Educación
“Tenemos un presupuesto para pagar salarios hasta mitad de año”, expresó el rector de la Unicen Macelo Aba
Situación crítica en la Unicen y las universidades nacionales por la prórroga del presupuesto 2023.
“Si hoy nos atenemos a la única disposición que se ha emitido desde el gobierno, tenemos presupuesto para pagar salarios hasta mitad de año”, alertó Marcelo Aba. En diálogo con El Eco Multimedios, el rector de la Unicen dio cuenta de una situación que las universidades definieron como “crítica”.
Recibí las noticias en tu email
Por la decisión de prorrogar el presupuesto en un contexto de alta inflación, tomó estado de riesgo la continuidad no sólo de las becas, programas y proyectos de extensión, sino el funcionamiento mismo de las casas de estudios. Las partidas destinadas a éste fin, explicó “tienen un retraso prácticamente de un año y medio”.
La Universidad del Centro, posicionada en los primeros lugares de rankings de instituciones educativas de todo el país, formó parte junto a gran parte de los establecimientos públicos de nivel superior del comunicado firmado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
El mismo llevó el título de “Situación crítica en las universidades públicas”, y planteó que “de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas”.
En ese sentido se llamó a actualizar de acuerdo a los datos de inflación los gastos de funcionamientos mensuales y a hacer lo mismo con los salarios docentes y no docentes. También a dar continuidad a los programas y obras de infraestructura, equipamiento y becas en marcha, y garantizar el presupuesto necesario para sostener las actividades de ciencia, tecnología y extensión.
En referencia al desempeño reconocido de la casa de estudios, el rector hizo mención al trabajo del personal universitario, y a que, ante la prorrogación presupuestaria, los montos llegarían “por decirlo en números redondos, a mitad de año”. Proyectando los meses posteriores a julio, Aba sostuvo que “después de ahí dependeremos de partidas. No queremos creer que dejarán de enviarlas, por lo tanto tendrá que el gobierno mes a mes ir generando partidas, con lo cual se genera una incertidumbre, una dependencia continua del sistema”.
Consultado por si las universidades podrían dejar de funcionar en el caso de que no arriben partidas en la segunda mitad del año, el rector sostuvo que “las nacionales, creo que todas”. Y sumó que “no nos olvidemos que en el funcionamiento está la luz, si no pagamos la luz de acá, es lo mismo que cerrar la universidad, pero si no llegara la partida salarial, nosotros no tenemos nada que hacer, no hay ahorro, no hay posibilidad de ninguna manera de que la universidad cubra un mes de salarios”.
El desafío del año
Frente al hecho de no contar con un presupuesto oficial nacional, el rector advirtió que las universidades nacionales se encuentran en “una situación de mucha incertidumbre” y que “la preocupación va en aumento”. Pese a gestiones y tratativas, al momento no han obtenido respuestas.
A días de haber iniciado un nuevo ciclo lectivo, y a las puertas de marzo, mes en el que las casas de estudio retoman su funcionamiento pleno, Aba explicó que la demanda es por el reconocimiento del “250 o 260 por ciento, el momento que se tome, de inflación que ha habido y que no está reconocido en los gastos de funcionamiento que son todo lo que se puede imaginar que ocurre en la universidad que no son sueldos. Hoy están reducidos de una manera muy alarmante”.
De cara al año que comienza, planteó, el desafío es el de transitar el 2024 sin desafectar no sólo las actividades básicas de enseñanza sino también todas aquellas que realizan para el conjunto de los vecinos de Tandil y la región, con adultos mayores, propuestas de ciencia y tecnología e iniciativas culturales.
Lo harán, precisó, “tratando de mantener vivas todas esas funciones, pero lógicamente se van a ver afectadas en cuanto al volumen de su funcionamiento. Lo primero que hemos tomado como medida es fortalecer en buena parte utilizando alguna reserva que tenía la universidad a las unidades académicas para que puedan comenzar con la docencia”.
Sin embargo, amplió, no cuentan con respuestas con respecto a las obras de infraestructura en curso. “Tenemos alguna señal de que aquellas obras, como podría ser nuestra Facultad de Salud, que están financiadas a partir de la CAF, la Corporación Andina de Fomento, podría haber al menos algún pago de certificados atrasados. Eso le daría a la empresa la posibilidad de continuar, aunque sea a un menor ritmo, pero no tenemos confirmación para nada de que eso ocurra”.
Con la intención de sostener las políticas de bienestar estudiantil con las posibilidades del presupuesto disponible, el rector señaló que lo más probable es que se avance con un aumento para el comedor universitario, mientras se busca mantener el sistema de becas.