Historias
La historia del Citroën en el Dique: el hombre que vendió 7 mil autos en Tandil, y la idea que no llegó a concretar
La historia de Raúl Cángaro, un tandilense que dejó su marca en la ciudad.
Cuando el sábado 30 de noviembre un auto navegue por el Lago del Fuerte, muchos tandilenses recordarán uno de los mitos que se transmitieron por generaciones entre vecinos, el del Citroën que se sumergió en el Dique. Si bien se trata de un relato con todos los elementos de una leyenda urbana, el hecho fue real, y otra de las hazañas increíbles de una persona que dejó una marca en la ciudad. Raúl Cángaro fue piloto de Turismo Nacional, empresario y dirigente de la peña El Cielito, pero sobre todo un pionero de las campañas de ventas con las que llegó a vender 7 mil 3CV en la zona. Además de diseñar un automóvil anfibio, y de lanzar otro por un tobogán o hacerlo subir las escalinatas de la Municipalidad, Cángaro avanzó también con un proyecto tan ambicioso que solo podría llegar a concretar una reconocida firma varios años después.
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“Tanto lo de hacer andar el auto en el Dique como lo del tobogán gigante fueron jalones de un montón de cosas que hizo mi viejo. No solo marketineramente para su agencia de autos, sino para la comunidad. Era un tipo que claramente no podía ser feliz entre infelices. Era particularmente muy alegre y con sus múltiples facetas llevó muchísima alegría a la sociedad tandilera de los años 60’ y 70’”, dijo Ivy Cángaro, periodista de investigación e hija del recordado Raúl, en diálogo con El Eco de Tandil.
Nacido en Rauch en 1933, pero radicado desde muy chico en la ciudad, Cángaro fue alumno de la Escuela 11 y vecino del barrio de La Estación. Tras un breve paso como telegrafista en el servicio Ferroviario, y luego de trabajar como camionero, en el año 1967 fundó la agencia Autofran. En 1970 inauguró un nuevo local –“muy grande, con talleres y con la última tecnología de la época”-, en la avenida Espora frente al monumento al gaucho. Esa fue la base desde la cual el empresario gestó parte de sus recordadas campañas promocionales.
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A fines de los años 60’ comenzó en todo el mundo el auge de los autos Citroen, y la agencia Autofran fue la expresión del fenómeno en Tandil. “Fue un récord de ventas. En 10 años, papá vendió 7 mil autos en una ciudad de 60 mil habitantes, si bien le vendía a muchos pueblos de alrededor. Era una locura, al punto que vinieron de la casa central de Francia, especialmente a la Argentina y a Tandil para ver por qué razón alguien estaba liderando ventas cuando el resto, proporcionalmente en cuanto a cantidad de población y demás, estaban en un números mucho más bajos. Me acuerdo perfecto de cuando vinieron los franceses, estuvieron como 3 o 4 días, visitaron la agencia, y papá les hizo un asado en el campo”, contó Ivy.
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Un vecino apasionado
“Él tenía escuela primaria, pero podría haber sido un gran ingeniero o arquitecto. Le apasionaba el diseño. Y hacía todo lo que hacía con sus ideas, sus diseños y la gente de su taller, una corte de locos que lo apoyaban y lo ayudaban”, recordó Ivy sobre su padre.
El año 1972 fue el que marcó las principales hazañas de Cángaro. Hizo navegar un 3CV por el Dique –en la foto que perdura puede leerse “Autofran” en uno de los lados del auto-, y lanzó otro por un tobogán gigante. Una de las características del modelo era que contaba con una suspensión de avanzada para la época, así que las campañas del tandilense se orientaron a demostrarlo.
“Eso fue en el 72’. Pero también hubo un evento en la Municipalidad, en donde subió por las escalinatas. Pero de eso no quedó registro ni fecha”, compartió la hija de Cángaro. Por entonces el empresario tuvo otra iniciativa que si bien no llegó a concretar, sí lo haría después una automotriz internacional.
“Fue muy divertido. Él había empezado a trabajarlo pero no le dieron los permisos. Su idea era construir unos paracaídas gigantes para lanzar los 3CV con aviones de la Fuerza Aérea que salgan desde la Base. No le dieron el permiso, pero tenía todo el diseño, había probado y aparentemente funcionaban. Varios años después, hubo una publicidad muy famosa en la que Ford hizo eso con las F-100. Mi viejo lo había pensado 10 años antes”, dijo la periodista.
En cada una de las hazañas, recordó Ivy Cángaro, “se juntaba muchísima gente, porque a estas locuras marketineras las anunciaban. Papá colaboraba mucho con Radio Tandil como comentarista de las carreras. Era un personaje muy conocido acá, así que a todas estas cosas se las promocionaba en el diario, en la radio, inclusive yo tengo la idea de que había una propaladora que salía anunciando todo. Se juntaba media ciudad”, agregó.
El empresario local cerró la agencia Autofran en 1976 –tras el Rodrigazo y la crisis económica-, y pasó a dedicarse al campo. Fue víctima de una estafa durante la década del 80’ y la familia Cángaro perdió todo.
“Fue un papá súper compañero, que nos llevaba y nos traía a la escuela todos los días, nos acompañaba en cada cosa que hacíamos. Era muy moderno además para la época porque estaba muy lejos de cualquier discurso machista. Nos trataba como personas que debíamos generar cosas y nos estimulaba y nos daba manija para que hiciéramos, sin importar el género. No nos dejó nada material, pero sí una riqueza invaluable”, concluyó su hija.
La memoria de Raúl Cángaro volverá estar presente el sábado 30 cuando “La Ranita” de Adalberto García navegue en el Lago. El mecánico fue empleado de Cángaro hasta que abrió su propio taller -Citro-Gall-, que también conmemorará su medio siglo de vida.
Cronograma del evento del sábado 30
La caravana citronera que impulsa el taller Citro-Gall partirá el sábado 30 a las 9:30 desde la concecionaria Citroën ubicada en avenida España al 1200.
El recorrido será por avenida Marconi, Santamarina, Avellaneda y luego Alvear hasta llegar al Lago del Fuerte.
Las entradas al agua están previstas para las 10, las 12, las 15 y las 17 horas. En el Playón del Dique habrá puestos de comida, y durante toda la jornada se realizarán sorteos de repuestos.