Una niña de 12 años le pidió a Lunghi que “luche” por la vuelta a las aulas
Se llama Valentina Alonso y es alumna de primer año de la Escuela Sábato. Redactó una carta y le pidió a su padre que se la hiciera llegar a Miguel Lunghi, quien la citó para hoy. "Antes todos nosotros, los niños, pedíamos tecnología. Celulares nuevos, la play, jueguitos… Los niños de 5 años le piden a ‘Santa’ ir al jardín, lo sé por mi hermana y sus compañeros”, le expresó.
El domingo pasado, Valentina Alonso, de 12 años, le escribió una carta al intendente Miguel Lunghi para solicitarle “que luche” por las clases presenciales. Ese mismo día, cerca de las 18.30, su papá hizo público el texto en Facebook y se viralizó. Dos horas más tarde, recibió un llamado del secretario del jefe comunal, Roberto Pérez, quien invitó a la niña a una entrevista con el pediatra, pautada para hoy, a las 11, en la Municipalidad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn estos tiempos difíciles, de grieta y cuestionamientos constantes, vale aclarar que ni Valentina ni sus padres forman parte de los grupos que militan por la presencialidad en las escuelas. Simplemente, atendieron a la inquietud de la alumna que se expresa de un modo resuelto a través de la escritura.
Como tantos otros chicos, Valentina terminó sexto año de la primaria desde la virtualidad. No pudo compartir con sus amigos las actividades típicas del egreso y sólo tuvo un acto de entrega de diplomas, frío y distante, signado por la pandemia.
Con todo el entusiasmo, en marzo comenzó la secundaria en la Escuela Nacional Ernesto Sábato. Hasta mediados de mayo, tuvo clases virtuales y presenciales, sistema que le permitió conocer a los profesores y hacer amigos. Sin embargo, desde el ingreso de Tandil en Fase 2, volvió a la virtualidad, con un promedio de tres horas de Zoom por día.
El domingo, volcó su sentir en una carta dirigida a Miguel Lunghi, en la que expresó: “A pesar de mi temprana edad, quería que usted supiera el pensamiento de una niña de 12 años. Seguramente usted ahora estará pensando ¿cómo una niña de 12 puede escribir tan formalmente? Mi respuesta es ‘gracias a la escuela’ y a mi profesora de Prácticas del Lenguaje. Sí, esa escuela a la que no podemos asistir… A la misma escuela que todos los niños tenemos a través de la tecnología; la tecnología a la que nuestros padres nos pedían dejar para ir a jugar con nuestros amigos… A los que ahora no podemos tocar”.
En tanto, le explicó que “para eso lo contacté señor Intendente, para que luche. Yo sé lo que habían hecho con usted luego de los semáforos… Lamentablemente no puede insistir demasiado… Pero creí que con un poco de inspiración podría darle una vista a los pensamientos de los chicos ahora… Piense Sr. Lunghi, antes todos nosotros, los niños, pedíamos tecnología. Celulares nuevos, la play, jueguitos… Los niños de 5 años le piden a ‘Santa’ ir al jardín, lo sé por mi hermana y sus compañeros”.
Para cerrar, le dedicó un ”¡fuerza intendente Lunghi” como para animarlo a un nuevo pedido ante la Provincia.
Estrés y ansiedad
En diálogo telefónico con este Diario, Valentina confió que “se me ocurrió escribirla porque tenía mucho estrés. Estaba muy triste porque no podía ir a la escuela, y también tenía mucha ansiedad. Lo mismo les ocurre a mis compañeros y a mi hermanita, que tiene muchas ganas de ir con sus compañeros y no puede verlos”, y confirmó, como expuso en la carta, que su hermana de 5 años le pidió a Papá Noel volver al jardín de infantes para jugar con sus amigos.
Valentina se perdió el último año de la primaria. “Fue triste porque no hicimos mucho Zoom, no nos pudimos ver prácticamente por un año, y a la hora del egreso, que dijeron que por ahí teníamos ‘algo’, al enterarnos que no íbamos a tener nada, nos pusimos muy tristes todos”, recordó.
Con la ilusión de un nuevo ciclo, eligió la Escuela Sábato y tuvo la suerte de salir sorteada. La motivaron las buenas referencias y la posibilidad de hacer talleres, como teatro, y actividades complementarias de lectura, otra tentación para esta pequeña que es una gran lectora.
Durante los dos primeros meses y medio, tuvo clases presenciales durante una semana, alternando con otra desde la virtualidad. “Nos llegamos a conocer con casi todos y la verdad, tengo bastantes amigos”, valoró.
Con diez materias para cursar, las clases virtuales se extienden una hora y tiene un promedio de tres módulos diarios. “Me gustaría poder ir todos los días a la escuela porque podés socializar con amigos y también podés hablar más claramente con los profesores”, consideró.
Hoy, a las 11, Valentina irá a conocer al intendente Lunghi. Informada sobre la actualidad de la ciudad, adelantó que “no sé si puede hacer mucho porque con esto de los semáforos no le habían permitido mucho, pero creo que podría hacer algo” por la vuelta a la presencialidad.
Por último, confió que “hablé con algunos de mis compañeros y les dije lo de la nota. La mayoría me dijo que no creía que iban a empezar las clases”. Además, transmitió que sus pares sienten que pasará lo mismo que en el 2020, cuando las clases se interrumpieron y ya no volvieron. Estudiar en casa “no es lo mismo”, dijo Valentina y bregó por poder retornar a la escuela, un espacio que disfruta y que le gusta mucho.