Problemas de vivienda y falta de apoyo estatal agravan la situación de los perros callejeros

Para las personas que tienen mascotas, la dificultad de encontrar vivienda puede ser un gran obstáculo. En algunos casos, pueden verse obligados a dejar a sus mascotas en otro lugar o pagar un precio más alto por una propiedad que acepte animales.

Cabe recordar que Antonio Comiso, revisor de cuentas del Centro de Martilleros de Tandil (Cemart), declaró a este Diario que se estimaba que “en los últimos dos años, 410 propiedades que estaban en alquiler mensual en la ciudad se fueron para el turismo”. A la vez que sostuvo que dichas viviendas “no volverán más”. 

De los pocos alquileres tradicionales que quedan en la ciudad, la gran mayoría no permiten alquilar con mascotas, lo que convierte en una odisea para familias con mascotas poder encontrar un lugar para vivir.

En una entrevista con este medio, Erika Esteban, activista y acompañante terapéutica, informó sobre la creciente preocupación entre proteccionistas por el aumento de perros en situación de calle debido a las restricciones en los alquileres que prohíben la tenencia de mascotas, además, destacó la falta de recursos y apoyo por parte de las autoridades municipales en la gestión de estos casos. 

Erika, reconocida por su ocupación en la protección animal, ha trabajado rescatando perros y aplicando técnicas de modificación de conductas en su labor como etóloga. Aunque actualmente no puede acoger más animales debido a la cantidad de perros que ya posee, se dedica a ayudar a las personas en la gestión de emociones para con sus mascotas, brindando terapia asistida. 

En conjunto con otras protectoras, Erika ha notado un alarmante incremento de perros en las calles. Este fenómeno se debe, en parte, a la escasez de alquileres que permiten la tenencia de animales, lo cual ha llevado a muchas personas a abandonar a sus mascotas. Ante esta situación, buscar un tránsito temporal o adopción responsable se ha vuelto difícil debido a la falta de disponibilidad y de recursos.

La activista también señala la ineficacia de los trámites burocráticos para atender casos de perros agresivos. En ocasiones anteriores, ha sido necesario recurrir a la exposición mediática en redes sociales para que las autoridades de Bromatología se hicieran cargo de situaciones urgentes. A pesar de presentar denuncias formales, la respuesta ha sido limitada, brindando únicamente un papel con el aval de la denuncia y sin tomar medidas concretas. 

Erika sostiene que es responsabilidad de Bromatología comunal hacer frente a esta problemática, ya que no es algo que los protectores puedan resolver por sí solos. 

Además, destacó la falta de empatía y comprensión por parte de la sociedad, que se encuentra afectada por la difícil situación económica actual. 

A pesar de los esfuerzos de las organizaciones rescatistas de animales, el panorama se ve complicado. Incluso los recursos limitados de las protectoras no son suficientes, y la falta de apoyo estatal dificulta aún más la situación. La comunicación con Bromatología acerca del nuevo predio y el lugar para nuevos casos ha sido ineficaz y las respuestas insatisfactorias.

“Lo que manifestamos es que por favor desde Bromatología se hagan cargo de las denuncias que se hacen y que, si se necesita más presupuesto o más personal, se haga cargo el Municipio de la cantidad de perros, que están sueltos en la calle y que corresponde que se hagan cargo”, declaró.

Por último, la activista quiso agregar que para todos aquellos que quieran adoptar pueden comunicarse a la página de Adoptame Tandil, un proyecto que inició a fines del 2017, donde especialistas en comportamiento canino trabajan junto a veterinarios del área de zoonosis y un grupo de voluntarios.

“Es muy importante que empiecen a salir los perros que están en los caniles para que pueda haber lugar para que ingresen otros. Por ahí la gente no sabe, pero hay perros de todo tipo y edad, que necesitan una familia. Los pueden encontrar en Facebook e Instagram como Adoptame Tandil y estaría buenísimo que la gente pueda ir, ver y cuando quieran adoptar que vayan al predio, es muy importante que los perros salgan de los caniles porque tampoco es vida vivir adentro de un canil, si bien hay chicos que colaboran y los sacan a pasear y todo, imagínate que no es bueno para nadie vivir encerrado”. Finalizó Erika.