MIEL Y FRUTILLAS: mitos y verdades de la alimentación infantil
Algunos alimentos pueden ser perjudiciales para niños muy pequeños.

Cuando somos padres por primera vez, uno de los momentos más esperados es el de la alimentación del hijo en cuestión. El primer plato de puré de zapallo; la primera vainilla o manzana. El pediatra nos escribe una lista con los permitidos y los no permitidos y ahí salimos, airosos, a preparar ese tan ansiado bocado. Como dice el dicho, cada maestrito con su librito, es verdad. Y, también es real que, con el paso del tiempo, hay cosas que van cambiando. Algunos alimentos que antes recomendaban no dar a los bebés de menos de un año, hoy están permitidos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLA MIEL:
No se aconseja dar miel a los niños antes del primer año de edad. Se recomienda esperar a los 12 meses, ya que la miel y sus productos derivados puede contener esporas de Clostridium botulinum, que son inofensivas en adultos, pero no en niños tan pequeños. Porque sus estómagos no están lo suficientemente preparado para destruir las esporas y en su intestino crecen, se multiplican y puede producir neurotoxinas que pueden paralizar los músculos. A esto se le conoce como botulismo infantil, algo poco frecuente pero muy grave.
La miel se compone principalmente de azúcares (80%), agua (17%) y cantidades muy pequeñas de proteínas, vitaminas y minerales. E, incluso, dado la gran cantidad de azúcar que contiene, no se recomienda su consumo en menores de 3 años.
LAS FRUTILLAS:
Algunas frutas, por más saludables y riquísimas que sean, con su gran cantidad de vitaminas y minerales, se recomiendan a partir del año de edad. Esto es tan solo porque pueden provocar alguna alergia, especialmente en niños que son más susceptibles o con antecedentes familiares de alergia. Las frutillas o los kiwis pueden ser un ejemplo de ello. Hay profesionales de la salud que permiten probarlas antes del año, pero sin combinar con alimentos que pueden también provocar alergias, tales como el maní, el pescado o el chocolate.
Siempre, lo mejor, es consultar a quienes saben.