Carne vacuna
Con ingenio y promociones, los carniceros buscan no sentir la baja de consumo
La situación en Tandil atraviesa distintas realidades, mientras algunas carnicerías barriales sienten la caída otras, mantienen los mismos niveles de consumo.
Una de las tradiciones que representa más al gen argentino es la de juntarse con amigos o familiares a comer un asado. La realidad indica que esa situación es cada vez más atípica ya que en los últimos días se conoció un informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario donde alerta sobre un desplome en el consumo de carne vacuna mostrando los indicadores más bajos en los últimos cien años.
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Según informaron los economistas Franco Ramseyer y Emilce Terré en el informe publicado, se proyecta un consumo anual de carne de vaca por habitante de tan solo 44,8 kilos, muy por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos. Estas cifras se ubicarían por debajo del piso registrado en el 1920, cuando sólo se consumió 46,9 kilos por habitante.
Tandil suele ser una isla en muchas cuestiones pero en esta ocasión también siente el impacto en la baja del consumo de carne. Si bien los carniceros consultados variaron en sus respuestas, muchos coincidieron en el que la venta de carne vacuna viene a la baja sostenidamente desde hace varios meses, incluso antes del cambio de gobierno nacional.
“El dato se nota reflejado en la cantidad de ventas. Ha bajado mucho el consumo en los últimos meses aunque tal vez no se siente un impacto porque no fue de un momento para el otro, sino que se arrastran varios meses donde el consumo de carne vacuna tiene tendencia a la baja”, afirmó el propietario de un local barrial.
Por su parte, desde una carnicería céntrica afirmaron que “sinceramente la verdad que por ahora está estable con respecto a lo que venía hace unos meses. Es más venimos bajando la misma cantidad de medias res, también hemos bajado alguna de más. Es muy relativo, en algunos lugares sí he escuchado eso pero la verdad que nosotros por ahora no nos ha afectado”.
La situación complicada desde lo económico se refleja en la poca cantidad de kilos que consume cada persona y también se manifiesta en los cortes que se consumen. En líneas generales, los cortes más llevados son paleta y roast beef. Cortes económicos que te abren un mayor abanico de opciones a la hora de variar las comidas.
También suele salir el vacío y las chuletas pero se registra poco consumo de los cortes con huesos. “Cuando la gente gasta, quiere aprovechar al máximo su dinero”, afirmó uno de los carniceros consultados.
A su vez, también hay otros carniceros que afirman que la gente consume de todo y por eso es difícil definir cuál es el corte predilecto. “Hay veces que el lomo o el peceto, que son los cortes más caros, son los que más salen y queda lo más barato, otras veces es viceversa”, comentó uno de los que coincide con esta realidad y luego agregó: “A diferentes maneras sigue saliendo”.
Promociones bancarias
En este sentido, Rodrigo, responsable de Ricardos, comentó que ellos utilizan un mecanismo de venta que “beneficia mucho al consumidor”. El cliente se abre una cuenta en la carnicería, realiza su compra y la abona el día en donde tiene algún beneficio con las distintas tarjetas o aplicaciones.
En épocas complicadas, la gente encuentra en las tarjetas y sus beneficios un aliado importante a la hora de favorecer el consumo. En sentido, los carniceros destacaron que la Cuenta DNI continúa con sus promociones los días sábados y que “ahora subieron un poco más las ventas con BNA+, que son todos los días y aumentó el cupo”.
Por esa razón, uno de los empresarios dedicados al rubro señaló: “La gente aprovecha mucho las promociones y a mí lo que me importa es que siempre tengo movimiento de carne en la semana y no lo amontono a los sábados”.
Mientras que otro consultado aseguró que “durante la semana se compra al día, para consumir en el momento, y llegado al fin de semana, donde los bancos ofrecen promociones, por ahí se hacen compras más grandes”.
Carnes blancas
En este contexto, una reacción lógica del consumidor podría ser cuidar su bolsillo comprando carne de cerdo o de pollo. Según el informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo de carne porcina aumentaría 1,1 puntos porcentuales respecto al año previo. Esto también se explica debido a que el valor de un kilo de carne vacuna equivale casi a dos kilos de sustitutas.
“Sinceramente acá no bajo más de cuatro o cinco medias de cerdos, que es lo que bajamos siempre”, señaló el responsable de Ricardos y luego comentó que esto también es una política de su comercio, ya que el fuerte de ellos es lo vacuno.
En sintonía, otro de los consultados aseguró que la gente no se vuelca tanto a lo que es cerdo y pollo. “El cerdo es difícil que se consuma todos los días. Tal vez hacen día por medio: vaca un día, cerdo el otro, carne vacuna de nuevo y pollo al otro, pero no hay una tendencia marcada de pasarse a las carnes blancas”, aseveró.
A su vez, este medio se contactó con una avícola céntrica que afirmó que no se ha notado un aumento en las ventas, que se mantienen parejas y generalmente son buenas porque el producto es más económico, pero que no hay una marcada tendencia a pasarse a la carne blanca.