelen ser aisladas.
Asimismo, sostuvo que el Estado tiene que dar respuesta para favorecer a los pequeños agricultores pero que siempre se termina allanando el camino de los grandes productores. “El presupuesto para agroecología se lo llevan ellos con los sueldos y está bien que sea su trabajo, pero el Municipio tiene que estar para apoyar a los productores, facilitar herramientas y materiales, y facilitar el acceso a la tierra”, subrayó.
El acceso a la tierra
Las dificultades de acceso a la tierra para cultivar es una problemática que los movimientos sociales exhiben desde hace años y, en esta dirección, Cantarelli reparó en el alto valor de los lotes.
De este modo, señaló que “no queremos que nos regalen nada” pero sí sostuvo que es crucial que existan líneas de crédito especiales y una sectorización para generar un cordón hortícola dentro de la ciudad, cuyas parcelas tengan un valor menor al del mercado inmobiliario "porque todo se tasa como sector turístico”.
“Es necesario un modelo productivo a gran escala para generar trabajo con el acompañamiento estatal. La ciudad precisa una ordenanza que contemple a las personas para aportar sobre el tema amplitud de voces y lograr un modelo a largo plazo viable”, cerró.