Persiste el reclamo por la falta de agua y los vecinos cuestionaron que no haya planificación urbana

Tras la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante que tuvo el lugar el miércoles, vecinos de diferentes barriadas realizaron una improvisada asamblea en la explana del Municipio junto al concejal del Frente de Todos Nicolás Carrillo, con el propósito de dirimir los pasos a seguir en medio del reclamo por el acceso al agua que sostienen desde hace mucho tiempo.

Asimismo, durante el discurso inaugural del intendente Miguel Lunghi, permanecieron apostados en la barra del recinto con carteles alusivos para evidenciar la problemática y reeditar sus demandas. 

El Eco de Tandil conversó con Beatriz Escobar, de La Movediza; Yanina Villegas, de Villa Cordobita; Paola Quero, de La Movediza 2; Matías Alberto Hernández, del barrio Belgrano;  Elisa y Silvia del Rabal, de Valle del Lago; y Sebastián Inza, de Valle Sereno, quienes se unieron para unificar sus demandas.

En paralelo, pusieron en tela de juicio las palabras del jefe comunal cuando refirió que el 90 por ciento de la ciudad accede a los servicios básicos. De hecho, esta premisa es esgrimida habitualmente por el Ejecutivo local para resaltar su labor en materia de obras públicas. En contrapartida, el grupo de ciudadanos cuestionó dicha aseveración y optó por observar que en diversos puntos de la planta urbana no hay asfalto, cloacas, ni red de gas natural y el denominador común que aglutina a todos los vecinos en disputa: en 2023 tampoco hay agua.

En más de una década, familias de zonas tan disímiles como Villa Cordobita, La Movediza, Valle del Lago y barrio Belgrano nunca pudieron acceder a este derecho básico. Por ello, criticaron con dureza la carencia de políticas públicas al respecto, y la falta de planificación para pedir financiamiento y diagramar obras que resuelvan los problemas. 

Veranos complicados 

Cabe mencionar que en el verano es cuando más se pone en evidencia la problemática del agua que afecta a diversos barrios de la ciudad desde hace años. Con las altas temperaturas de estos días y el incremento del consumo, baja la presión y el servicio domiciliario se ve afectado. 

En tal sentido, Silvia, de la zona del Dique, expuso: “No tenemos agua corriente pero no hay agua en la napas, directamente no accedemos al agua y nos quedamos sin el servicio durante el verano”.  Cabe recordar que días atrás, los vecinos de Valle del Lago denunciaron que no contaban con suministro, y señalaron que era una realidad que se reiteraba cada año tras el inicio de la temporada en el Balneario del Sol, por el enorme caudal utilizado por la concesión tanto para llenar como para los recambios continuos que realizan en las piletas. 

Cansados de no obtener respuestas por su situación, efectuaron una marcha al Municipio, a la que finalmente se sumaron barrios de diferentes zonas de Tandil con la misma problemática.

Y aunque los camiones aguateros llegan a algunos puntos tres veces por semana, no resulta suficiente para abastecer el consumo  estival y no hay presión. “Los tanques nunca alcanzan, en La Movediza 2 se comparten entre varias familias. El viernes se vaciaron y hasta hoy (por el miércoles) nadie los llenó, entonces te arreglás como podés y  tenés que negarle el agua a los chicos, para funcionar con lo mínimo indispensable”, describió Quero. 

Derecho al agua

Además de graficar las múltiples complicaciones que sufren a diario por no contar con un adecuado suministro y las dificultades tanto para beber y cocinar como para limpiar, higienizarse, o lavar la ropa, pusieron el foco en que se trata de un derecho básico “garantizado en la Constitución Nacional” que en Tandil no se cumple.

Por su lado, Hernández, del barrio Belgrano, detalló que no pudo armar una huerta en su casa porque no tiene agua para regarla. “Todo el tiempo te dicen que sí, que van a hacer algo pero son promesas sin cumplir, llevo 13 años viviendo en Belgrano y la realidad es la misma”, sostuvo. 

Asimismo, repararon en que la comuna constantemente anuncia inversiones millonarias para distintas obras o del sector privado, pero no se atienden los reclamos en torno a cuestiones básicas de infraestructura urbana y que pagan las tasas prediales para no contar ni con la mitad de los servicios urbanos elementales. 

Frente a este escenario, los vecinos autoconvocados mostraron su preocupación por las menciones del Intendente a la cobertura de servicios del 90 por ciento. En esta línea, Silvia del Rabal aclaró que “no es real y es difícil escuchar eso. La planificación urbana no va de la mano del crecimiento que tiene la ciudad hoy”.

Al respecto, Hernández inquirió que “suena lindo el discurso pero ¿qué mejora o alternativa nos dan? Vuelvo mi casa y sigo sin agua”. En simultáneo, los ciudadanos se interrogaron acerca de  otros proyectos planteados en zonas donde no hay suministro, sobre todo aquellos vinculados a actividades deportivas y educativas.

En este punto, Elisa, de Valle del Lago, indicó que “el Polideportivo está en nuestro barrio pero no tienen agua para el baño. Hay que ver cómo lo pueden poner a funcionar. Sin embargo, el balneario sí tiene agua y no hay agua corriente dos cuadras más allá”.

“El denominador común es que necesitamos el agua que nos corresponde por ser sujetos de derechos", ratificaron, a la vez que afirmaron su intención de seguir luchando en conjunto para conseguir soluciones concretas. 

Cisterna y otras obras

En tanto, también cuestionaron la falta de inicio de obras presupuestadas y financiadas por la Secretaría de Integración Sociourbana del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). Vale aclarar que la licitación para la obra de extensión de red y conexiones domiciliarias de agua potable en el barrio La Movediza II, largamente reclamada por los vecinos de esa zona, quedó desestimada el mes pasado por falta de oferentes y el Municipio debió lanzar una segunda convocatoria. No obstante, hay otros barrios populares censados por el Renabap no incluidos aún en el programa de obras que deberán esperar para acceder al servicio y otros paliativos de obras que nunca se llevaron a cabo. 

En este marco, las vecinas de La Movediza se refirieron a la dilatada obra de la cisterna ubicada en ese barrio, cuyas tareas aún no concluyeron y que mientras se desarrollan dejan sin suministro a todo el sector.  Según se anunció oficialmente, la monumental cisterna que se está terminando de construir  en La Pastora y Santa Cruz, beneficiará a los vecinos de La Movediza, Maggiori, El Tropezón, parte de Villa Italia norte y áreas aledañas, para hacer frente a la escasez de agua ante las vicisitudes climáticas. No obstante, no confirmaron aún la fecha de inauguración y puesta en funciones, aunque previamente se aventuró que sería en marzo.  

Así, la población beneficiada actual estimada está en el orden de los 8.400 habitantes y la población futura beneficiada estimada 20 años después del diseño del proyecto, aproximadamente en el 2041, sería de 17.500 habitantes.

Vale recordar que el proyecto está financiado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), con una inversión total de más de 175 millones de pesos. La empresa adjudicataria, Prates y Cia., continúa con los trabajos en el lugar y la firma Tenue Empresa Constructora SA.  se ocupó del recambio de más de 2.000 metros de cañería. 

Con un volumen de 2040 m3, equivalente a más de 2 millones de litros de agua, la concreción de este proyecto permitirá acompañar el gran crecimiento demográfico de ese cinturón de la ciudad y pretende dar respuesta a la problemática de falta de provisión de agua en las zonas altas, principalmente durante la época de calor.