Historia
Barraca Liggerini, 50 años de trabajo y tres generaciones en la esquina de Yrigoyen y Las Heras
Cumple medio siglo uno de los negocios emblema de la ciudad. Una historia que comenzó Abel Liggerini en Cerro Leones, y que en el presente continúa junto a su hijo Juan José, su nuera Dolores y su nieto Mateo. Mantienen clientes desde hace décadas, tanto en Tandil como en ciudades de la región. “La idea es arrancar con todo los 50 años”, expresaron con el empuje que los caracteriza.
Fue hace 50 años cuando Abel Liggerini, entonces junto a su hermano Ruben, instaló su barraca en la esquina de Yrigoyen y Las Heras. Cinco décadas y dos generaciones después, el negocio es emblema de trabajo y una marca registrada en el rubro en la ciudad.
Recibí las noticias en tu email
En el presente, Abel continúa acompañando a su hijo Juan José, su nuera Dolores y su nieto Mateo. “La idea es arrancar con todo los 50 años”, expresaron con el empuje que los caracteriza.
Al remontarse en el tiempo, el impulsor contó de sus inicios en un almacén en Cerro Leones -hoy reconocido bar del cerro declarado patrimonio cultural-, de los primeros repartos a caballo y de un camino que lo llevó a instalarse en la esquina que ya era de propiedad familiar. “Ahí empezamos, de a poquito”, sostuvo, para mencionar también los viajes a Tucumán, Villa Dolores y otros puntos del país con el fin de buscar papa.
Con el infaltable apoyo de su señora Marta, fue consolidando el negocio. Siempre en la misma esquina, Abel sigue siendo testigo de los cambios de la zona. “Es una esquina muy vendedora, porque tiene buena salida del centro, y ahora hay muchos negocios. El barrio ha crecido y se ha mejorado bastante”, contó.
“Siempre me gustó estar acá. Llegué a los 17 y ahí arranqué. Empecé a hacer el reparto, y una década después me quedé acá en el negocio”, contó Juan José Liggerini, el hijo menor de Abel que tomó la posta de la firma y lo acompaña en la barraca desde hace 30 años.
A lo largo de su historia fueron adaptándose a las variaciones del rubro y a las necesidades de los clientes. Si bien durante los inicios se dedicaban a la papa, la leña, el carbón, los pollitos y a los cereales a granel, sin dejar de lado esos productos, desde hace un tiempo a esta parte se encuentran abocados principalmente a los alimentos para animales y otros derivados.
Los nuevos tiempos
En 50 años de trabajo, Barraca Liggerini se consolidó como un referente dentro del rubro, tanto en Tandil como en la zona. Además de hacer reparto en la ciudad, son distribuidores en Barker, Vela, Juárez, Laprida, Chávez y De la Garma.
El trabajo, contaron, fue transformándose. Lo que antes solía venderse a granel, y debía empaquetarse a mano, ahora ya se comercializa embolsado, por lo que recientemente mejoraron el depósito con una nueva estructura, y adquirieron un auto elevador para dispensar la mercadería en pallets.
“Renovamos la flota automotor con una camioneta, un camión, y con eso fuimos mejorando. A fuerza de sacrificio, y a puro coraje nomás”, dijo Juan José. Y aunque en un comienzo era todo “a papel y lápiz”, en pos de seguir creciendo y expandiéndose, en el último tiempo habilitaron una tienda virtual.
En 50 años de trayectoria, no sólo mantienen buena relación con otros referentes del rubro, sino que también conservan algunos clientes de la primera hora y empleados que han permanecido décadas en el negocio. “Agradecemos a los proveedores y a los clientes, que son los que te aguantan y hacen girar la rueda”, destacaron.
Dolores Valdez Diez, esposa de Juan José, valoró el “legado” del pionero de la familia, y el peso que tiene el apellido Liggerini para con clientes y proveedores. “Te preguntan por el apellido y te dan fiado. Eso es mérito de Abel, nosotros tratamos de seguirlo, y se lo inculcamos a Mateo”, mencionó haciendo referencia al más chico de la familia y continuador en el negocio.
“Hace tres años que está, y ahora se encarga él del reparto. Es muy emprendedor, tiene mucha capacidad, y se maneja con otras herramientas tecnológicas ”, dijo Abel sobre su nieto.
- ¿Es un orgullo cumplir 50 años de trabajo no?
-Sí, la verdad que sí. Y que siga la familia, eso es lo principal.