Organizado por la Facultad de Humanas
Los comedores se reunieron en la Unicen: “Nos permitimos soñar con una mejor alimentación para todos”
Se realizó un conversatorio por iniciativa de un proyecto de Extensión de la Facultad de Humanas.
En el marco del proyecto de Extensión “Alimentación en la primera infancia” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Unicen, docentes y estudiantes integrantes de la iniciativa realizaron un conversatorio con organizaciones sociales comunitarias, en particular comedores, para pensar y poner en común la situación con respecto a la alimentación en la ciudad.
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“Nos parece que está muy bien discutir y debatir sobre la problemática de la alimentación en nuestra ciudad, vinculado a esto que creemos que mejor alimentados tenemos mejor salud”, expresó María Fermín, militante de Patria Grande y una de las impulsoras del encuentro.
El conversatorio tuvo lugar a partir de las 9 del viernes 16 de agosto en la Sala B del Centro Cultural Universitario. En el lugar se convocaron no solo quienes integran el mencionado proyecto de Extensión, sino también referentes de diferentes organizaciones sociales y comunitarias de la ciudad. En mesa redonda intercambiaron experiencias y plantearon desafíos para abordar la problemática de la demanda creciente, lo cual continuarán en un próximo encuentro que realizarán en septiembre.
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“En este primer encuentro, la idea fue recuperar la voz y las experiencias de las organizaciones comunitarias. La idea es pensar en conjunto en qué situación está la cuestión alimentaria en la ciudad y pensar por posibles alternativas, cómo enfrentarlo, cómo poder trabajar en resolver este problema. Vamos construir un informe de esta situación y proponer alternativas”, expresó Marcelo Righetti, del Observatorio Social de la Facultad de Humanas.
Junto con la mencionada Fermín, y las promotoras de la salud Alejandra Dick y Anderis Alejo, dialogaron con El Eco de Tandil y brindaron detalles de los resultados del primer conversatorio.
“Soñar con una mejor alimentación”
“En este debate que nos damos nos permitimos soñar con una mejor alimentación para todas y todos, para los sectores populares en los que tenemos instalados las distintas organizaciones sociales, los comedores, pero también como un proyecto de país que involucre y que piense qué comemos, cómo se producen esos alimentos y cómo se distribuyen”, planteó Fermín.
Al realizar la convocatoria a diferentes comedores, señalaron, notaron que muchos “debieron cerrar porque no hay alimentos”. Sin embargo, más allá de la existencia o no de las instituciones, “no quita que la demanda exista”, sostuvieron.
“Entre otras de las cosas que veíamos hoy, que lo compartían a partir de sus experiencias las referentes de los comedores, es cómo además de niños y niñas, aparecen personas adultas que se acercan a los comedores, y cómo a veces los niños demandan esa taza de leche y también para llevarle a su casa un poquito del guiso que se distribuye para compartirlo con sus padres”, agregó.
Desde la organización destacaron que “los comedores hoy por hoy son donde además de nutrirnos, apostamos también por vínculos entre las personas. Entonces cómo esa humanidad debemos sostenerla y ser un espacio de hermosa rebeldía que eso continúe en nuestros espacios comunitarios apostando a siempre poder comer mejor para enfermarnos menos”.
Por su parte Alejandra Dick compartió, desde su experiencia en el barrio Maggiori, que “hoy la demanda es muchísima”, y que “no solo se acercan niños a los merenderos, sino que va gente de todas las edades, familias completas. Es muy triste porque uno ve el día a día de que la gente, que vive los primeros 15 días del mes. Cuesta cada vez más pagar la luz, pagar el gas”.
La también promotora Anderis Alejo sumó que “la verdad que se está pasando tiempo muy difícil. Vemos como nuestros vecinos salen con el táper, con frío, con lluvia, a ir por una comida porque no le alcanza la plata. Vemos la necesidad que hay en los barrios también de los pequeños que van a los merenderos porque no tienen una taza de leche en su casa. Y vemos también lo difícil que se está haciendo sostener toda esta obra que hacen los merenderos comunitarios”.