HABITAT Y CONCIENCIA
Energías Renovables, la alternativa sustentable que busca romper paradigmas y detener la huella de carbono
Este artículo tiene como objetivo compartir la necesidad urgente de reducir la huella de carbono en la tierra y brindar luz sobre las energías renovables que son, no sólo una alternativa a las energías que producen los GIF (gases de efecto invernadero) sino un una salida sin retorno ya que “tenemos una ventana muy corta de tiempo para poder reducir a la mitad las emisiones de carbono al 2030 y ser carbono neutrales al 2050 que es lo que la ciencia nos dice que tenemos que hacer para evitar las peores consecuencias del Cambio Climático.
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Esto está basado en el último reporte del IPSS, también compartido en su oportunidad desde “Hábitat y Conciencia”, tras el cuál la licenciada en Ciencias Ambientales, Nasha Cuello Cuvelier, explicó que ser Carbono Neutral implica que las emisiones que se liberan a la atmósfera se compensan con las que se capturan.
Por ejemplo, si un avión en un vuelo libera una tonelada de dióxido de carbono (CO2) )equivalente, se plantan 10 árboles que en un año capturan esa misma cantidad al hacer fotosíntesis y convertir el CO2 del aire en biomasa.
Cada producto que se compra, cada electrodoméstico que se utiliza, el tipo de transporte empleado, el tipo de energía que utiliza un hogar o una industria deja una huella de carbono. Entonces, toda acción humana, por más pequeña e inofensiva que parezca tiene un impacto en el ambiente.
La energía que se está utilizando proviene de fuentes fósiles no renovables (es decir, en un momento no muy lejano se agotarán) y el tipo de extracción de esas energías y su utilización potencian el efecto invernadero, generan lluvia ácida y contaminan el aire, la tierra y el agua.
Alternativa y solución
La buena noticia es que hoy en día están cobrando mayor relevancia los sistemas de energías renovables que capturan, entre otros, la luz solar, la energía del agua o del viento para abastecer el consumo y que son una alternativa y una solución a la huella de carbono.
En este sentido, el bioconstructor Gonzalo Homps destacó la importancia de primero minimizar el consumo de energía aplicando el recurso del diseño bioclimático que contempla la ganancia solar y la eficiencia en términos de aislaciones.
“Cuando uno habla de energías renovables siempre piensa en paneles fotovoltaicos o termotanques solares, lo que es ganancia solar no suele ser muy mencionado. Pero es clave para todo lo que hace el confort térmico pasivo de una casa que es bioclimática”, mencionó.
La observación y el diseño son factores claves a la hora de pensar la autonomía de energías fósiles.
A modo de ejemplo, quien lleva estos conceptos a la práctica en Tandil hace varios años compartió que a la hora de construir una casa se debería evaluar los tipos de materiales con los que se va a edificar, la orientación que va a tener para capturar la energía solar, sistemas de ventilaciones para que en verano no se acumule y espacios para que en invierno esa energía no se pierda.
Hablando de sistemas de energías renovables que se pueden aplicar en un hogar y que no impliquen altos costos de acceso y mantención, Homps mencionó el beneficio de utilizar a la energía fotovoltaica para la iluminación ya que con las bombillas LED de bajo consumo con un equipo muy chico (120 watts), una sola batería y un regulador de carga, se puede tener una iluminación totalmente abastecida con el sistema fotovoltaico.
A su vez, agregó la importancia de siempre tener un “plan B”. “El sistema fotovoltaico tiene como back up un switch de intercambio con la red: a través de una fuente o de un inversor, uno puede en el momento que se le acabó la batería seguir con luz pasando al consumo de red'', explicó.
Una forma de vida
En otro aspecto, para el consumo de agua caliente este bioconstructor utiliza el método solar, tanto para calefacción como para consumo. En este sentido, señaló que se trata de un sistema dual, donde los colectores solares que están ubicados en el techo calientan a través de una serpentina que pasa por un acumulador de agua caliente.
Como advirtió, como hay días que tenés sol o lluvia, ese sistema tiene de back up una resistencia eléctrica, entonces compensando con la resistencia eléctrica se puede evitar que caiga la temperatura donde no hay ganancia solar.
Por su parte, Cecilia Pagliaro es otra de las ya varias personas que se inclinó hacia una opción más sustenable y desde hace tiempo usa un termo solar que le provee de agua caliente en la casa, que es de barro, y confió que “tiene un alto rendimiento”.
“Lo tengo instalado en el techo de la casa, eso le permite tomar la mayor cantidad de rayos del sol”, contó. Sin embargo, es importante destacar que este uso de energía está acompaña por el modo vida que elije y se rige por mayor sustentabilidad y aprovechamiento de los recursos naturales. Así es que también utiliza deshidratador solar para conservar alimentos y todo lo relacionado con la reutilización de residuos, entre otras prácticas.
Romper paradigmas
Ante la pregunta de por qué es necesario que comiencen a aplicarse los sistemas de energía renovables en el mundo, Gonzalo Homps planteó la necesidad de un cambio de mentalidad en cuanto al consumo y la necesidad de romper con el paradigma de estar conectados todos a los mismos suministros de red.
“Cuando vos te hacés cargo de tus sistemas pasas a ser 100 por ciento responsable del déficit, de la falta, tomás mayor conciencia de los recursos y, consecuentemente, del cambio climático y de los impactos ambientales, entonces empezás a ser partícipe y mitigar sobre lo que el planeta está padeciendo”, aseveró.
Enfatizó la necesidad de incursionar en estos sistemas y las nuevas tecnologías. De hecho, recordó que el que pasó de la iluminación con un farol a kerosene a la energía eléctrica de red también dio ese salto.
“Generó un poco de problema la revolución industrial pero es lo mismo. Hoy estamos dando un salto hacia delante, porque estamos utilizando otras tecnologías que van a mejorar la eficiencia de las redes y bajar los consumos porque todavía no está al alcance de todos poder tomar esta decisión”, asentó.
Es cierto que los costos de los equipos son bastantes altos y además para contrarrestar el consumo de una casa hay que entrar en un gasto muy elevado que, estando en Argentina y los costos en dólares, no se termina de amortizar en el corto plazo. Asimismo, cambia tanto la tecnología que es probable “quedarse a medio camino”.
“Mi recomendación para no tenerle miedo y no tener que hacer un salto tan grande es considerar tener una iluminación totalmente abastecida con el sistema fotovoltaico”, concluyó.
En tanto que Pablo del Giorgio, productor agroecológico que instaló este modelo en su campo, detalló que para abastecer una casa tipo se necesitan 12 paneles solares y 12 baterías. “El mantenimiento de baterías es cada ocho años, y son necesarias para el momento donde no hay energía solar disponible ya que son las que almacenan dicha energía. y la manutención de los paneles cada treinta”, contó para quien esté interesado pueda tener una idea.