OPINION
Autódromo, sierras y construcciones
Asamblea Ciudadana por la Defensa de las Sierras de Tandil
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A través de los medios nos enteramos del avance de negociaciones entre el Municipio e inversores privados para dotar de indicadores urbanísticos al autódromo, para garantizar, a espaldas de la comunidad, un negocio millonario en una zona serrana vulnerable ambientalmente donde expresamente por el PDT no es posible desarrollar proyectos de urbanización.
Escuchando los reclamos por el ruido generado en el autódromo, entendemos que es razonable regular las actividades que afecten la convivencia, sin embargo llama la atención el silencio sobre la construcción indebida, con aprobación poco transparente, de un gran centro comercial y de un colegio, que responden a funciones urbanas más que a las de un área complementaria, que también van a generar alto tránsito y ruido y que se hubieran parado si más voces se sumaran a señalar su improcedencia, máxime cuando empezaron en los últimos años, a diferencia del autódromo que tiene varias décadas.
La urbanización indebida de las sierras, permitida por la gestión actual en los últimos años, no sólo significa degradación ambiental del principal patrimonio tandilense. Sus consecuencias se muestran en las quejas y conflictos que aparecen cada día con mayor intensidad. Construyeron en zonas no urbanas donde no había agua y ahora piden que el Estado les haga obras. Se quejan por el ruido de actividades preexistentes. Cambian la escorrentía de las aguas y favorecen inundaciones en las zonas que sí son urbanas. Contaminan las cuencas con efluentes cloacales que van a las napas, a los arroyos y al lago. No cumplir con el Plan de Ordenamiento tiene consecuencias, mientras unos facturan todxs perdemos.
Lo paradójico y perverso es usar las quejas por los problemas que genera la urbanización indebida para pedir y justificar más urbanización. Llevar servicios urbanos a lugares donde no debería haberse construido y donde no se debe construir más es premiar a quienes no cumplen con el PDT mientras se deja esperando y reclamando a muchos barrios que sí son urbanos y donde viven miles de tandilenses.
El predio del autódromo es una zona especial (ZEIU N°11), Si van a sacarlo de ahí por el ruido, el predio debería ser destinado a otro uso útil para Tandil, dentro de la categoría de ZEIU, por ejemplo un parque con fines recreativos y deportivos compatibles que puedan disfrutar lxs tandilenses, no sólo lxs turistas.
A su vez, si el ruido molesta a los cabañeros, también molestaría a cualquier habitante de Tandil.
La queja por el ruido es el argumento para presionar al municipio a cambiar el Plan de Ordenamiento para aumentarle el precio al predio y “convencer” al inversor de pagar lo que quieren las autoridades del Auto Club Tandil.
Urbanizar donde no se debe genera quejas por el ruido, falta de agua, efluentes cloacales, inundaciones y contaminación. No urbanizar las sierras es más justo y más eficiente económicamente que hacerle el negocio a unos pocos especuladores inmobiliarios.