Cómplices, divertidos, compinches y amorosos. Los integrantes de la familia Labaroní-Di Nucci se aprestan para contar la historia que les cambió la vida hace cuatro años, cuando los cuatro integrantes de entonces decidieron adoptar a Cristal. La adolescente con Síndrome de Down quería una familia y sin candidatos en el listado de inscriptos, el Juzgado de Familia 2 abrió una convocatoria pública por Facebook que se hizo viral. “Fue algo que nos cayó, lo tomamos, lo aceptamos, y puedo asegurar que recibimos mucho más de lo que damos”, resumió José Luis junto a su esposa María Ángeles y sus hijas Sol, Antonella –desde Buenos Aires- y Cristal, quien se robó el protagonismo durante la entrevista.Todo comenzó en un horario apacible durante su trabajo en el kiosco de Maipú casi Alem, cuando María Ángeles Di Nucci “scrolleaba” las publicaciones en redes sociales y se topó con un posteo del Juzgado de Familia 2. “Con las iniciales, especificaba que había una adolescente con Síndrome de Down que buscaba una familia. La verdad es que era la primera vez que veía una publicación de ese nivel. Me llamó mucho la atención. Compartí la publicación porque se pedía que llegara, para eso estaba en las redes, pero no me quedé bien compartiéndola solamente”, recordó.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 1"><figcaption>Sol, María Ángeles, Cristal y José Luis Labaroní, en El Eco Multimedios.</figcaption></figure>Esa fue una potente señal para Ángeles. Tanto, que media hora después, cuando llegó José al comercio, enseguida percibió que algo le pasaba. “Evidentemente fue una cuestión química en mí”, consideró la madre. La secuencia continuó cuando le mostró el posteo y se dedicaron a confirmar que fuera verdadero.&nbsp;“A la noche, nos juntamos todos a la hora de la cena. Con Antonella –hoy está en Buenos Aires pero en ese momento vivía en casa- y Sol; les cuento y ellas me dicen ‘¿por qué no mamá?’. Mi casa es pequeña, pero considero –como dice el viejo refrán- que donde comen dos, comen tres. Empezamos a averiguar”, narró Ángeles.Al día siguiente, a primera hora, mandaron el mensaje al Juzgado y partieron a Mar del Plata por cuestiones laborales. “Internamente no podía soportar que alguien estuviese en esa situación”, dijo sobre el pedido de Cristal para tener una familia. Ese mismo viernes, a las 13.50, llegaron al Juzgado. “Nos estaban esperando. Hablamos con las dos personas del equipo técnico, que eran Andrea y Fede, y sin darnos nombres, nos dijeron que era verdad; que había otros postulantes; que era muy común, que en aquel momento se empezaba a difundir así el tema de las adopciones cuando el juez dictaminaba que se había aprobado su vinculación y todo ese tipo de cosas”, agregó.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal_8.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 9"><figcaption>Su madre la acompaña a todas las actividades.</figcaption></figure>Todo se dio de manera rápida y a la semana siguiente comenzaron las entrevistas tanto con los padres como con las hermanas mayores. “Les aclaramos en ese momento que nosotros cuatro íbamos por una adopción plena, no queríamos ser ni referentes adoptivos, ni tránsito, ni tutores”, compartió.&nbsp;<h3>Yo simplemente te vi</h3>Llegó el 10 de septiembre, cuando Cristal conoció a los Labaroní. “Era el primer día que se empezaba a entablar un vínculo, que ella nos conocía y nosotros a ella. Hasta ese día no sabíamos ni el nombre, solamente que era una adolescente. Nosotros, muy ansiosos. Sol tenía un examen en la facultad. Fue un día muy loco. Y ella nos adoptó ese día, porque ella no se quiso ir nunca más”, describió la madre, hoy por tres.&nbsp;Cristal, con 15 años, “le pidió al juez, a Ramiro (Saralegui), ese día, que no se quería ir más. Así que nos acomodamos como pudimos. En aquel momento Sol pasó a dormir a un sillón del living. Durmió con Antonella en la habitación. Ella se sintió muy cómoda y desde ese día no se quiso ir nunca más”, repasó.&nbsp;-¿Cómo cambió la vida de la familia con la llegada de Cristal?José Luis: -Y, la verdad es que te revoluciona, porque obviamente Cristal tiene sus actividades y tuvimos que ensamblar sus actividades, nuestros trabajos.&nbsp;-Con dos hijas que ya estaban independizadas prácticamente… Al menos, del lleva y trae…José Luis: -Sol está terminando su carrera universitaria. Antonella estaba en Tandil, haciendo lo propio. Así que fue un ensamble y adaptarnos nosotros a sus necesidades. La idea que teníamos y que tenemos es ayudarla a crecer, a que sea independiente, ayudarla a que sea feliz. Estamos en esa construcción. Tuvimos que no solamente adaptar sino achicar nuestros tiempos, de nuestras tareas, para dedicarle tiempo a ella.&nbsp;Nosotros con Ángeles hacía tiempo que veníamos hablando de un cambio de vida. Yo quería que ella dejara el kiosco. De hecho, en ese momento lo teníamos en venta, hasta que nos agarró la pandemia y lo tuvimos que cerrar. Le decía ‘quiero que te empieces a dedicar más a vos y a la familia’. Y Cristal fue el anillo justo para esta idea.&nbsp;<h3>Vida nueva</h3>En esta nueva etapa, José Luis se dedica más a las actividades del negocio y María Ángeles destina más tiempo a Cristal, tanto a compartir como ayudarla con la tarea, la lleva a natación, a Andamio y a ATAD Joven. “Cristal tiene muchas actividades, aparte tiene sus amigos, ellas sale, tiene una vida cuasi independiente. Al principio, obviamente, todos tuvimos que poner de nuestra voluntad porque no fue fácil para ella, no fue fácil para nosotros. Fue conocernos, adaptarnos”, dijo el papá.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal_7.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 8"><figcaption>José Luis se encarga de los juegos y las bromas.</figcaption></figure>Definió a su hija menor como “muy alegre, es ocurrente; a veces, algo caprichosa, pero es de muy buen corazón. Tiene un corazón grande como una casa. Si tuviéramos que medir el corazón de Cristal, le sale por afuera del cuerpo del corazón bueno que tiene. Es muy cariñosa. Muy compañera de su madre, no se la saquen” y destacó que “siempre digo que me genera ternura hasta cuando está enojada”.En ese sentido, concluyó que “quizás los roles de la madre y el padre son distintos en esta tapa. Ángeles es más mamá. Yo soy más abuelo que papá, porque soy el que vengo, la hago jugar, el que la peleo, el que la malcría”.&nbsp;En el día a día, se levantan alrededor de las 6 y Ángeles comienza con la difícil tarea de despertar a Cristal –le gusta mucho dormir- para cerca de las 8 llevarla a ATAD. “Es infaltable, se negocia cualquier cosa menos el colegio”, aseguró José Luis. Luego, cada uno se encarga de sus actividades, pero tratan de reunirse para almorzar.&nbsp;A las corridas, vuelven a salir para estar en Andamio a las 13.30 y otros días la llevan a natación al club Nahuel. Además, los sábados asiste a “Creando” en Granja Los Pibes, un grupo con el que sale de caminatas y en verano tiene pileta, por lo que pasa la jornada en contacto con la naturaleza. Con una rutina intensa, hay días que a Cristal la ven cansada y Ángeles le propone quedarse en casa, mirando películas, disfrutando de dibujar y pintar mandalas.&nbsp;<h4>Amor que contagia</h4>-Esta revolución familiar lleva cuatro años ya, ¿qué balance hacés?José Luis: -Nos cambió la vida rotundamente. Para nosotros es un regalo del cielo.-Nunca lo habían pensado hasta la publicación…José Luis: -Jamás. Si bien Mary cuando era joven había tenido alguna relación con ATAD cuando arrancaron, jamás se nos ocurrió desandar este camino hasta que llegó la noticia de Cristal, que la verdad que nos enterneció profundamente y decidimos dar un paso al frente. La verdad es que es mucha ternura, mucho cariño lo que se recibe. Obviamente que tiene sus sinsabores, renegás como con todos los chicos. Ella está en una edad juvenil así que tiene sus días, pero el balance es altamente positivo. Cuando vos te sentís parte de una nueva oportunidad para una persona, para que esa persona sea independiente, construya su felicidad, no tenés otra alternativa que un balance positivo. La verdad es que es muy, muy lindo.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal_6.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 7"><figcaption>Alegre y ocurrente, dos características de la personalidad de “Cristu”.</figcaption></figure>Yo me divierto mucho. Como estoy poco en casa, trato de que ella se acuerde de mí siempre por algún motivo, que se yo, le canto a la mañana, le toco ‘Diana’ de una pieza a la otra, entonces te saca corriendo. Trato de buscar pequeños momentos que ella los lleve en su corazón, porque después hasta la tardecita o a la noche no la veo. Trato de que los momentos que está con papá… o tal vez sea egoísta, trato de aprovecharlos yo.&nbsp;-Generalmente se habla de adopción de parejas que no pudieron tener hijos, pero en este caso se trata de un matrimonio con dos hijas.&nbsp;Ángeles: -Sí, incluso hubo comentarios y mucha gente que me decía ‘ustedes están locos’. Hay muchas parejas que esperan que sus hijos crezcan para empezar a tener otra vida, a disfrutar de otra manera. Nosotros siempre fuimos muy familieros, de los que con novios, sin novios, hemos ido de vacaciones y nunca zafamos de ninguna, acomodan parciales, todo y vamos.&nbsp;-¿Se divierten en familia?Ángeles: -Sí, la pasamos muy bien y en lugares súper tranqui, como una cabaña en el medio de la nada jugando un Burako. Siempre fuimos así, de ir en masa y esta decisión fue en masa. Como papás nunca tomamos alguna decisión sin el consentimiento de ellas. A pesar de que a veces eran muy chiquitas y había cambios de trabajos, de vida, siempre fueron consultadas porque considerábamos que somos una familia, y con esto fue lo mismo. Y con esto más, porque es un legado que les queda a ellas, a nosotros no nos agarró de 30, nos agarró de 50 y más.&nbsp;-Les va tocar a las chicas acompañar a Cristal.Ángeles: -Exactamente. Por suerte hubo mucho feeling. Pasamos la pandemia encerrados los cinco, así que…-Fue la prueba de fuego… Tampoco había actividades para Cristal.Ángeles: -Ellas cursando la universidad por Zoom. Cristal que iba y venía, saludaba a las profes de la universidad. Cris tenía sus pequeñas clases por Zoom, pero eran las menos. Pasamos eso a cinco meses de que Cristal estaba en casa y fue la mayor adaptación.&nbsp;<h2>“Nos olvidamos de su condición”</h2>Los Labaroní le ofrecieron a Cristal algo tan sencillo como importante, una vida afuera de una institución, soñar con independencia y libertad para escribir su propia historia.&nbsp;Así, Ángeles recordó que “cuando nos presentamos por primera vez ante juez le dije ‘somos esto’: una familia ya de cuatro, mi casa es chica, dos habitaciones, living, cocina comedor, mi marido trabaja todo el día, yo tengo un negocio. Si Cristal quiere una familia, la va a tener, pero va a ser eso, levantarse temprano, ir a la escuela, las rutinas diarias, nadie le iba a cortar nada. De la misma manera que las educamos a ellas, iba a ser la educación de Cristal. No iba a haber diferencia”.En el devenir diario, compartió que “nos olvidamos de su condición” y confió que le pone límites como cualquier mamá, le traza el objetivo de ir bien en la escuela –lo logra ya que está en la Bandera de ceremonia-, le han pedido que los acompañe para ayudar en el trabajo y le suspende las películas o el celular cuando merece una reprimenda. “Es la vida cotidiana de cualquier adolescente”, redondeó.“Papá siempre nos dice ‘trátenla bien’. Yo la trato como a Anto, como hermana. Eso es lo que dice mamá sobre que nos olvidamos de su condición, tal cual. Yo la trato igual que a mi otra hermana, no voy a hacer preferencia ni nada. Creo que eso también es un poco, le dimos la posibilidad de estar en una familia normal”, contó Sol y José Luis acotó que “no la tenemos en una cajita de Cristal”.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal_3.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 4"></figure>“La ayudamos para que crezca”, agregó la mamá y explicó que está aprendiendo a viajar en colectivo, además de conocer alternativas para optar por otra actividad cuando termine la escuela.&nbsp;<h4>Invitación abierta</h4>En otro tramo de la charla, José Luis Labaroní manifestó que “los invito a que lo hagan porque el beneficio es enorme, te rejuvenece, a los 54 volví a ser papá”.Y &nbsp;María Ángeles reflexionó que “no sólo la adopción debe ser en casos excepcionales. A veces nos replanteamos si tuviésemos un espacio físico mayor en mi casa, lo seguiríamos haciendo, hasta con posibilidad de hermanos. Consideramos que la vida es la vida y hoy por hoy, que haya una criatura, o dos, o tres, que estén pidiendo una familia, o que tengan esa necesidad básica…”.En paralelo, expuso que “reconozco que estoy 24/7 con Cris, ellas (por sus hijas mayores) me ayudan un montón. Tenemos la suerte, porque a veces tengo que ir al negocio con José o tenemos una reunión, que coordino con Sol. La familia, el novio de Sol, la familia del novio, todos entran en este paquete. La verdad que invitamos, es un placer, se te agranda el corazón pero por lo que uno recibe, no por lo que uno da”.&nbsp;En el mismo sentido, el padre de la familia analizó que “fue algo que nos cayó, lo tomamos, lo aceptamos y puedo asegurar que recibimos mucho más de lo que damos. Nosotros tenemos una vida sencilla, vivimos en una casa de dimensiones acotadas, vivimos cómodos, no nos falta nada pero no nos sobra nada, y lo que le dimos a Cristal es eso. Hicimos un lugarcito para ella. Tampoco ella nos reclama nada”.<h3>Las hermanas mayores y el día épico que conocieron a “Cristu”</h3>“Nunca lo dudamos directamente”, afirmó Sol Labaroní, estudiante avanzada de Licenciatura y Profesorado en Física de la Unicen. Contó que con su hermana menor, asistieron al colegio Nuestra Tierra, donde compartieron clases con alumnos integrados. “Las dos en nuestros cursos teníamos compañeros con Síndrome de Down, estábamos re acostumbradas a tratar con ellos y a nosotros no nos cambiaba nada, iba a ser alguien más de la familia”.&nbsp;Cuando su madre les mostró la publicación, “dijimos, ¿por qué no? Nosotras ya somos grandes y siempre estuvimos a favor del tema de la adopción y está bueno darle una oportunidad a alguien que, encima, la está buscando porque la convocatoria salió porque ella dijo ‘quiero tener una familia’”.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/jose_luis_labaroni_familia_y_cristal_4.JPG" alt="José Luis Labaroní, familia y Cristal - 5"><figcaption>Sol, la hermana mayor, nunca dudó de la decisión de adoptar a Cristal.&nbsp;</figcaption></figure>Desde Buenos Aires, Antonella relató que “la decisión de ‘Cristu’ fue algo rarísimo que pasó. Yo volvía de cursar -en ese momento cursaba en Tandil-, mamá nos dijo ‘miren’ y leímos la convocatoria abierta del Juzgado. Nos miramos entre todos, se armó un silencio y dijimos ‘che, ¿y si probamos? ¿Si llamamos a ver qué pasa?’. Todos pensamos lo mismo en ese momento, empezamos a averiguar, a tener las entrevistas, obviamente que sin expectativas y a la vez, con expectativas muy altas. En el Juzgado nos decían que había muchas familias y que estaban evaluando”.&nbsp;Como otro hito en la historia, puntualizó que “el día en que la pudimos conocer a ‘Cristu’ fue épico para la familia” y confió que “fue una sensación rara porque me sacó el lugar de la más chica. Entonces, empecé a ser una hermana más grande y fue también aprender a cuidar a Cristal, empezar a dejar y resignar cosas, obviamente por motus propio, para ayudar a mi familia en cuanto al cuidado de Cristal. Fue bastante chocante decir ‘empiezo a ser la hermana más grande y tengo que comportarme como tal’”.&nbsp;-¿Qué dijeron tus amigos cuando les contaste?Antonella: -Fue muy gracioso porque de un día para el otro, le digo ‘bueno, entramos en la convocatoria de adopción de una nena’, que ni siquiera sabíamos el nombre. Nadie lo podía creer, porque de la nada, nunca estuvimos con intención de adoptar, la familia nunca se lo planteó. Mis amigas no lo podían creer, la querían conocer. También es bastante emocionante la historia, entonces empezaron a pensar que estos temas no se hablan en lo cotidiano entre los jóvenes y el porqué. No se habla de los hogares. Yo misma empecé a investigar por ‘Cristu’, me empezó a interesar el tema por ‘Cristu’, y es el día de hoy que me gustaría adoptar en el futuro, yo sola. Así con mi entorno, mis amigos, mis amigas, todos se empezaron a plantear por qué no se habla esto. Eso fue lo que más me impactó.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/06/labaroni_y_familia.JPG" alt="Labaroní y familia"><figcaption>La charla a la distancia con Antonella, la hermana del medio.</figcaption></figure>Sol: -Esta semana, dando clases en Nuestra Tierra, salió el tema y mis alumnos me hicieron una pregunta y les conté el tema de la adopción, sin mucho detalle. Y una chica se emocionó, se largó a llorar, y después se quedaron hablando de eso, de la adopción, de que algunos adoptarían.&nbsp;-Antes era un tema tabú, incluso no se les contaba a los chicos adoptados sobre su identidad…&nbsp;Sol: -No estaba tan presente. Tal vez no se te ocurría. La generación de hoy es un poco más abierta en todo sentido, entonces creo que se lo está planteando un poco más esto de ‘no sé si quiero tener hijos, o prefiero adoptar, espero un tiempo y adopto’.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;

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“Recibimos mucho más de lo que damos”, celebró la familia que adoptó a Cristal