Lavand y su amigo Vicente Mazzone, al que le dedicó su "zurdo abrazo"

La historia de la pérdida de la mano de René Lavand, cuando era casi un niño, ya es muy conocida. 

Su fama germinó y creció potenciada por su habilidad de hacer su arte con solo una mano, la izquierda, claro. 

Pero una vez, más allá de contar el mismo muchas veces el accidente que lo dejó con solo una, le agradeció a su “zurdo abrazo” . 

Y le puso nombre: Vicente Mazzone. 

Lo hizo en los agradecimientos de su libro Barajando recuerdos, la publicación que justamente su amigo Vicente, por entonces dueño de Roma Deportes y el Plaza Hotel, lo ayudó a editar. 

Así se refirió a él: “Expreso mi sincero y profundo agradecimiento a mi amigo Nicodemo Vicen

te Mazzone, quien enterado de mi inquietud, evitó la intervención de editoriales comerciales y por propia decisión y en un impulso de su sincera amistad, posibilitó la puesta en escena de Barajando recuerdos. Gracias a él recibo este homenaje al cumplir mis setentas primaveras. Para Vicente, mi zurdo abrazo”.

 Hoy, todavía, en el mostrador del Hotel, sobre la calle Pinto, y en sus pasillos, el recuerdo de Lavand permanece con forma de retratos, fotografías históricas y notas firmadas.