Educación neuroemocional
La importancia de educar en las emociones a los chicos
Las habilidades emocionales se aprenden y son fundamentales para el desempeño de los chicos en sociedad.
Hoy es común que entre padres y madres hablemos de la inmadurez emocional de algunos de nuestros hijos. Es muy inteligente para los números pero no sabe resolver situaciones emocionales cotidianas, dicen unos; lee desde muy chico pero ahora que está más grande, llora y grita ante cualquier problema que para el común de los normales es vano, dicen otros.
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En la sociedad actual, la empatía, la inteligencia emocional, la comunicación efectiva y la resolución de problemas, entre otras, son destrezas útiles para el futuro de cualquier niño; y muchas veces, no se aprenden ni en casa ni en la escuela tradicional.
Las transformaciones aceleradas tanto en el ámbito laboral como en el tecnológico presentan un gran desafío a la educación, que debe encargarse de formar individuos no solo competentes en habilidades técnicas, sino también en las socioemocionales. Estas últimas, a menudo son pasadas por alto, se están revelando como pilares fundamentales para el éxito y el bienestar en el mundo moderno.
El mundo laboral está en constante evolución, y con él, las habilidades y competencias requeridas. Mientras que algunas habilidades técnicas pueden volverse obsoletas, otras emergen como esenciales. La capacidad de adaptación y aprendizaje continuo se ha convertido en un activo invaluable, y en este contexto, las habilidades socioemocionales se destacan como perdurables y universales.
Es fundamental que prestemos atención a nuestros hijos y consultemos a especialistas. Con ayuda de profesionales o haciendo foco en las emociones, sin quitarles la importancia que merecen, y comprendiendo cuáles son sus debilidades, es que podremos ayudarlos a resolver cuestiones vinculadas a las emociones, que luego podrán trasladarse a cualquier ámbito en que se desempeñen.
La creatividad y la resolución de problemas son competencias esenciales en un mundo donde las soluciones innovadoras son altamente valoradas. A medida que los trabajos tradicionales evolucionan y surgen nuevas profesiones, estas habilidades se mantienen como pilares sólidos en el desarrollo de la fuerza laboral. La colaboración y el trabajo en equipo son esenciales en la mayoría de las industrias, y estas habilidades están arraigadas en la inteligencia emocional y la capacidad de relacionarse con los demás de manera constructiva.
Para preparar a los estudiantes para el futuro, es imperativo que la educación fomente estas habilidades socioemocionales y cognitivas desde una edad temprana. La inclusión de proyectos y actividades interdisciplinarias en el currículo escolar es una estrategia eficaz para lograrlo. Estos proyectos permiten a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos del mundo real, estimulando la creatividad, la resolución de problemas y la colaboración.