Salud
Más de 40 mil argentinos mueren por año a causa de la muerte súbita
La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Argentina de Cardiología (FAC) han declarado del 21 al 27 de agosto de cada año como la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita para concientizar a la población sobre la importancia de tomar cursos de reanimación pulmonar (RCP) y conocer las maniobras adecuadas para tratar una muerte súbita. La Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, explicó la importancia de tener hábitos saludables que ayuden a evitar tener enfermedades cardíacas.
Definimos a la muerte súbita (MS) como: muerte natural de causa cardiovascular, que se produce en forma inesperada con un corto intervalo desde el inicio de los síntomas desencadenantes, que habitualmente ocurre en menos de una hora o que acontece durante el sueño. Representa la mitad de las muertes cardiovasculares y el 25% del total de las muertes en adultos. Aproximadamente un 50% ocurre en personas sin enfermedad cardíaca conocida, siendo ésta su primera expresión.
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Puede ocurrir a cualquier edad porque no existen indicadores previos. Las personas con mayor riesgo de muerte súbita son los lactantes de hasta 6 meses, y los adultos con enfermedades cardiovasculares vinculadas a la carga genética y los hábitos poco saludables. En niños y jóvenes la cantidad de casos es menor, y se debe en su mayoría a alteraciones cardiovasculares congénitas.
“Se calcula que más de 40.000 personas por año sufren una muerte súbita en Argentina. La mayoría ocurre fuera de centros asistenciales. Este terrible evento puede suceder a cualquier edad, aunque a medida que pasa el tiempo la probabilidad de que ocurra es mayor”, explicó Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
La prevención primaria de la muerte súbita consiste en adoptar un estilo de vida saludable basado en una alimentación adecuada, realizar ejercicios físicos periódicos, no fumar, controlar la presión arterial, los valores de azúcar y colesterol, y visitar periódicamente al cardiólogo para hacer chequeos para detectar en forma precoz cualquier enfermedad cardíaca.
La velocidad con la que se reaccione para socorrer a la víctima le ofrece más posibilidades de sobrevivir. “Por cada minuto de retraso en actuar, se pierde un 10% de posibilidades de salvar a esa persona, es por eso que es fundamental concientizar a la comunidad sobre la importancia de aprender maniobras de para Reanimación Cardio Pulmonar (RCP)”, desarrolla la profesional de OSPEDYC.
Con tan sólo tres pasos se puede salvar una vida: Acercarse a la víctima y constatar si responde o respira y, si no lo hace, iniciar las maniobras de RCP; llamar al número de emergencias para que rápidamente llegue la ambulancia; y comprimir con las dos manos el centro del pecho de la víctima con una profundidad de 5 a 6 cm y una frecuencia de 100/120 veces por minuto con mínimas interrupciones hasta que llegue el sistema de emergencias. En el caso que se cuente con un desfibrilador (DEA), se deberá usar siguiendo las indicaciones del dispositivo para su utilización.
La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), ofrecen cursos de dos horas para aprender a realizar las maniobras adecuadas de Reanimación Cardiopulmonar básica (RCP).
Saber hacer estas maniobras y conocer la cadena de supervivencia puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona que sufre un ataque que le genera un desvanecimiento súbito. “Si todos los habitantes de la Argentina supieran cómo actuar, se reduciría un 70% las muertes súbitas que ocurren fuera del hospital”, destacó El Haj.
La cadena de la vida es el conjunto de acciones dirigidas a salvar la vida de las personas que se encuentran en parada. Cualquier persona puede llevar a cabo esta cadena. Cada minuto de retraso a la hora de ponerla en marcha disminuye las posibilidades de que la persona sobreviva hasta en un 10%.