Rehabilitación del piso pélvico: la importancia de trabajar desde lo preventivo

Incontinencia urinaria, prolapso o dolor en las relaciones sexuales son algunos de los síntomas de piso pélvico. Y llamadas de atención para realizar una consulta.

El piso o suelo pélvico es un conjunto de músculos, fascias, ligamentos que forman y tapizan el piso de la pelvis ósea y tiene funciones muy importantes como sostener los órganos intrapélvicos: la vejiga, la vagina, el útero y el recto. Así lo explicaron las licenciadas María José Sansalone y Natalia Vescovi, kinesiólogas especialistas en Rehabilitación en Piso Pélvico.

En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, las kinesiólogas detallaron que además el correcto funcionamiento de la zona tiene otras dos funciones: la finteriana, (esto es ser capaz de contraerse para contener la orina en la vejiga, la materia fecal en el recto y relajarse cuando lo decidamos en el momento adecuado para poder vaciar completamente esos órganos). Y la otra de apreciación sexual, que da la sensibilidad. 

Rehabilitación del suelo pélvico 

Las disfunciones que pueden aparecer están relacionadas a “lesiones por debilidad de la musculatura de la zona como un prolapso, incontinencia de orina de esfuerzo, aunque no todas son por debilidad”, aclaró Vescovi. 

“Se pueden registrar lesiones por excesiva tensión de esa musculatura como pueden ser la dispareuna (dolor en las relaciones sexuales) o un aumento de la frecuencia o de la urgencia miccional de orinar repentina y fuerte, de ir al baño a vaciar la vejiga”. 

Y en ese punto destacó que “se produce porque esa musculatura en vez de estar débil se encuentra demasiado tensa y aparece ese tipo de sintomatología. La paciente que tiene una urgencia para vaciar la vejiga, de no tener ganas, pasa a salir corriendo al baño, eso también es un síntoma”.

La licenciada Sansalone explicó que las mujeres y los hombres tenemos piso pélvico, pero la mujer tiene más factores de riesgo por haber atravesado, por ejemplo, un embarazo, un parto o la menopausia, y eso “ya nos predispone a tener alguna lesión perineal”. 

“Y además tenemos el hiato vaginal donde si esa musculatura está débil, los órganos intentan prolapsar (desplazarse de su sitio) que al hombre no le sucede”.

En ese caso, “el hombre tal vez manifiesta más problemas prostáticos, pero también tiene lesiones perineales”, indicó. 

Para la rehabilitación del piso pélvico las derivaciones pueden llegar de ginecólogos, urólogos o proctólogos. 

Tratamientos para la rehabilitación

Cuando una paciente llega al consultorio, la licenciada Vescovi subrayó que “lo que nosotras hacemos es una evaluación de la zona lumbar, abdominal, diafragma y del suelo pélvico en sí, intracavitaria, donde se ve como está esa musculatura: si está débil, tensa, con alguna cicatriz, si le duele o presenta un prolapso de vejiga, vagina o rectal y en base a eso se realiza un tratamiento específico para cada paciente”.

Luego de un embarazo ¿qué hay que tener en cuenta?

Por el sólo hecho de vivir un embarazo, el peso del bebé recae sobre el periné que tiene que sostener y hace que se vaya debilitando, indicó Sansalone y agregó que “el parto vaginal donde esa musculatura se tiene que relajar tanto queda muy flácida y sensible, y todo ese momento de la mujer deja como predispuesta a alguna lesión perineal”.

“Las pacientes pueden venir para evaluar su periné, y volver a su vida cotidiana, laboral. Tienen que hacer una evaluación de cómo ha quedado la zona”.

Y si se requiere de una rehabilitación, “en el caso que sienta que se le escapa la orina eso indicaría una debilidad y se le da ejercicios para fortalecer esa musculatura. Además se acompaña con cuidados posturales, porque cuando no es buena ese sobrepeso recae sobre el piso pélvico”, subrayó Vescovi.

Asimismo, “se aconseja una buena dieta, evitar el sobrepeso y la constipación, estos últimos son factores de riesgo que lesionan la zona”. 

Sansalone agregó que utilizan fisioterapia y electroestimulación para poder fortalecer esa musculatura además de los ejercicios que se le indica a la paciente.

Incontinencia urinaria

La especialista detalló que la incontinencia urinaria “la dividimos en los casos de esfuerzo, donde muchas veces al estornudar, toser o hacer algún esfuerzo puede suceder. Y por urgencia, donde la paciente tiene una necesidad imperiosa de salir corriendo al baño donde el piso pélvico no es capaz de anticiparnos para poder llegar tranquilas, es de un momento al otro”.

Y en ese caso “se trabaja con hábitos saludables, fisioterapia, neuromodulación, ejercicios de respiración, elongaciones, y todo de acuerdo a la evaluación, vamos llevando el tratamiento”.

Qué sucede si no llega a la consulta ante un síntoma

La kinesióloga Vescovi explicó que “si una persona presenta un prolapso y no conoce los factores de riesgo, va avanzando y de una situación que se puede solucionar con una rehabilitación puede terminar en una cirugía”.

Y en el caso de incontinencia urinaria “puede ocasionar que la paciente no quiera salir, se restrinja para los viajes, o en otras actividades. Ningún tipo de incontinencia es normal, así empieza y si se va dejando avanza el cuadro”, remarcó. 

Menopausia y piso pélvico

Sansalone describió que “la menopausia es un momento en la vida de la mujer donde se despiertan ciertos síntomas que por ahí estaban ocultos y el mismo organismo los compensaba”.

“En esa etapa disminuye el colágeno, la elastina, las fibras musculares se debilitan y eso lleva a una debilidad”, explicó Vescovi.   

Para las kinesiólogas, “trabajar desde lo preventivo es lo mejor y más importante” subrayaron como mensaje a las pacientes que presentan algún síntoma y destacaron que no duden en consultar porque hay tratamientos. 

Las especialistas atienden en la Clínica Modelo y además las pueden encontrar en Instagram como @pisopelvicosanotandil