Precios elevados y altos niveles de informalidad, la otra cara del turismo en Tandil

“Tandil, lugar soñado”. El slogan funciona muy bien y ha convertido a la ciudad en el paraíso deseado, tanto para radicarse como para pasar unos días de descanso. El posicionamiento de Tandil como sitio turístico es una empresa a la que la gestión municipal se ha abocado con contundencia en la última década, en alianza con el sector privado. Pero más allá de señalar la pujanza y el trabajo de una actividad, el asunto comporta al menos otros niveles de análisis. 

Por un lado, un tema ya expuesto es el de los alquileres temporarios informales. Frente a un segmento hotelero y de cabañas que opera en la legalidad, hay todo un abanico de propuestas, sobre todo de casas y departamentos, que trabajan de manera informal y generan una competencia desleal. 

De este modo, el último fin de semana largo –en octubre- dejó un saldo positivo para el distrito, con una ocupación casi plena. No obstante, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines advirtió que hubo muchos visitantes alojados en locaciones no registradas.

En tanto, desde hace un tiempo, la Dirección de Turismo municipal y el Instituto Mixto de Turismo pretenden reimpulsar una ordenanza del año 2010, la Ordenanza 11.961 de alojamientos extrahoteleros, para contener la problemática  de cara a la temporada de verano 2022/2023, pero aún no hay avances concretos en esta línea que ofrezcan certezas a los prestadores. 

Oferta y demanda 

Ahora bien, los costos para veranear en Tandil o pasar un fin de  semana largo, como los que se vienen el 21 de noviembre y el extralarge del 8 de diciembre, se han disparado a niveles exorbitantes, cotizados en dólares. La inflación es un factor preponderante, por supuesto, pero los precios de Tandil no guardan relación con lo que se cobra en otros destinos mucho más turísticos e institucionalizados, con mayor oferta de esparcimiento, atractivos naturales, diversidad e infraestructura.  

Más allá de las pretensiones vernáculas, un informe de Google publicado hace poco exhibió el ranking de los diez lugares del país más buscados a la hora de salir a hacer turismo. El resultado fue el siguiente: Buenos Aires, San Carlos de Bariloche, Mendoza, Córdoba, Salta, Ushuaia, Jujuy, Mar del Plata, San Miguel de Tucumán y El Calafate. En la provincia, Tandil suele ser uno de los puntos donde los visitantes posan su atención y se inscribe dentro del top ten de sitios elegidos. 

Así, la ley de la oferta y la demanda explica muy bien el fenómeno que se da en la ciudad; hay gente dispuesta a pagar lo que los prestadores piden. Evidentemente, la captación de un público porteño o de grandes centros urbanos, de alto poder adquisitivo y con ganas de descansar en un entorno privilegiado no muy lejos de su casa, ha picado en punta y enfocó la provisión de servicios hacia ese grupo. 

La cantidad de plazas disponibles -cerca de 10 mil, en alojamientos registrados- dista mucho de las de Mar del Plata, Bariloche o Capital Federal, lo que significa que la rotación de visitantes jamás podrá equipararse a la de los mencionados puntos. Los arcos de oferta y demanda son ostensiblemente menores en Tandil, pero no lo son los precios. Ni de los hospedajes, ni de la gastronomía, que ostenta precios similares o superiores, en algunos casos, a destinos como la Costa Atlántica, Córdoba, el Norte, Mendoza y la mismísima Ciudad de Buenos Aires, receptora imbatible del turismo internacional.

Alquileres cotizados 

Un relevamiento realizado por El Eco de Tandil en los principales motores de búsqueda de alojamientos, arrojó datos interesantes, aunque vale aclarar que no todos los valores disponibles se ubican en los rangos desplegados.  

En Booking, por ejemplo, ofrecen una casa para ocho personas, de 300 metros cuadrados, con pileta, y vista a la zona de las sierras y el Dique, por 5.075.096 pesos, durante la primera quincena de enero.

Una reconocida hostería de cabañas, ubicada en la zona Don Bosco, pide 2.300.000 pesos por el mismo lapso de tiempo. Las cabañas que aún tienen disponibilidad para esa fecha, marcan un rango entre 550.00 pesos y 1.500.000 pesos; es decir, entre 37 y 100 mil pesos la noche. En Airbnb, otro sitio web de hospedajes, hay algunas casas y casaquintas que piden hasta 60.000 pesos la noche. Esto, sumado en una quincena, son 900 mil pesos. 

En la comparativa, cabe decir que el precio de las cabañas se asemeja a lo que piden por la misma quincena en Villa La Angostura o San Martín de los Andes. En la sierras de Córdoba el panorama es diametralmente opuesto. Las cabañas en Villa Yacanto, San Marcos Sierra o ciudades similares para una familia tipo, con todas las comodidades y pileta, oscilan  entre los 200 mil y los 600 mil pesos, y algunas propiedades muy lujosas ascienden a 900 mil pesos. 

Cariló, el balneario más caro y exclusivo de Argentina, oferta casas a más de un millón de pesos para vacacionar en enero. En contraposición, la querida Mar del Plata a esta altura tiene casi el 90 por ciento de sus plazas reservadas para fin de año y las dos primeras semanas de enero, pero todavía se consiguen departamentos por 400 mil pesos los 15 días.

Propiedades dolarizadas 

El corredor inmobiliario Antonio Comiso, del Centro de Martilleros, en diálogo con El Eco Multimedios aseguró que ya hay muchas reservas y pedidos firmes para este verano de “casas de familia” con  espacio verde amplio y pileta, para instalarse y disfrutar con toda la familia y amigos.

Al respecto, describió que los valores que se manejan son “elevados” y graficó que se piden de 2 mil a 3 mil dólares (900 mil pesos aproximadamente) por un mes, como mínimo.  

“Estos precios no hacen mella para nada, ya están dentro de lo normal. Las propiedades con mucha proporción de canchas y amenities tienen otros costos, porque hay que tener quien cuide y mantenga todo eso. Pero por menos de dos mil dólares no hay nada por un mes completo, no se consigue; de tres mil dólares para arriba es el precio normal que se maneja. Se entiende también que una casa se comparte entre varias familias que van rotando y se hace la proporción de costos”, explicó. 

Puestos de trabajo 

De acuerdo a datos oficiales, la actividad turística local produce el 15 por ciento del PBI de Tandil y la ciudad posee aproximadamente 10 mil camas destinadas a alojamiento, cifras que marcan  a pulso acelerado el crecimiento del segmento y generan, en consecuencia, puestos de trabajo. 

Un reciente relevamiento de datos, nucleados en el Mapa Productivo Laboral Argentino, desarrollado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía, expuso que el sector “Alojamiento y gastronomía” representa un poco más del 5 por ciento del empleo registrado en la ciudad. En rigor, contabiliza 1.122 puestos de trabajo en 175 empresas.

Asimismo, los últimos datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que corresponden a julio, marcan un sostenido aumento del empleo en todo el país y detallan que la gastronomía, como así también la hotelería, están entre “las áreas que mayor cantidad de trabajadores incorporaron”.

“Según datos oficiales, el número de personas con trabajo registrado en el ámbito formal privado es de 12.600.000, lo que marca un nuevo mes de crecimiento, el número 15 de manera consecutiva. Desde 2012 no se verifica un período tan extenso de incremento mensual”, valoró el informe de Nación. 

Históricamente, gastronomía y hotelería son actividades económicas que tienen altos niveles de recambio e informalidad registral. No obstante, si bien no hay datos desagregados a nivel local, desde la delegación del Ministerio de Trabajo nacional informaron a este medio, hace unos meses, que las infracciones labradas en las inspecciones que regularmente realiza el organismo, el rubro gastronómico es uno de los más impactan a la hora de la inspección.

Reclamo gremial 

En la actualidad, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) está en alerta por la negativa de los empresarios del rubro a acatar la equiparación salarial, que busca igualar a Tandil y otras ciudades del país con CABA y los destinos considerados turísticos tradicionalmente. Al respecto, la gremial apeló a la “bonanza” que vive la actividad para justificar los incrementos exigidos.  

Por otra parte, desde la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines, afirmaron que están en permanente diálogo con el sindicato pero alegaron que la problemática debe resolverse en la mesa nacional, y también indicaron que la revisión de las escalas de sueldos debe tener un tiempo considerable de discusión. 

En tal sentido, la entidad subrayó que aunque hay innumerables esfuerzos para posicionar al distrito en el plano turístico, Tandil no es como otros destinos que reciben visitantes de forma masiva todo el año y la definieron como una ciudad “con turismo” y no turística, al estilo de Buenos Aires, las Cataratas del Iguazú o Mendoza, por citar algunas plazas.