Las cadenas de agrícolas plantearon los desafíos y oportunidades para el sector

El encuentro -más allá de lo festivo- se convirtió en una plataforma para analizar los desafíos y oportunidades del sector agroindustrial argentino en un contexto global complejo y lo planteado es motivo de un nuevo podcast de El Eco Campo.

Martín Biscaisaque, presidente de Argentrigo, fue el encargado de abrir el encuentro, destacando el rol crucial de la agroindustria argentina en la seguridad alimentaria global. Ante una población mundial que en 2023 alcanzó los 8.000 millones de personas, Biscaisaque enfatizó la necesidad de un compromiso firme con la producción de alimentos.

Las cifras hablan por sí solas: las cuatro cadenas agroindustriales argentinas contribuyen con el 50 por ciento de las exportaciones del país y generan más de 1,1 millón de empleos directos. Su aporte al Producto Bruto Nacional (PBN) es del 23,1 por ciento, mientras que representan el 23 por ciento del empleo privado. En los primeros ocho meses de 2024, estas cadenas generaron más de 20 mil millones de dólares en el balance de cuenta corriente, lo que equivale al 83 por ciento de las divisas netas que ingresaron al país.

Sin embargo, Biscaisaque también fue claro al señalar que el potencial de la agroindustria argentina aún no se ha explotado completamente. Para alcanzar una mayor eficiencia, el presidente de Argentrigo propuso un plan estratégico basado en tres ejes principales: competitividad, innovación y sostenibilidad.

En materia de competitividad, Biscaisaque abogó por la estabilización de la economía, un marco normativo que promueva una economía más abierta y competitiva, la eliminación de los derechos de exportación y otros impuestos distorsivos, la inversión en infraestructura y la reducción de la burocracia.

Innovación y fortalezas

En cuanto a la innovación, el planteo contempla la creación de una nueva ley de semillas, el desarrollo de biocombustibles y el apoyo a la sinergia público-privada en ciencia y tecnología.

Finalmente, en el ámbito de la sostenibilidad, el presidente de Argentrigo destacó el compromiso del sector privado con la adopción de buenas prácticas agrícolas para cuidar el medio ambiente y producir alimentos de calidad. También instó al Estado a acompañar las gestiones con otros países que pretendan imponer políticas que atenten contra la producción argentina.

Biscaisaque reconoció las fortalezas de la agroindustria argentina: una de las cuencas fotosintéticas más eficientes del mundo, productores jóvenes y capacitados, y un fuerte compromiso con la innovación. Para que estas fortalezas se traduzcan en un mayor desarrollo, Biscaisaque enfatizó la necesidad de un Estado que actúe como un verdadero socio estratégico.

En este sentido, el presidente de Argentrigo abogó por una reforma impositiva integral que reduzca la carga tributaria y simplifique los procesos burocráticos, la revisión de la normativa que regula las actividades productivas con un enfoque regional que evite trabas y regulaciones locales, y la exploración de nuevas formas de gestión que involucren al sector privado en temas clave para la competitividad, como la infraestructura vial rural.

Biscaisaque destacó el plan presentado para la modernización de la hidrovía, un proyecto clave para mejorar la logística y la eficiencia en el transporte de productos agroindustriales. Además, hizo un llamado a las cadenas productivas a identificar y generar sinergias para mejorar la competitividad, acceder a nuevos mercados e innovar en producción y comercialización.

Contrastes

El presidente de Argentrigo también repasó dos situaciones contrastantes que se presentaron durante el año. Por un lado, el esfuerzo coordinado entre el sector público y privado para responder al ataque de la plaga "Chicharrita" (Dalbulus maidis), que brindó certidumbre sobre su evolución futura. Por otro lado, la respuesta ante la reglamentación 1115/2023 de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación, que no estuvo a la altura de las expectativas.

Biscaisaque resaltó la colaboración entre las cuatro cadenas y el Comité Ejecutivo Agrobioindustrial, que se consolidó como un motor de diálogo y acción para el sector. La participación activa en debates clave y la promoción de políticas públicas que favorezcan el desarrollo fueron algunos de los logros del trabajo conjunto.

En este contexto, Biscaisaque destacó el reciente viaje a Brasil junto a legisladores nacionales, que fortaleció los vínculos con el país vecino y sentó las bases para una mayor integración regional. La cooperación con el ámbito político para superar las dificultades y construir un futuro próspero para la agroindustria fue otro de los puntos centrales de su discurso.

Convocatoria

El cierre del discurso de Biscaisaque estuvo marcado por un llamado a la colaboración y al trabajo en equipo. El presidente de Argentrigo invitó a todos los actores del sector a redoblar esfuerzos, fortalecer los vínculos y trabajar con pasión para que la agroindustria argentina siga siendo un motor de desarrollo para el país.

A continuación, Sergio Iraeta, secretario de Agricultura de la Nación, tomó la palabra para expresar su total coincidencia con el mensaje de Biscaisaque. Iraeta aseguró que el gobierno está trabajando para hacer realidad los planteos del sector agroindustrial.

El secretario de Agricultura destacó los cambios que se están produciendo en Argentina, que considera de gran importancia. Iraeta afirmó que nunca antes había visto un presidente capaz de decir la verdad, como la de que el campo estuvo sosteniendo durante 80 años las pésimas políticas económicas aplicadas en el país.

Para Iraeta, la honestidad del presidente genera esperanza, ya que “quien se anima a decir la verdad también se anima a hacer lo que hay que hacer para cambiar”. El secretario de Agricultura concluyó su intervención asegurando que este gobierno "hace lo que dice y dice lo que piensa".