Alumnos de la escuela rural N°6 recibieron la visita de ilustrador tandilense Facundo Roveta

El joven Facundo Roveta es un ilustrador, animador y modelador 3D de la ciudad,  que entre sus variadas creaciones, es el autor del libro infantil “El Diario Mágico de Paco”. Se trata de una crónica sobre un pequeño niño que narra sus aventuras durante unas vacaciones en la casa de sus abuelos. Allí él es el creador de historias repletas de magia y fantasía. Pero todo se complica cuando un malvado monstruo llamado Llükan comienza a apoderarse de sus historias. Paco debe enfrentarse a él y a su peor enemigo, el miedo.

La obra deja una gran enseñanza para los niños, incitándolos a tener la valentía de afrontar sus temores por grandes que sean, para poder desarrollarse y tener una vida alegre y distendida. La misma fue leída por los alumnos de 5to y 6to de la Escuela Primaria 6, ubicada en el kilómetro 132 de la Ruta 226, dejándolos fascinados por la historia y sus intrépidas ilustraciones que le agregan condimento al relato. 

Observando el impacto que tuvo la historia de Paco en los infantes, las autoridades de la institución educativa decidieron convocar a su autor para realizar una actividad en el predio, donde el artista además de mostrar sus creaciones y relatar su experiencia creativa, dialogó con los niños sobre los miedos, y las mejores maneras de naturalizarlos para lograr vencerlos. 

Naturalizar los miedos

Para conocer más sobre esta actividad, El Eco de Tandil se comunicó con María Juárez, bibliotecaria de la entidad y una de la coordinadoras de la visita. 

Primeramente contó que, estimulados luego de leer el libro de Roveta,  los alumnos hicieron una antología donde escribieron cuentos de terror, y un libro sobre los miedos, donde cada uno expresaba sus temores como una manera de exteriorizarlos. Tras notar el interés que demostraron en su realización, los directivos decidieron invitar al joven para que tenga una mañana de intercambio y aprendizaje con cada uno de ellos.

Sin dudarlo, el dibujante se acercó a la escuela rural, llevando el flyer del libro y proponiendo diferentes actividades. Para recibirlo, “los chicos hicieron máscaras, naves espaciales, señaladores, galería de personajes con las características de cada uno, la verdad que fue un trabajo muy bueno en el que se comprometieron un montón, y es algo muy lindo cuando pasa eso”, narró Juárez.

A su vez, crearon una serie de preguntas para que cada uno se saque las dudas que tenga respecto del cuento como de su labor como ilustrador, y para ello previamente analizaron las características de una entrevista, buscaron en el diccionario las palabras correctas y la redactaron. 

Luego de responderlas amablemente, explicó como hacia sus dibujos, les trasladó sus experiencias, les explicó como él se sintió representado por varios de sus personajes y les mostró imágenes de su proceso creativo.

“Después Facundo les hizo un dibujo personalizado a cada niño, firmado por él, así que además se fueron con un regalito, y hoy una nena me trajo el de ella, donde le agregó mensajes para él, diciéndole que le había gustado mucho la visita y cosas así, es increíble porque escribía muy poco, y en parte es eso lo que buscamos, que se animen a leer y escribir sobre lo que les gusta o les conmueve”, relató la bibliotecaria.

Por otro lado, señaló que al igual que el joven, los alumnos sintieron alguna vez esos miedos que están expuestos en su libro, y es importante que naturalicen algunos de ellos, “porque son parte de nuestro ser, los vamos a tener siempre, y tenemos que ir superándolos, al igual que los hacen sus personajes”.

Por último, indicó que fue una jornada muy especial, ya que al quedar lejos del centro de la ciudad no suelen ir muchas personalidades a visitarlos, “entonces fue una experiencia muy linda, que disfrutaron mucho, y a su vez conocieron toda la tecnología que el utiliza para dibujar, algo que a lo que no están acostumbrados, y quedaron fascinados desde ese lado también”, concluyó.