Suelo urbano
Mujeres sin Techo cuestionó la urbanización del predio Carrasco por "beneficiar a un privado"
El convenio urbanístico que suscribirá el Municipio prevé dotar de infraestructura a 250 lotes privados a cambio de 80 parcelas. La comuna destinará 108 millones de pesos al proyecto. La ONG acusó que se trata de un negocio inmobiliario para el sector privado, que verá sustancialmente aumentado el valor de los lotes.
Desde Mujeres sin Techo cuestionaron públicamente la carta de intención que rubricará el Gobierno comunal para generar un convenio urbanístico en un macizo de tierra denominado predio Carrasco. El proyecto fue incluido en el Presupuesto 2022 aprobado por mayoría a fines de diciembre y prevé el pago de más de 108 millones de pesos para urbanizar esas tierras y otorgarles indicadores. No obstante, no hay información oficial clara al respecto.
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Según expresaron desde la entidad, el predio se subdividirá en 250 lotes, de los cuales el Municipio se quedaría con 80 de ellos para el banco de suelo urbano, a través de algunos mecanismos administrativos que habilitan estas operaciones. Lo particular del asunto es que el Ejecutivo nunca destinó fondos para ayudar a las organizaciones de la sociedad civil que desde hace años impulsan la edificación de viviendas y que tuvieron que abonar por su cuenta la colocación de los servicios de infraestructura.
Mirta Piqueras, una de las referentes de la Asociación Civil “De Corazón Tandilense”, que motorizó los barrios Mujeres sin Techo con la construcción de más de 90 casas, señaló al respecto que “hace años que muchas familias de Tandil pagan con costos altísimos obras de infraestructura para dar servicios básicos a los loteos que se generan a través de ONG’S como Mujeres Sin Techo, Graduados, Ecos , Judiciales y otras más”.
En este sentido, remarcó la inserción que este tipo de organizaciones tiene en la sociedad para suplir la vacancia estatal en la generación de suelo, ofreciendo posibilidades para las familias asalariadas de acceder a un lote para construir su casa.
Asimismo, recordó que “esas familias pagaron todo y nadie les regaló nada. Pagaron para tener lote, agua, cloacas, calles arenadas, luz y alumbrado público, y ahora el Municipio de Tandil generó una carta de intención para la realización de un convenio urbanístico con el sector privado respecto al predio Carrasco”.
Beneficios para el privado
De este modo, aseveró que, acorde a lo pautado en el Presupuesto, la comuna dispondrá de 108 millones de pesos para dotar al macizo de infraestructura e indicadores urbanísticos, en pos de poder construir en el lugar.
Según el desglose presupuestario, el Estado local proveerá al predio del sistema de abastecimiento de agua potable; desagües cloacales generales; sistema de red eléctrica primaria; red de gas natural; red vial y sistema de desagües pluviales generales; nexo peatonal; señalética urbana; refugios de colectivos; y construcción de espacios verdes públicos.
En su descargo, Piqueras ponderó que “queda a la interpretación que lejos de ser un beneficio para el municipio, que es la generación de nuevo suelo urbano, es un negocio inmobiliario para el sector privado que se beneficia al dotar de servicios e indicadores incrementando sustancialmente el valor de los lotes”.
Por último, sostuvo que las entidades como Mujeres sin Techo iniciaron hace muchos años la búsqueda de respuesta para familias de la ciudad porque “no hay políticas de tierra ni vivienda para los vecinos de Tandil".
Con preocupación y desconcierto, cerró con una interpelación sin respuesta: “¿Y ahora esto qué es? Sin palabras”.
Alternativas de generación de suelo
La oposición señaló con dureza en el debate del Presupuesto el rol del Estado en este convenio. Como está planteado, a priori, parecería tratarse de un “Estado bobo” al servicio de un privado.
Por un lado, podría aplicarse la Ley de Hábitat y el Municipio, en este caso, queda facultado a dar indicadores para que el titular del macizo se ocupe de colocar la infraestructura necesaria. A partir de ello, el Estado puede quedarse con lotes sólo por el hecho de brindar indicadores pero sin correr con los gastos de obras públicas.
Otra posibilidad es que Tandil adhiera a la Ley nacional de Suelo, que avala que Nación solvente los gastos de infraestructura e inclusive la compra del macizo. Posteriormente, el Municipio podría gestionar la subdivisión y el Estado nacional aportar líneas de créditos para la adquisición de lotes y la construcción de casas.
Otra de las cuestiones a analizar es la cantidad de lotes que, de suscribirse el convenio tal como está, quedarían para la comuna y en qué valor; si a precio de mercado con indicadores o con el valor previo a la subdivisión.