En el marco del Bicentenario
Se realizó una jornada para visibilizar las historias desconocidas de distintas mujeres de la ciudad
El encuentro, denominado “Historia de Mujeres de Tandil. 200 años”, se llevó a cabo en el Centro Cultural Universitario y contó con la participación de una veintena de expositores de diferentes ámbitos de la ciudad. “Nos pareció que faltaba empezar a profundizar sobre la participación de las mujeres en todos los espacios y los procesos”, dijo Patricia Gavazza, una de las organizadoras de la jornada.
Con el objetivo de recuperar distintas historias de mujeres que, de una u otra manera, formaron parte de la vida pública y privada de Tandil, un grupo de docentes e investigadoras organizó una jornada celebratoria para sacarlas del anonimato y visibilizar así su presencia a lo largo de los 200 años de vida del partido.
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El evento, denominado “Historia de Mujeres de Tandil. 200 años”, se realizó ayer en el Centro Cultural Universitario (CCU), ubicado en calle Yrigoyen 662, y contó con la participación de una veintena de expositores -algunos miembros del ámbito académico pero otros no- que durante todo el día arrojaron luz sobre historias de vida de distintas mujeres de la ciudad.
Así, se escuchó la historia de las mujeres que a principios del siglo XX participaron activamente de las luchas obreras junto a sus compañeros picapedreros en Cerro Leones y la Movediza; también la de Filomena, una inmigrante gallega que dejó una huella imborrable en su nieta y la de Angélica, una monja en la última dictadura.
“Las jornadas son un intento de darle a Tandil, en el marco del Bicentenario, una mirada femenina, un aporte sobre historias de mujeres. La idea nos surgió luego de ver qué se recordó de estos 200 años”, contó la investigadora y docente en Historia Patricia Gavazza, una de las organizadoras del encuentro.
“En ese marco, nos pareció que faltaba empezar a profundizar sobre la participación de las mujeres en todos los espacios y los procesos”, añadió ante la consulta de El Eco de Tandil.
Más de 50 historias
Meses atrás Gavazza llevó adelante, junto a la licenciada y profesora de Historia de la Unicen Karina Carreño, una convocatoria para que las personas interesadas enviaran sus propuestas, ya fueran relatos o eventos que investigaron y documentaron o bien narraciones más sencillas y cotidianas, que circulan de boca en boca dentro de la familia.
Gavazza contó que, tras la convocatoria, recibieron más de 50 iniciativas. Posteriormente, una comisión evaluadora eligió a una veintena, que fueron las que se presentaron ayer.
“No lo esperábamos pero tuvimos que hacer una selección; la verdad es que la convocatoria nos superó”, reconoció la docente.
Más adelante evaluarán qué hacer con los relatos que quedaron afuera de esta primera jornada. “Hay muchas historias interesantes. Vemos que el material aparece y lo importante es que no se pierda”, dijo Gavazza.
Y ejemplificó que “la primera señora que vino a contar su historia tiene 90 años. Si ella no la cuenta y no la escribe, esa historia se pierde”.
Por su parte, Carreño destacó que “la gente que participó hoy demuestra que hay una necesidad de contar historias de familia y que además son muchas las que la comunidad tiene guardada”.
“Hoy, por ejemplo, vino a escuchar un grupo del nivel superior de la Escuela Técnica 3 y al salir nos contaron que quedaron encantados de oír hablar de ‘Coca’ Valor y del ‘Tata Dios’ y el niño en el maizal”, aseguró a este Diario.
Para terminar, Gavazza remarcó la necesidad de profundizar sobre estos relatos que dan cuenta de lo realizado por, nada más ni nada menos, que “la mitad de la población, que somos las mujeres”, indicó.
“Encontramos que todavía hay muy poco escrito sobre eso. Investigado hay mucho más. Pero hay, además, muchas historias de familiares que están circulando internamente o en algunas instituciones, pero que hay que recuperar. Me parece que esta es la manera”, consideró.
El evento
De la inauguración que comenzó a las 9.30 en el Salón de los Espejos del CCU participaron Micaela Saconi, directora de Cultura del Municipio de Tandil; Patricia Londeix, presidenta de la Biblioteca Popular de las Mujeres, y Roxana Banda Noriega, vicedecana de la Facultad de Ciencias Humanas de la Unicen.
La convocatoria, que superó las expectativas de las organizadoras en cuanto a la cantidad de asistentes, estuvo abierta a toda la comunidad.
La jornada cerró por la noche con la interpretación de la actriz Gabriela Falivene de un pequeño fragmento de “Mujeres de mal vivir y buen decir”, la obra teatral escrita por Carreño en base a su libro “Noches alegres muchachas tristes. La prostitución legal en Tandil”.