Las intenciones proteccionistas pueden perjudicar la salud del animal
La voluntad de alimentar a los perros puede afectar su salud
Los recipientes de las veredas ubicados en las puertas de las viviendas pretenden alimentar e hidratar a los animales que pasan. Pero desde el punto de vista sanitario, ésta medida puede ser perjudicial para ellos por las condiciones de descomposición que toman el agua y el alimento a la intemperie.
Cualquier persona que camina por las calles tandilenses puede ver la cantidad de rincones en las veredas que brindan agua y alimento ubicados en las puertas de las viviendas o los locales de la ciudad tienen la intención de proveer los medios para saciar las necesidades básicas de los perros que viven en la calle. Sin embargo, los médicos veterinarios no recomiendan para la salud del perro ni la pública.
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Entendiendo que es una práctica bien intencionada por parte de muchos vecinos de la ciudad que ofrecen recipientes con agua y alimento balanceado. La realidad es que, desde el punto de vista sanitario y la salud del animal no son las condiciones recomendadas para alimentar un perro o gato que pasa por allí porque son afectados por diferentes factores que descomponen el alimento.
En este marco tan coyuntural que se genera desde las entidades proteccionistas con la intención de mantener hidratados y alimentados a los callejeros también se presentan las condiciones sanitarias desfavorables para ellos.
En diálogo con este medio, el veterinario Héctor Fernández apuntó detalles sosteniendo la postura que tiene como profesional ante estas voluntades.
“Lo que uno ve con todo el amor del alma que sé que la gente lo hace buscando el beneficio del perro porque no tiene dueño, anda en la calle y de alguna manera y los alimenta, es más hay gente que viene a comprar alimento para eso.”
Sin embargo, “desde el punto de vista de la salud pública y desde la salubridad, en todo el contexto están equivocados con el procedimiento”
En línea, subrayó dos aristas sobre la situación, que la vuelve perjudicial para el animal directamente e indirectamente a las personas.
Primero sosteniendo las condiciones en las que se almacena el alimento para que el callejero que pase por allí, lo coma. Y aunque tenga la higiene correspondiente, hay factores como el clima, con lluvias, el sol directo y las altas temperaturas que modifican ciertas características del alimento.
Por ejemplo, la grasa que contiene el balanceado que está al rayo del Sol, con el pasar de las horas, comienza a descomponerse “y eso en muchas ocasiones lleva o conlleva a que muchos perros puedan tener diarrea -esteatorrea- porque esa grasa que consumieron no está en buenos términos, no está bien”
Si bien el animal genera una cierta saciedad por el término de un tiempo, la realidad es que “le damos de comer pero no le estamos dando un alimento saludable sino uno en descomposición, además puede sufrir otras situaciones.”
Asimismo, sucede de la misma manera en cuando al agua, que tiene el objetivo de hidratar al animal, es el mismo que reposa horas y días enteros sobre esos recipientes y así empiezan a aparecer hongos “a veces pasas, ves los recipientes y está verde el agua.”
Sin dudas, aquellos lugares que contienen alimentos con sobras de comida de personas, como puede ser algún trozo de carne cocido, igual se expone a estos factores que perjudican el estado óptimo de alimento que debería ingerir el perro.
En líneas generales, el veterinario sostuvo “hay que poner una dosis justa de alimento y mantenerlo en un lugar limpio donde tampoco le dé el Sol directo”. Porque si “había alguna situación de enfermedad que se trasmita mediante las vías digestivas, podría contagiar a otros perros”
Los roedores también se acercan a comer
A su vez, el especialista trazó un paralelismo de carácter indirecto pero no menos importante sobre los efectos en la salud de las personas. “Desde el punto de vista de la salud pública, es llamar a las ratas, y la posibilidad de que los roedores orinen en el lugar donde esta la comida o en el recipiente de agua y ahí estamos frente a un individuo que está trasmitiendo enfermedades como puede ser la leptospirosis. Y así le das ambiente y espacio servido a un roedor que le deja en bandeja cualquier bacteria al perro, que la va a padecer y la puede retrasmitir a otros perros o humanos”
En suma, desde el punto de vista de las entidades encargadas de la salud de los animales junto a las protectoras y autoridades de salud pública, Fernández dijo que "hay cuestiones que deben debatirse de una manera diferente y encontrar soluciones conjuntas.”