Nutrición infantil: la importancia de los primeros mil días de vida

La nutrición infantil es muy importante ya verla desde la etapa de la gestación, y por eso se habla de la importancia de los primeros mil días desde la gestación hasta los dos años de vida del niño, explicó Mercedes García, nutricionista, integrante del equipo de Conin Tandil.

En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la profesional explicó que en esa etapa “se va a determinar el desarrollo del cerebro y dónde más cambios se pueden hacer, por lo que si no hay tanto cuidado es donde pueden quedar más secuelas a futuro”.

Y en este punto, García remarcó que “en los primeros mil días se tienen en cuenta la alimentación desde el embarazo, y si la mamá viene con una desnutrición asociada el niño puede nacer con bajo peso”.

Conin Tandil (Cooperativa para la Nutrición Infantil) es una ONG que tiene su casa central en Mendoza y sede en la ciudad, que trabaja con niños de cero a cinco años y mamás embarazadas, donde “nos enfocamos, fundamentalmente, en tratar la desnutrición infantil, pero desde una manera multifactorial”, apuntó la nutricionista.

“No sólo trabajamos con la alimentación sino también con la familia, el entorno, o psicopedagogía, porque hay que ver que lleva a que el nene coma mal”, remarcó. 

Los cuidados durante el embarazo

La nutricionista explicó que si una madre no se cuida puede ser que desarrolle también una diabetes a futuro o bebés que pueden presentar patologías asociadas a largo plazo. “Y lo que es la lactancia materna, es algo que en Conin hacemos mucho hincapié. Mantenerla de manera exclusiva hasta los seis meses porque es el alimento que el bebé necesita, porque tiene los nutrientes que lo van a proteger, y se fortalece el vínculo con la mamá”.

Asimismo, resaltó que “los mayores problemas de nutrición aparecen cuando la lactancia por alguna cuestión no se puede dar de la manera que se tendría que hacer” y planteó la importancia de “tratar de la manera que sea de fomentar y mantener esa lactancia materna”, apuntó García.

La alimentación de la mamá

La especialista indicó que hay que partir de la base, en lo que se pueda, de “tener una alimentación lo más variada posible. Nosotros trabajamos con sectores muy vulnerables y eso quieras o no es una limitante, pero es enseñar a tener mejores hábitos”. 

“La importancia que se asista a las consultas, que se hagan las ecografías. En las cosas más simples, bajar el consumo de dulces, de azúcares, tomar más agua, comer más frutas y verduras siempre dentro de las posibilidades a las que se pueda acceder”, señaló.

Se hace hincapié en alimentos que sean fuente de proteínas, hierro, calcio “que por ahí son los nutrientes un poco más críticos en el embarazo”.

Conin Tandil cuenta con talleres, entre ellos de cocina, donde “trabajamos eso y entregamos los bolsones a las familias con alimentos supercompletos, con mucha variedad, y tratamos que los talleres se hagan en base a lo que va en el bolsón, cubrir los nutrientes”, manifestó García.

“Hoy en la población se ve mucho consumo de almidones e hidratos de carbono solos donde faltan otros nutrientes, o hasta en la ingesta de agua también se observa”, destacó.

Cómo se advierte la mal nutrición

Los controles y observaciones que se llevan adelante pasan por una evaluación antropométrica “que realizamos a las mamás embarazadas o a los niños, a los que pesamos y medimos. Se puede ver que quizás el peso para la edad que tiene no es el adecuado. En nenes que son más grandes, pasados los dos años que ingresan a Conin, por ahí ya están con una baja talla crónica, lo que implica que hay una desnutrición crónica. Algo que no se pudo corregir y ese chico quedó con una baja altura para la edad que tiene, eso como punto de partida”, detalló la nutricionista.

“Hay que tener en cuenta que cuando se trabaja con un niño se lo hace también con la familia, y hay que empezar a modificar desde ahí”, destacó.

El trabajo multidisciplinaro

Las acciones que la ONG lleva adelante se hacen desde lo multidisciplinario por lo que “nuestro equipo está formado por una trabajadora social, psicopedagoga, pediatra, nutricionista, coordinadora directora del centro y maestras iniciales en las salas”, enumeró la profesional. 

Además “se trabaja desde la educación y la estimulación temprana, todo eso que conlleva al desarrollo de un niño”.

El acceso de las familias a la organización se puede dar de distintas maneras que pueden ser por derivaciones que llegan del hospital o de otras entidades, o por demanda espontánea con la necesidad de participar del programa y luego se realiza una visita con la trabajadora social. 

“En primera instancia se hace una evaluación nutricional junto con la pediatra, un relevamiento de la parte social de la familia y a partir de esos datos se ve si está para entrar al programa, de lo contrario se deriva a otro lugar donde el niño pueda ser atendido”, explicó García.

Una vez que se admite a la familia

El sistema cuenta con una historia clínica digital “donde estamos en contacto con Conin Mendoza, por lo que, si ese niño cumple los criterios para ingresar ya se lo ingresa al programa y se lo comienza a citar de acuerdo a la situación nutricional con una determinada periodicidad para hacer los controles”, señaló la especialista.

Al tiempo que remarcó que “siempre se acompaña a la familia y hay un seguimiento constante. Les armamos un cuaderno a los nenes que lo llevan cada vez que los vemos y se llevan las indicaciones de los controles que se hacen. En algunas ocasiones se inicia con pautas básicas para cambiar y corregir”.

En la reunión del equipo se realizan las evaluaciones de cómo van evolucionando quienes participan del programa, el avance y si hay situaciones complicadas.

“Se puede, si nosotros no tuviéramos esperanzas no estaríamos haciendo esto”, concluyó Mercedes García.

Conin Tandil funciona en Darragueira y Vistalli. También lo encuentran en Instagram como conintandil, donde se está la información para conocer más el trabajo que llevan adelante y si desean colaborar con la ONG.