EL ECO PODCAST
El desarrollo sustentable y la determinación de huella de carbono son metas posibles
Las nuevas exigencias de los mercados y la conciencia de la producción en temas ambientales son nuevos paradigmas y el trabajo que realiza la flamante Fundación Caysu fue analizado en un nuevo podcast de El Eco Campo.
Un nuevo capítulo del ciclo de podcast tiene como protagonista al ingeniero agrónomo Mauricio Ferrari, presidente de la Fundación Caysu entidad que ha emergido como un gran actor en la promoción de prácticas sustentables dentro del sector agropecuario, con un enfoque integral que busca guiar a las empresas hacia la carbononeutralidad, junto a la sostenibilidad ambiental, el rol social y la salud financiera de las empresas.
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- ¿En qué se está trabajando orientado al sector agropecuario?
- Hace ya tres años empezamos a medir huellas de carbono. Estuve trabajando en plataforma Puma, que es la que la mide en agricultura y en ganadería y hoy está reconocida a nivel Latinoamérica e internacionalmente porque está haciendo punta con el mayor volumen.
Entonces, empezamos dando este servicio a nuestros clientes y después vimos que la situación ameritaba algo más integral.
Ya medir huella de carbono solo no es el objetivo, sino que hay que acompañar a las empresas a poder introducirse en un sistema de triple impacto y empezar a ver los otros roles, como el rol social y -sobre todo- apoyarse en una salud financiera y económica, que es la tercera pata y que debe ser positiva para que la empresa siga viva.
Eso es un poco cómo surge y lo que estamos haciendo, midiendo huella de carbono agrícola, para lo cual estamos en cultivos de soja, cebada, maíz, girasol…
Hoy hay algunos beneficios a los que estos productores -con soja y cebada sustentable y medición de huella de carbono- pueden acceder, como mejor precio por algunas bonificaciones. Vamos acompañando a los productores en ese camino.
- ¿Este es el camino en el que va el mundo y que le va a exigir para las exportaciones de la Argentina?
- Sí, tal cual. El mundo en este aspecto es como que está dividido en dos: en los mercados regulados y en los mercados voluntarios, como somos nosotros.
Somos los proveedores de ese mundo regulado. Entonces, ya empieza a haber más conciencia y requisitos para poder acceder a diferentes mercados. Por ejemplo, la huella de carbono empieza a ser uno y ahí es donde tenemos que estar preparados para tener esa posibilidad de diferenciarnos o de estar con nuestra producción acorde a los requisitos de estos mercados internacionales.
El comienzo
- ¿Cómo un productor puede comenzar con un trabajo para lograr una huella de carbono?
- El primer paso de esto es medirse. Uno se puede medir con cálculos que pueda ir recibiendo del asesoramiento de alguna consultoría o entrar a utilizar plataformas, que le da como sustentabilidad, y en un futuro la posibilidad de certificar todas estas mediciones.
Una vez que te medís vas viendo tu parámetro inicial y comenzás con un plan de gestión para ver qué incorporo en mi explotación, qué cambian las rotaciones, qué tipo de cultivos y prácticas de manejo van haciendo que el balance de carbono empiece a ser un poco más positivo o pase a ser positivo.
Finalmente, todo esto se podría llegar a traducir en un futuro no muy lejano en un bono de carbono, que representaría una tonelada de carbono secuestrada por el sistema.
- ¿Desde la fundación trabajan para crear conciencia y para acompañar al productor en el proceso?
- Sí, porque hay muchos términos nuevos. Son muchos conceptos que hay que ir incorporando: huella de carbono, ser carbono neutro, reducir, gestionar, inversión, cómo entrar en los mercados, cómo monetizar todo este beneficio ambiental que se va persiguiendo... Cuando entrás en la parte certificación también, porque depende de cuál es el objetivo de ese producto.
Si vas a generar un producto para un biocombustible, lleva un tipo de certificación; si es para alimento animal de determinada característica, lleva otra certificación. Tratamos de asesorar en todos esos aspectos.
- ¿Qué otros proyectos tienen en marcha la fundación?
- La fundación Caysu está formada por profesionales como abogados, contadores, veterinarios, ingenieros agrónomos; y estamos desarrollando nuevos proyectos para poder llevar al agro todo lo que sería turismo rural. Hoy también se habla mucho de equinoterapia; el tema de la salud y el bienestar animal en la explotación agropecuaria, que es un rol fundamental en lo sustentable porque cuando vos incorporas pasturas, animales y hacés esa combinación de forestación, ganadería y agricultura obtenés el mejor beneficio para el ciclo del carbono.
Cuando hablás de agricultura regenerativa, no podés olvidarte de la parte ganadera y todo esto tiene ese plus. Si aparte haces conocer tus proyectos, el turismo es una de las herramientas y estamos trabajando con la parte de social también.
- Caysu, como grupo, tiene distintas empresas. ¿La integración se ve reflejada en el día a día?
- El grupo Caysu es como la marca paraguas de unidades de negocio que están volcadas al turismo, por ejemplo, con el complejo de domos, el Parque Áereo de Aventura, los toboganes de agua de Fuerte Ventura; más la parte de la agronomía, con Surco Nuevo, que es donde volcamos todos estos servicios que hablamos al principio.
Además, tenemos toda la parte deportiva, apoyando siempre a los eventos locales, como Tandilia, donde estamos midiendo huella de carbono. El año pasado medimos el Hombre de Piedra.
Fuimos la ciudad que primero midió los eventos deportivos en 2023 y estamos repitiéndolo en el 2024. La idea es ir dándole continuidad para poder ver la evolución desde esa óptica.
- Fue una de las primeras acciones que desarrollamos y se trató de una charla conjunta a la que fuimos invitados en la Semana de Extensión de la Facultad de Económicas.
- Participamos junto a Beatriz Sosa, de la carrera de Gestión Ambiental, y al contador Gustavo Símaro.
Hicimos una presentación a alumnos y empresarios conocidos, analizando cómo entrar en este camino de la carbononeutralidad, qué es la huella de carbono, así como cuál es el rol del contador en todo esto, porque hay una contabilidad sustentable que hay que llevar. Son toneladas, son emisiones y hay una forma de monetizarlo.
Los contadores también van a empezar a tener un rol importante cuando empiecen a surgir los beneficios impositivos por haber entrado en este tema.
Estuvo muy interesante, con muchos alumnos y tuvimos muy buena devolución y muchas consultas a raíz de este evento.
- ¿Cómo se pueden conocer más detalles y acercarse a la Fundación?
- Básicamente se pueden contactar conmigo en forma personal y tenemos un Instagram: Fundación Caysu.
Invitamos a que quieran medir su huella personal, ya que hay una calculadora que tenemos subida en el Instagram. Es la calculadora de la ONU, la más usada a nivel global. Es simple y va suministrando un valor de toneladas de carbono equivalente emitidas por año por persona. Toda la comisión directiva está a disposición.