Proyecto de obra temprana del Renabap
Se inauguró el SUM “Casa Común” en el barrio Los Charitos
Cerca de las 15 de ayer, quedó inaugurado el salón de usos múltiples denominado “Casa Común”, ubicado en Walcalde y Pierrone, barrio “Los Charitos”.
Se trata de un espacio de casi 300 metros cuadrados, que tendrá como objetivo generar un ámbito para el desarrollo de actividades deportivas, sociales, culturales y educativas.
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La obra, que es la primera de su tipo en la ciudad, fue financiada a través del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) y fue llevada adelante por la Cooperativa El Laurel, perteneciente a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) del Movimiento Evita Tandil.
El concejal del Frente de Todos y referente del Movimiento Evita local, Nicolás Carrillo, se refirió al evento, remarcando que “es muy importante que contemos con leyes como las del Renabap que no quedan en letra muerta y por el contrario, acercan un financiamiento concreto que permite ofrecer respuestas reales a las demandas de los barrios”.
“Lo que hay que remarcar es que, proyectos como este, generan mayor organización barrial para visibilizar las problemáticas. Por ejemplo, desde este barrio pudimos insistirle al Municipio para que presente sus respectivos proyectos y lograr que las obras de cloacas y agua estén en marcha en un futuro cercano” detalló Carrillo.
Del acto participaron el obispo monseñor Hugo Salaverry; Fernanda Miño secretaria de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; el secretario gremial de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) Gildo Onorato, acompañado por Álvaro Llambi, director socio comunitario de la misma secretaría.
La obra en detalles
La arquitecta a cargo, María Florencia González, brindó detalles de la obra de equipamiento urbano y conexiones intradomiciliarias de agua a la red general, para cuya unidad ejecutora estuvo designada la cooperativa El Laurel.
“Como es sabido, el desarrollo de la obra se encuadra dentro del proyecto de obras tempranas de Renabap. Previamente, en Los Charitos y Villa Laza se relevaron alrededor de 200 lotes que se encontraban incluidos en el polígono de Renabap, formado por seis manzanas” explicó la profesional.
Tras ese relevamiento, se determinó que “la mitad del barrio tiene acceso a la red formal de agua, aunque no contaban ni con tanque de agua, ni con conexión formal con medidor, ya que en general, las viviendas se empalman como pueden a los caños existentes. Justamente allí fue donde pudimos realizar la obra de mejoras intradomiciliarias y regularizar la situación, ya que además, la red no pasa por todas las cuadras”, detalló la arquitecta González.
Sobre la carencia del vital elemento en el barrio, la arquitecta explicó “notamos que en las casas sin servicio de agua, se realizan alargues de manguera negra hasta las cañerías formales. Es sabido que esto es insuficiente y son en los meses de verano que, ante la alta demanda, la presión hace que no haya disponibilidad del recurso básico”.
“Hoy, y desde hace tiempo, la barriada está pidiendo que el agua llegue a todas las cuadras. Mientras tanto, se realizaron en total 37 conexiones intradomiciliarias de agua a la red formal, incluyendo la provisión de tanque de 500 litros, la torre metálica, y los trabajos de plomería para la totalidad de las conexiones”, detalló González.
El SUM “Casa Común”
El flamante SUM fue construido en un terreno que fue cedido por la Iglesia y cuenta con 30 metros de ancho por 10 de largo. Permitirá el desarrollo de actividades en espacios cubiertos y semicubiertos (172 m2 cubiertos y 210 semicubiertos).
Cuenta con galerías, el salón principal, vestuarios, cocina y depósitos, además de una oficina y un sector de parrilla.
Se construyó con materiales tradicionales de alta durabilidad y bajo mantenimiento; muros de bloques de hormigón con terminación impermeabilizante, cubierta metálica y cielorraso de placas de yeso, carpintería de aluminio, pisos de granito y revoques interiores al látex.
“En mi consideración, como representante técnica de la obra, para todo el equipo que trabajó fue un gran desafío esta obra. Si bien la cooperativa El Laurel cuenta ya con varios años de experiencia de trabajo, en lo que es construcción, debieron enfrentar la obra desde cero, armado la primera cuadrilla en un comienzo. Desde entonces fue un constante aprendizaje llevar adelante este proyecto, tanto para los trabajadores como para el equipo técnico” rememoró la arquitecta a cargo de la obra, María Florencia González.
Para la profesional “fue admirable cómo se distribuyeron tareas, el área contable, el sector de compras de materiales y herramientas, la higiene y seguridad para los chicos en la obra, las referentes sociales trabajando día a día en el vínculo con los vecinos, y el equipo técnico que estuvo en la dirección, en constante comunicación con el equipo de Buenos Aires en reuniones semanales”.
Por último, expresó “más allá de algunos contratiempos normales, estamos muy felices del resultado y muy agradecidos de la oportunidad de poder impulsar fuentes de trabajo que generó este proyecto. Nos llena de orgullo esta obra que queda para el barrio y que sin dudas se convertirá en un gran espacio de encuentro, intercambio y motor de muchas actividades que estarán al alcance de todos. La “Casa Común” tendrá la puerta abierta para seguir trabajando en la economía popular” finalizó González.