Arquitectura y urbanismo
Rivadavia 31, el edificio que brinda el privilegio de vivir como en una terraza
En la construcción de perímetro libre, todos los departamentos de Rivadavia 31 garantizan magníficas vistas a las sierras. En los ambientes principales, las ventanas de piso a techo hacen de muro y los balcones se convierten en una extensión del estar. “El living es la terraza”, concluyó el arquitecto. El secreto para sumar más metros a las unidades, los detalles cuidados de la fachada y un SUM con pileta que enamora a propietarios y visitantes.
En Rivadavia 31, la empresa Can Manresa SA terminó un edificio de líneas singulares, con detalles pensados y diseñado para brindar confort a sus habitantes. Con planta baja y cinco pisos, presenta una escala amigable con el entorno en un barrio en plena transición hacia el desarrollo y la densificación.
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En total, cuenta con 16 departamentos, 10 de dos dormitorios y 6 de uno. Del primero al quinto pisos, todas las plantas son iguales, con unidades 3 ambientes de generosos 115 metros cuadrados y otra de 2 ambientes de 57 metros cuadrados, algo difícil de encontrar en el mercado. En tanto, en la planta baja hay un departamento de un dormitorio, de 60 metros cuadrados de superficie y con patio.
Las cocheras se ubican en el subsuelo y habilitan a los moradores a tomar el ascensor para llegar directo a sus viviendas. Además, el edificio incorporó las bien ponderadas bauleras en la planta baja.
Entre todos los espacios que hacen la diferencia en Rivadavia 31, el SUM de la planta baja es especial. Vidriado y muy luminoso, con galería y ambientación moderna, brinda la posibilidad de concretar reuniones familiares o con amigos. Completan ese sector la pileta y solárium, ideal para disfrutar entre las obligaciones, cuando hay poco tiempo para desplazarse a un club, quinta o viajar a la costa.
Vistas 360
La clave de Rivadavia 31 es la condición de ser un edificio de perímetro libre, es decir que no está apoyado en las medianeras. Se realizó en dos lotes que se unificaron, lo que le otorgó la ventaja de un extenso frente y de plantear las vistas hacia los distintos puntos cardinales de la ciudad.
“Es una gran ventaja porque nos permitió hacer el edificio muy compacto. El edificio es una sola cosa”, conceptualizó el arquitecto Guido Magneres, en una recorrida por la obra terminada junto al ingeniero Ricardo Persson y El Eco de Tandil. Esta esencia lo distingue de las construcciones en altura que se apoyan en las medianeras, donde no queda más que generar dos bloques separados.
Además de las vistas, juega otra cuestión positiva: “Al ser compacto, permite aprovechar mucho más los metros cuadrados, por eso es que las unidades tienen tan buena superficie”, reflejó el arquitecto.
Desde la habitabilidad, el perímetro libre contribuye a una mejor calidad de vida, teniendo en cuenta que las ventanas están en las cuatro fachadas del edificio. Pero además, teniendo en cuenta el punto de vista urbano, el edificio cobra vida no sólo en el frente y el contrafrente, sino también en ambos laterales.
Escala amena
El acceso por el frente, en la planta baja, se transforma en un eje central para el urbanismo, y fue diseñado con líneas despojadas y teniendo especialmente en cuenta la escala de ciudad. Con ese concepto, un alero baja la altura hacia la línea municipal y le imprime una identidad amigable con el entorno de casas bajas.
“Lo más importante de esto es la materialidad. Siempre insisto con acercar el hormigón a la gente, que lo ve como algo sin terminar y acá lo puede tocar. Me gustan los materiales como son y si la losa es de hormigón, que se vea, ya es lindo de por sí, no hay que taparlo”, expresó Guido Magneres y se pronunció a favor de que “cada cosa disfrute de su materialidad en la arquitectura, como es”.
Más allá del hormigón a la vista, para los muros optaron por un tono tiza, en busca de no causar impacto en el ambiente. Por otra parte, incorporaron macetas en el frente, a la altura de cada balcón, por lo cual la vegetación está presente y sólo resta el mantenerla. “Logramos que la fachada tenga verde. Es un edificio que se irá poniendo cada vez más lindo con el tiempo en lugar de envejecer”, valoró el arquitecto sobre las plantas de especies colgantes.
Las claves del proyecto
Con identidad, Rivadavia 31 detenta algunas claves en lenguaje arquitectónico que mejoran la calidad de vida de los habitantes del edificio. “Lo primero y principal fue tomar la decisión del perímetro libre, y la segunda idea fue que hicimos los departamentos más grandes con vistas al Parque Independencia, tomando en consideración que la casa muy linda de la esquina no la van a demoler”, confió el arquitecto.
Si bien al estar despegado de las medianeras todas las unidades funcionales abren hacia el paisaje, tanto al arco serrano de La Elena, como a Villa Cordobita y Cerro Leones, los departamentos principales miran al sur y chocan con la postal que ofrece el Parque Independencia y la imponente Bandera Argentina.
En paralelo, el arquitecto consideró que “lo más interesante de todo el proyecto, y tal vez lo menos perceptible a simple vista, es que el núcleo tiene 15 metros cuadrados nada más en una planta de 300 metros cuadrados. Generalmente, en una planta de 300 metros, se calcula que el núcleo ocupa el 20 por ciento, unos 60 metros cuadrados. En este edificio tiene 15 y los otros 65 metros se los pudimos dar a los departamentos”, detalló.
Como conclusión, en base a la resolución del proyecto, ganaron 45 metros cuadrados en el diseño compacto de la planta, optimizando el espacio destinado a los accesos por ascensor y escalera más el área común del pasillo. Esos 45 metros cuadrados de “ahorro” multiplicados por las 6 plantas arrojan 270 metros cuadrados que fueron a las viviendas, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Rivadavia 31.
“Son metros cuadrados que en cualquier edificio se desperdician. Este es el secreto del edificio. Son 270 metros cuadrados que quedaron para los departamentos y no para el área común que se termina pagando igual cuando el cliente compra el departamento. Por eso pudimos hacer unidades funcionales de tan buenos metros”, analizó.
En la misma sintonía, el ingeniero Ricardo Persson señaló que no es común encontrar en Tandil unidades de 2 dormitorios de 115 metros cuadrados. “Está muy bien aprovechado el metraje”, elogió y durante la recorrida por las plantas fue posible apreciar que los espacios de circulación están muy bien resueltos, redundando también en menores costos tanto de mantenimiento como de energía.
Detalles para el buen habitar
Los departamentos de Rivadavia 31 son cálidos, modernos y confortables. Toda el área de servicios se encuentra contra el núcleo del edificio, privilegiando que los dormitorios abran sus enormes ventanales hacia el perímetro libre.
Al describir algunos detalles, presentan la cocina integrada al living con una generosa barra que contempla la posibilidad de montar un muro divisorio en seco para aquellos que prefieren ambientes independientes.
A continuación de la cocina, el lavadero se encuentra separado, con ventana al exterior que garantiza iluminación y ventilación. Ambas dependencias, totalmente equipadas con horno y anafe, mobiliario, caldera y termotanque.
Como otra característica, los balcones del estar de los departamentos principales se ubicaron sobre el lateral del edificio, hacia el Parque, y cuentan con una parrilla individual. “Básicamente, el living es una terraza. Si sacamos todos los vidrios, estamos en una terraza y el living es un balcón”, interpretó el arquitecto Magneres, muy satisfecho con los resultados de la obra.
Entre otras comodidades, optaron por calefacción por losa radiante, lo que les permitió las imponentes dimensiones de las ventanas pero además brinda ventajas en la ambientación ya que no hay radiadores que ocupen espacio.
Las unidades cuentan con dos baños completos y uno de ellos en suite. También se destaca el diseño compacto en la circulación interna, donde el sector más privado de la vivienda prescinde de largos pasillos gracias a un distribuidor al que abren los dormitorios y sanitarios.
Un espacio común
En la planta baja, el SUM y la pileta brindan a los habitantes la posibilidad de realizar reuniones. El ingeniero Persson destacó que el perímetro libre habilitó la opción de dos grandes ventanales y uno de ellos remata en la generosa galería.
El jardín, una plaza seca de sencillo mantenimiento, fue diseñado por Verdenia, que dispuso una buena cantidad de macetas.
El SUM está aislado de los departamentos, lo que garantiza privacidad y aleja los sonidos propios de las reuniones sociales.
Terminaciones que hacen la diferencia
En cuanto a las terminaciones, Can Manresa SA seleccionó especialmente los materiales y equipamiento para garantizar confort. Las unidades se entregan con:
-Carpinterías de PVC con DVH (Doble Vidriado Hermético)
-Porcelanatos de primera calidad de grandes medidas.
-Mesadas en granito y mármoles.
-Calefacción por piso radiante con calderas duales italianas.
-Griferías y artefactos sanitarios de primera marca.
-Cocina equipada con horno eléctrico, anafe a gas y extractores.
-Placares con interiores
-Portero visor color con visores que habilitan la entrada al edificio con reconocimiento de huella dactilar o facial.
-SUM con cocina completa, parrilla y pileta.
-Cocheras en subsuelo.
Can Manresa SA, una empresa que apuesta al crecimiento de Tandil
Durante la recorrida por Rivadavia 31, el ingeniero Ricardo Persson brindó algunas precisiones sobre la actividad de Can Manresa SA. “Como empresa venimos haciendo edificios para terceros y también emprendimientos propios. Este en particular es un emprendimiento propio”, informó.
La firma nació en 2006, como constructora de edificios encarados por inversores. Sin embargo, en 2009, “empezamos con el primer proyecto propio y desde ahí, fuimos haciendo varios”, agregó Persson.
En cuanto a la planificación de las obras, explicó que “Rivadavia 31 es el último edificio que terminamos y ahora estamos largando dos más: uno en Maipú al 600 y otro en Avellaneda al 1.600. También estamos construyendo, promediamos la obra, otros emprendimientos propios en Paz 343 y en Avellaneda 1.237”.
Un sello
Ricardo Persson precisó que sus proyectos están enfocados al rubro de edificios para viviendas. “Lo que buscamos es armar proyectos con departamentos amplios, que tengan buenas vistas, que sean cómodos”, reseñó y destacó las ubicaciones, buscando avenidas en pleno desarrollo y locaciones en los bordes del microcentro.
“La idea siempre es, poco a poco, ir generando innovación. Ya sea desde mejores diseños, mejores materiales, estamos pensando en implementar un poco de domótica”, anticipó sobre el espíritu que motiva al equipo de Can Manresa y puntualizó la búsqueda constante para lograr proyectos cada vez más sustentables, tanto desde el diseño, como la elección de materiales y el agregado de tecnología.
Desde el diseño, como quedó demostrado en Rivadavia 31, apuntan a sumar metros a las unidades funcionales y aprovechar al máximo posible las vistas que ofrece la ciudad.
Los clientes
Consultado sobre la dinámica para financiar los edificios, Persson explicó que “comercializamos desde el pozo y construimos a través de la figura de fideicomiso”.
Al evaluar qué tipo de clientes se suman a estas oportunidades, describió que “son variados, desde el que compra para ir a vivir hasta el que compra para hacer un negocio y venderlo cuando está terminado, cuando obviamente tiene otro valor”.
En simultáneo, señaló que muchos compradores son de Tandil, pero también “hemos visto un movimiento de gente de afuera hacia Tandil en los últimos años. Se nota gente que viene de Buenos Aires y también de otros lados. Hemos tenido clientes del sur de Buenos Aires, está creciendo fuerte Tandil”.
Sin dudas, un valor agregado de Can Manresa es que nació en esta ciudad y trabaja de cara a la comunidad. “Una de las ventajas que tenemos es que el inversor nos conoce. Desde el momento que viene a averiguar por una inversión al pozo ya nos ve, tiene una reunión y durante todo el proceso de construcción está en contacto con nosotros y después, cualquier inconveniente que pueda tener, estamos para que nos toquen la puerta. Eso creo que es un valor agregado”, mencionó el ingeniero, quien también apuntó que, como política empresarial, el 95 por ciento de los insumos para las obras y de los contratos los resuelven en Tandil para promover el crecimiento de la comunidad.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)