Economía
La trampa de la nominalidad
Cuando pensamos en una inversión, solemos caer en la tentación de analizar los resultados en términos nominales. A veces pasamos por alto la importancia de analizar más allá de las cifras aparentes y considerar la verdadera realidad detrás de los números económicos. Veamos a continuación la importancia de pensar en términos reales.
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¿Qué es el valor nominal y el valor real en términos económicos?
El valor nominal se refiere al número bruto, las cifras que podemos ver en el homebanking, los documentos financieros, etc. Es aquella que no tiene ningún tipo de ajuste y representa lo que tenemos en este momento o recibiremos en un futuro. En países estables, con poca fluctuación de precios, con este número podríamos guiarnos perfectamente para entender si estamos o no ganando dinero. Pero cuando en la macro tenemos grandes desajustes que nos llevan a escenarios inflacionarios, se vuelve más complejo el análisis. Entonces lo que debemos hacer es tratar de pensar en términos reales, osea ajustar los valores nominales por la inflación
Riesgos de pensar solo en términos nominales:
Percepción distorsionada de rendimiento: Enfocarse únicamente en números nominales puede crear la ilusión de mayores ganancias en inversiones. Sin considerar la inflación, se puede subestimar el rendimiento real y su capacidad para superar el aumento del costo de vida.
Errores en la evaluación de activos: Valorar activos solo por su valor nominal puede llevar a decisiones equivocadas. Ignorar el impacto inflacionario puede ocultar la verdadera pérdida de valor de un activo a lo largo del tiempo.
Riesgo de inversión inapropiada: Al basar decisiones de inversión únicamente en números nominales, se corre el riesgo de elegir inversiones con aparentes altos retornos pero que no compensan adecuadamente la inflación, resultando en pérdida de poder adquisitivo.
Veamos un ejemplo con la inversión tradicional de los argentinos:
Imaginemos que el 1 de noviembre hicimos un plazo fijo de un millón de pesos con una Tasa Nominal Anual (TNA) del 118%. Transcurridos 30 días revisamos nuestra cuenta bancaria y vemos que tenemos la suma de $1.098.333. Osea, habríamos ganado en términos nominales $ 98.333.
Ahora, supongamos que durante el mes de noviembre la inflación fue del 15%. Para saber si ganamos o perdimos plata, lo que debemos hacer es descontar la inflación del monto nominal resultante. A los $1.098.333 lo dividimos por 1+inflación mensual, para obtener el monto real de $955.072.
Este ejercicio por más simple que sea, lo debemos hacer. Por más que seamos una sociedad acostumbrada a la inflación, la realidad es que sistemáticamente perdemos contra ella. Alguno puede decir que con el dólar quieto gana una muy buena tasa en dólares, pero la realidad es que la volatilidad que tiene la divisa hace impredecible el resultado de la apuesta. En una semana o incluso pocos días, podemos ver que el tipo de cambio se dispare más que la tasa que rinde nuestro plazo fijo en todo el mes y perder toda la ganancia.
Para poder usar el dinero invertido sin descapitalizarse, es fundamental buscar retornos reales positivos. Eso hará que nuestro capital se incremente con el correr del tiempo, y podamos hacer algún retiro sin dañar nuestro flujo futuro. Si pretendemos vivir de los intereses del plazo fijo, dado que la tasa real es negativa, en el corto plazo nos habremos comido los ahorros.
Recordemos siempre considerar la inflación y ajustar nuestros análisis para obtener una visión más precisa y realista de nuestras inversiones, evitando así caer en la trampa de la nominalidad.
tomas.docobo@animas.com.ar MBA (Politecnico di Milano), Magíster en Finanzas (UTDT) y Licenciado en Administración (UNICEN). Es asesor financiero matriculado (CNV) y director de la consultora financiera Animas