Más allá de la inflación, desde Desarrollo Humano aseguraron que el Municipio garantiza la asistencia social

La sostenida inflación afecta también a la asistencia social y alimentaria, que a nivel municipal lleva adelante la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat. Por tal motivo fue consultada la subsecretaria Juliana Teerink, quien en diálogo con El Eco Multimedios brindó detalles del presente del área.

En concreto, precisó que si bien la situación económica impactó a la cartera, también aclaró que “como siempre esta gestión dispone, se privilegia tener partidas propias o reasignaciones a esta Secretaría”, en relación a garantizar el acompañamiento a la población con mayor vulnerabilidad. 

Pocos días atrás se conocieron los últimos datos con respecto a la inflación a nivel nacional. A partir del informe mensual del Indec, se supo que la variación mensual implicó una suba de un 8,3 por ciento, lo que supone una variación acumulada de un 120 por ciento, y una variación interanual del 142,7 por ciento. 

Las repercusiones de los aumentos no se registran sólo en los valores de los productos de consumo cotidiano, sino también en el impacto sobre los presupuestos públicos asignados. Por tal motivo, muchas partidas destinadas con determinados fines pueden peligrar debido a que los montos no lleguen a cubrir lo contemplado.

“Del presupuesto proyectado el año pasado, por supuesto que quedamos más que cortos porque rápidamente antes de mitad de este año nos vimos sobrepasados por la cuestión inflacionaria, por el contexto, por todo lo que eso significó, repercutió fuertemente”, señaló Terrink al respecto.

Tal realidad, amplió, “implica un reacomodamiento en el día a día”, y un trabajo específico en pos de “dar una respuesta acorde a la realidad particular de cada uno, más allá de todo lo programado en términos presupuestarios y del destino de los recursos que ya tenemos garantizados como Estado Municipal, hemos tenido que repensar estrategias en términos de respuestas reales. No cuestiones solamente teóricas sino justamente del otorgamiento de una respuesta material, efectiva, para que esto no repercuta y complejice aún más las situaciones familiares”, planteó.

Las principales demandas

Teerink señaló que trabajan durante el año con “una dinámica importante” atendiendo diferentes demandas las cuales están signadas con el contexto social general, pero también por situaciones particulares como por ejemplo las bajas temperaturas. 

“En el invierno la demanda es mucho más marcada, no solamente en términos alimentarios sino en todo lo que tiene que ver con la calefacción, con el abrigo, con las mejoras habitacionales que empiezan a manifestarse de una manera más compleja y ahí es donde como Secretaría reforzamos esa respuesta en la medida de la disponibilidad de recursos que tenemos”, señaló.

Informó además que en el último tiempo debieron reforzar la asistencia alimentaria a grupos familiares. Más allá de la modalidad de acompañamiento a través de un programa bancarizado, “muchas de estas familias han solicitado a través de la intervención de los trabajadores sociales, un refuerzo alimentario que se reproduce en términos de un módulo físico de alimentos, que empezó a ser significativo en términos de complementar también la cuestión alimentaria”, precisó.

Agregó también que recibieron nuevas demandas de parte de adultos mayores, grupo al que reforzaron a partir de “productos físicos” como carne, y “con un montón de productos que suman a la dieta que entendemos la población más vulnerable debe tener garantizada”.

En otra línea, también asistieron a familias en temas vinculados a la situación habitacional, como por ejemplo renovación de contratos de alquiler. “Hemos tenido que redoblar los esfuerzos de esos acompañamientos, sobre todo en los periodos de renovación de contratos, de búsqueda de viviendas que se hace como imposible poder encontrar una vivienda adecuada para un grupo familiar con niños, esta realidad que Tandil tiene en términos turísticos también ha repercutido en la poca oferta que se encuentra para alquilar de manera permanente”, planteó.

Tal realidad, concluyó, enfrentó al área a “repensar otras estrategias, como por ejemplo la posibilidad de construir algo en el terreno compartido de un grupo familiar como para poder garantizar el techo. En esto le hemos puesto mucho el foco en lo que tiene que ver con el programa de Mejoramiento Habitacional y también la cuestión de garantizar el mobiliario básico de las familias con mayor vulneración para que mínimamente tengan los muebles adecuados para poder funcionar como grupo familiar, camas, mesas, sillas”.