La importancia del largo plazo

Al tomar una decisión de inversión, es importante tener en cuenta el plazo de la misma. Esto puede afectar la distribución de los activos en la cartera, ya que cada inversión tiene un riesgo y un potencial de rendimiento diferente. 

La distribución de los activos en una cartera debe adaptarse al perfil de riesgo y los objetivos de inversión de cada persona. Dependiendo del plazo, se pueden elegir distintos instrumentos financieros que ofrezcan diversos niveles de seguridad y rendimiento esperado.

Para gastos a corto plazo (menos de un año), normalmente se  buscan instrumentos con poca volatilidad y mayor previsibilidad de ingresos, como algunos fondos comunes de inversión o títulos de renta fija con vencimientos cortos. La idea siempre es obtener un rendimiento positivo al momento de retirar el dinero. 

Los ahorros a largo plazo son especialmente importantes en un contexto en el que los sistemas previsionales están bajo presión debido al envejecimiento de la población. Planificar desde temprano puede ayudar a garantizar una mayor seguridad financiera futura.

Invertir a largo plazo requiere paciencia y disciplina. Los resultados no siempre son inmediatos y el éxito no se mide por el rendimiento de unos pocos días, semanas o meses, sino por aquel que se obtiene a lo largo de varios años. 

Warren Buffett, uno de los inversores más exitosos de todos los tiempos, afirma que el mercado puede ser muy volátil e impredecible a corto plazo, pero a largo plazo el rendimiento del mercado es un reflejo de la creación de riqueza en la economía. Por esta razón, es importante seleccionar bien los activos y no dejarse llevar por las emociones.

Cuando permanecemos invertidos por un tiempo prudente, nos beneficiamos del efecto del interés compuesto. En este proceso, los intereses generados en una inversión se añaden al capital original, generando un crecimiento exponencial del ahorro a lo largo del tiempo. 

Cuanto antes comencemos a invertir, mayor será el crecimiento de nuestro capital. A medida que el capital y los intereses generados continúan creciendo, el efecto del interés compuesto se vuelve cada vez más significativo. 

A modo de ejemplo, veamos cómo, si invertimos $1.000 todos los años por 20 años al 10% anual, la porción de interés comienza a tomar cada vez más importancia en la ecuación:

En conclusión, tener una mentalidad de largo plazo y hacer una buena selección de activos es fundamental para cumplir los objetivos de ahorro e inversión. Nos ayudará a mantener un portafolio menos volátil, tendremos menos costos transaccionales, podemos llegar a diferir impuestos y obtendremos retornos reales positivos.