Obra pública
La obra de la escuela de De la Canal sigue adelante, pero admitieron la precarización de los trabajadores
El titular de la seccional local de la Uocra expuso que los trabajos no se pararon. Enfocó la problemática en las condiciones de extrema vulnerabilidad de los obreros y la responsabilidad de la empresa constructora. "Traerlos en esas condiciones no corresponde", señaló.
La obra de la escuela de De la Canal se vio sacudida estos días por diferentes acusaciones y versiones sobre las condiciones de vulnerabilidad que experimentan los trabajadores a cargo de la construcción, que provienen de otra provincia y deben residir temporalmente en el lugar.
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En este marco, el lunes arribaron a la localidad rural referentes de la seccional Tandil de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) para constatar las condiciones ofrecidas a los seis empleados que contrató la empresa Pesciallo Flores y Cía. S.C. e intervenir para mejorar la situación.
Tomás Arrospide, miembro de la cooperadora de la Escuela Secundaria 13, expuso en este medio que las tareas habían sido frenadas pero el titular del sindicato, Daniel Sagrera, dijo ante los micrófonos de La Mañana de El Eco (104.1 Tandil FM) que al menos la entidad sindical no ordenó parar la obra.
“Yo no paré nada. Vi la situación en la que está la gente y que tiene que mejorar. La empresa está viendo de alquilar una casa para los trabajadores y la denuncia por parte de la gente de la escuela es lógica, pero me extrañaron algunos temas porque pareciera que están queriendo hacer política partidaria con esto. A mí lo que me interesa es que le solucionen el tema a los trabajadores”, afirmó.
En tanto, admitió los problemas que aquejan a los trabajadores y sostuvo que la firma no debió ofrecer condiciones tan precarias a priori. “La empresa está tratando de alquilar en De la Canal pero no hay casas. La otra opción es alquilar en Tandil y llevarlos todos los días a la obra a trabajar. Ese tema no me interesa cómo lo resuelven o si tienen mas gastos, porque la empresa agarró la obra y tiene que hacerse cargo de todo, deberían haberlo hecho desde el principio”, detalló.
Condiciones a mejorar
Por su lado, Sagrera ratificó que los seis obreros están hacinados en una casilla y que no poseen sanitarios, en consonancia con lo expresado por la comunidad educativa. Asimismo, explicó que mientras inspeccionaba la obra vio que descargaban hierros y chapas para hacer el baño, entre otros elementos, en pos de mejorar la infraestructura existente.
“A la gente la tienen que traer con todo listo para que puedan convivir. Trabajar en esas condiciones no corresponde”, resaltó.
Además, indicó que se cursaron las denuncias de seguridad e higiene laboral al Ministerio de Trabajo nacional y destacó que dialogó con una de las dueñas de la compañía, quien aseguró que van a resolverlo lo antes posible.
Así, con el foco puesto en la responsabilidad del entre privado, el gremialista enfatizó que “la responsabilidad es de la empresa, no puede desconocer lo que tiene que tener para empezar la obra”.
Para cerrar, ponderó que han tenido inconvenientes en otras obras también y apuntó a la obligación de hacer las denuncias pertinentes ante la Uocra o las carteras laborales “para que no sigan pasando estas cosas, que lamentablemente pasan en todos los ámbitos”.
Suspicacias
Hace menos de un mes se iniciaron las primeras tareas para levantar el edificio que aunará a la Escuela Secundaria 13, Escuela Primaria 15 y Jardín de Infantes 921, y constituye una conquista para la comunidad. Vale reseñar que el edificio es un pedido histórico de las instituciones educativas y de la población canalense que se pudo concretar recién este año.
La compañía Pesciallo Flores y Cía. S.C., con domicilio en la localidad bonaerense de 9 de Julio, resultó ganadora de la licitación pública 42/2022 que lanzó la Provincia con un presupuesto de 237.669.136.05 de pesos, y el pasado 26 de junio ambas partes rubricaron el contrato pertinente en La Plata.
La lamentable situación activó una solapada disputa política. No resulta ajeno que Tomás Arrospide, integrante de la cooperadora, fue funcionario del Consejo Escolar y tiene una militancia activa en la Juventud Radical, y pidió más controles del Estado en la obra.
Por otro lado, desde el Frente de Todos realizaron las gestiones para que el Gobierno bonaerense financie el edificio y la semana pasada se mostraron en el lugar para visibilizar los avances del proyecto, que fue cajoneado durante años.
En el medio, el gremio reconoció la situación de vulnerabilidad de los trabajadores golondrina que están lejos de sus casas y necesitan que se les garanticen las condiciones mínimas de habitabilidad, responsabilizando a la empresa por la precarización y exigiendo soluciones al respecto, que llegarán en los próximos días.