PREVENCIÓN
ECOSALUD: Mitos y verdades de la alimentación y la prevención
Con un plan de alimentación adecuado se evitan enfermedades metabólicas, hereditarias, alta presión o diabetes. Por eso la importancia de que sea personalizado para cada paciente. Mitos y verdades sobre el ayuno y el rol del desayuno.
La relación con los alimentos es inevitable. Lo importante es saber que se puede tener una alimentación adecuada y que es un trabajo personalizado de todos los días. Se puede adaptar a cualquier circunstancia, pero “hay que tener voluntad, ganas, comprender que es para mejorar la salud. Después viene el beneficio estético y superficial, pero primero está la salud, siempre”, explicó la licenciada Ayelén Sallorenzo, nutricionista, en diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios.
Recibí las noticias en tu email
Al ser consultada sobre qué se puede prevenir con una adecuada alimentación, la nutricionista indicó que “cada vez más se habla de la importancia de la alimentación no sólo en un estado de enfermedad sino también de prevención, porque los alimentos pasan a ser nuestros medicamentos”.
“Si se lleva una alimentación equilibrada, saludable, adecuada para cada etapa de la vida, “uno puede mejorar su salud y evitar muchas enfermedades metabólicas, hereditarias, presión, diabetes. Es muy importante personalizar la alimentación de cada uno”, destacó.
Y en este punto, explicó que se hace una evaluación inicial del paciente, donde muchas veces incluye laboratorio o análisis de sangre, y una entrevista, “que es la parte más importante de la consulta porque se llega a conocer al paciente, comprender la realidad que vive, el contexto en el que se maneja, donde trabaja, de qué, el entorno familiar, socioeconómico, las costumbres”.
A partir de esa primera etapa, “se realiza una evaluación física y antropométrica para determinar en qué situación se encuentra y realizar un plan de alimentación, no dietas”. Y marca una situación importante: “no se habla más de dietas”.
Se trabaja en ordenar la alimentación de cada individuo en base a los requerimientos, necesidades, actividad deportiva, a las patologías si existen, y a la medicación que consume. “Cada vez son más las consultas de personas que quieren evitar las patologías que sus padres tienen, como presión arterial o diabetes, y quieren llegar a una buena vejez o evitar tomar medicamentos, o sustos por colesterol, presión elevada, y cómo hacer para evitar eso”.
La comida y lo emocional
Sallorenzo destacó que es un vínculo en el que se trabaja mucho “siempre en conjunto con psicología cuando los casos son bastante graves”. Y remarcó que “las emociones y la alimentación están íntimamente relacionadas”, por eso es muy importante prestar atención y evaluar si lo que se come “lo deseo, tengo apetito en el estómago, o estoy viviendo una situación muy estresante o ansiedad, y eso me puede llevar a ingerir alimentos sin necesidades o sin apetito. Uno trabaja estas percepciones, se trabaja la reeducación desde este punto de vista”.
Puede interesarte
Según contó, es algo que “no diferencia géneros, pasa en todas las etapas”.
La importancia de iniciar en edades tempranas
La especialista indicó que cuando se trabaja desde la temprana edad se ven resultados excelentes. “Se puede moldear la educación alimentaria, estos hábitos en los niños, en los adolescentes, entonces, en la edad adulta tienen otra información, otro conocimiento de cómo percibir su organismo, su cuerpo, de cómo organizarse”.
Un mito que se ha erradicado es que sólo se concurre al nutricionista para descenso de peso. “Cada vez son menos los que confían en las dietas de moda. Se ha visto en el tiempo que no tienen un aval científico, que no son serias, que no se pueden sostener en el tiempo. Se acuden a tratamientos nutricionales para ayudar a mejorar algún aspecto físico del cuerpo exterior, pero no perjudicar el organismo, que es un punto importantísimo”, remarcó.
Puede interesarte
Y apuntó que “todos los cambios bruscos perjudican a nuestro organismo. Cuando se realiza un tratamiento con déficit calórico, cuando se bajan mucho las calorías que se consumen a diario genera una desnutrición en el cuerpo, cansancio, fatiga, descenso de vitaminas y minerales, nutrientes fundamentales para tener vitalidad, no enfermarnos, tener una buena salud, una buena inmunología, buenas defensas”.
Es por ello que en los consultorios cada vez se habla más “acerca de esta prevención de desnutrición. Si quiero bajar de peso tengo que ser prudente en los tiempos en los que realizo el descenso, concurrir a un profesional para que pueda hacer un seguimiento y evaluación para ver si el descenso no está generando malestares en mi organismo, sino me estoy poniendo anémica o falta alguna vitamina y que sea de manera responsable”.
Negociaciones en los planes de alimentación
Muchas veces se habla de lo ideal y lo posible, y si hay posibilidades de negociación cuando realizamos planes de alimentación. Sallorenzo describió que este verano “el tema del alcohol es lo que más se está negociando en el consultorio, por el calor, lo social, las vacaciones, fines de semana. Cuando no hay una patología de base o una enfermedad el tema del alcohol se negocia mucho, qué se puede tomar, qué medida, siempre priorizar la hidratación y tomar mucha agua. Siempre se negocian cosas, dependiendo del momento de cada paciente”.
Es normal que el plan alimentario varíe al igual que la vida cotidiana. “Hay muchas maneras de modificar los planes de alimentación. Mezclar diferentes tipos de opciones para que sea la más adecuada para cada etapa”.
¿El desayuno es la la comida más importante del día?
La licenciada en nutrición indicó que se priorizan cuatro comidas por día. Pero el desayuno “es como nuestro motor que se tiene que encender para funcionar de manera saludable. No hay una sola forma de desayuno. Se buscan alternativas. Lo importante es brindarle al organismo luego del descanso un alimento que nos pueda dar energía para encarar todo el día, adecuado para el día que se viene”.
“No comer no es una opción”
La decisión de no ingerir alimentos por espacios prolongados de tiempo “genera un estado de enfermedad en el organismo, de carencia, genera mucho malestar a nivel gástrico, esofágico, la consecuencia inmediata es la gastritis, desnutrición, deshidratación y déficit de vitaminas, minerales, proteínas y descensos de peso muy bruscos. Baja la masa muscular, y es muy peligroso para la salud. No comer no es una opción. Si quiero bajar unos kilos reducir un poco las porciones de las comidas sería lo adecuado, siempre y cuando lo que como sea saludable”, puntualizó Sallorenzo.
Puede interesarte
Además advirtió que “está contraindicado, no solo por las consecuencias que puede generar en la salud, sino por los malestares durante la jornada laboral acerca de la concentración, puede generar desmayos, hipoglucemia, descenso de presión arterial”. Por eso, agregó que “todos los extremos hacen mal, el déficit y el exceso este es el gran dilema, poder encontrar un equilibrio adecuado para cada uno, para cada etapa de la vida y cada momento”.
Por su parte, el exceso de alimentación se refleja en la patología que es la obesidad, en el síndrome metabólico, “en exceso de tejido adiposo abdominal, lo cual es una enfermedad que conlleva muchas consecuencias a nivel metabólicas, cardiovasculares como hipertensión, diabetes o hasta problemas óseos”.
El abordaje es multidisciplinario
Además de la nutrición, intervienen especialidades como endocrinología, diabetes, psicología, cardiología. “Tenemos un equipo multidisciplinario y permanente, al paciente lo tratamos entre todos, generamos ateneos y conversaciones privadas para englobar el caso clínico para ver qué punto de vista tiene cada especialidad para poder brindarle lo más integral y completo de acuerdo a lo que necesite”.
Luego de la evaluación del paciente se selecciona el plan de alimentación, “nos vamos readaptando”, comprar lo que se necesita, “alimentos adaptados a la situación que todos estamos viviendo”, ello incluye precios y alcance de los productos.