Emilia Inclán una de las nuevas referentes en la música tandilense y su pasión por la música desde muy joven

¿Cómo comenzó tu amor por la música? 

La pasión por la música viene por el lado de mi padre, por el lado de la escucha, de la discoteca grande, de sentarnos a escuchar. Músicos de tocar en mi familia no había. Luego arranqué guitarra, con el profesor Miguel Farías que venía a mi casa. Hice muchos años folclore y fue un camino que me gustó mucho, arranqué a los 8 años y desde ahí siempre andar por donde pudiera hacer algo.

¿Después te perfeccionaste en La Plata?

Sí, me fui a estudiar la carrera de composición, sabía que iba a estudiar algo respecto a la música y mi profesora de piano, Nora Villatoro, me dijo que tenía que ir a la facultad y estudiar composición. Siempre me gustó la parte creativa pero no lo tenía asumido, no era algo que tenía tan claro al principio. Asique me fui a estudiar la carrera y el profesorado de piano, y cuando todo se aclaró me di cuenta que composición me gustaba más, y me recibí en el 2011. Y, muy tímidamente, arranqué a hacer mis canciones con una amiga, fui muy difícil en aquel momento porque no había mucha presencia de mujeres en los escenarios, hoy ver a otras mujeres llenar teatros hace que uno pueda conectar mucho más. En las primeras presentaciones me han dicho “que cante el bajista, así les va mejor”, esos eran comentarios que una recibía mucho hace 10 años atrás, hoy por suerte las cosas cambiaron, hoy hay luchas que son más visibles, somos muchas las músicas de la ciudad que estamos tratando de empezar a ocupar ciertos lugares, y que haya referentes que llenan, por ejemplo, el Luna Park ayuda mucho. En el 2014 armé una banda, y en el 2015 ya arranqué con mi proyecto como solista. 

¿Te sentías 100 por ciento segura para arrancar o te tirabas a la pileta?

Me sentía segura pero también asustada, me sentía más expuesta. Había muchas ganas de hacer, tenía muchas ideas y siendo solista encontré la posibilidad de poder explayarme con comodidad. Terminas sosteniendo solo algo que, a nivel energías o económicamente, es algo que te agota mucho pero es muy gratificante. Mi primer trabajo fue “Las canciones posibles”, eran 11 temas y quede muy conforme, éramos 9 músicos, una producción muy ambiciosa, la producción y todo el trabajo estuco coordinado por mí. 

Viajaste mucho, ¿cuándo llegó ese momento?

Hay muchos gestores culturales trabajando, arranqué a buscar por Internet que plataformas había para aquellos que queremos tocar. Me encontré tocando el Villa Langostura en un festival, en Rosario, en Santa Fe, en Chaco y también en festivales de La Plata o Buenos Aires. También salieron viajes a Montevideo (Uruguay) y ahí conocí a Lucia Severino, una gran amiga, esas cosas maravillosas que pasan. Mucha de la energía esta puesta en el 2020, fue el año virtual por excelencia. Estaba la mitad del tiempo ensayando, y la otra mitad postulando el proyecto, ver que salía.

Además fue el año en que decidiste volver a Tandil

Nos vinimos con mi pareja como un año más, pensaba seguir trabajando, viajando, y nos encontramos acá y lo vivimos con mucha suerte; amamos vivir acá y aprovechamos la situación. Hay muchos que ni saben dónde estoy, la virtualidad permite poder trabajar desde donde estemos y se aprovecha mucho. 

¿Venirte a Tandil te ayudó a conocer una generación de artistas que no conocías?

Totalmente y me ilusiona mucho, siempre hay una propuesta propuesta en la ciudad. También hay una generación de chicos y chicas, que tienen 10 años menos que yo, que esta buenísimo poder escucharlos. Hay una red entre los músicos de la ciudad que es muy colaborativa. Tandil tiene un montón para dar y hay un público que circula y que va a los recitales o las presentaciones, hay muchos espacios culturales que ofrecen sus lugares para ver a los artistas independientes. Tenemos que aprovechar que todavía somos una ciudad chica y permite poder crear canciones en un ambiente, en una ciudad, que da muchas ganas. 

¿Dónde podemos encontrarte y que nos recomendas escuchar de vos?

Pueden encontrarme en todas las plataformas como Emilia Inclán y especialmente los invitó a escuchar “Borde”, nuestro último EP, que lo hicimos con mucho amor. En YouTube van a encontrar un mini documental sobre la grabación. Además los esperamos el 10 de julio en el Teatro de la Confraternidad, a las 20 horas, para que puedan conocer nuestra música.