La docente elegida entre las mejores del mundo pasó por Tandil y fue reconocida en el Concejo Deliberante

Visitó Tandil la docente Ana María Stelman fue finalista del Global Teacher Prize 2021, el certamen que premia a los mejores educadores a nivel internacional. Fue invitada por la también docente local Graciela Gargiulo. 

En el marco de su recorrida por la ciudad brindó una charla que fue declarada de interés por la Comisión de Cultura y Educación del Concejo Deliberante.

En diálogo con El Eco de Tandil, Stelman se refirió a su rol como promotora e inspiradora de educadores, a su mirada de la escolaridad en Argentina, y en particular a la labor docente. Haciendo mención a los alumnos, a la necesidad de contemplar las distintas realidades de cada uno, sostuvo que “enseñar a pensar es fundamental, que ellos se animen a ver su realidad y a buscar alternativas”.

A raíz de la visita de Stelman se convocó a una reunión ampliada de la mencionada comisión del Legislativo local. La concejal Daiana Esnaola fue la encargada de recibir a la docente y de presentarle el expediente en el que se declaró de interés su disertación. Del encuentro participaron también la directora de Educación Magalí Verde, la directora de Cultura Micaela Saconi, y el presidente del Concejo Deliberante Juan Pablo Frolik. 

En las instalaciones de la empresa Globant, Stelman brindó una disertación denominada “¿Preguntar? ¿Responder? ¡Mejor enseñar a pensar!”. Se trató de una instancia abierta y gratuita a la que el público pudo acceder con inscripción previa. 

Escuchar a los docentes

“Vengo a compartir mi experiencia, mis prácticas docentes con un grupo de amigos y de docentes que se animan a pensar en la educación en tiempo de receso invernal, que eso no es poca cosa”, señaló Stelman,  quien se desempeña en la Escuela Primaria 7 del barrio Hipódromo de la ciudad de La Plata.

Consultada por el debate en torno a la educación, planteó que si bien es un tema del cual gran parte de la ciudadanía imparte opinión, son los docentes los que conocen de primera mano la realidad cotidiana de las aulas.

“Por ahí en otras profesiones uno no se anima a arriesgar opiniones, pero en educación sí. Y creo que no importa si es tiempo de elecciones o no, lo importante es que empecemos a escuchar a los docentes y empecemos a pensar una educación mejor por el futuro de nuestro país”, consideró en ese sentido.

Su nominación como una de las mejores educadoras del mundo, contó, le abrió la posibilidad de “representar a un montón docentes que estaban como yo, encerrada en mi aula, día a día trabajando en silencio por mejorar el futuro de los chicos”.

Con respecto a las principales demandas y necesidades actuales de los educadores, Stelman se refirió en primer lugar a la formación. 

“Es muy difícil capacitarse desde lo profesional porque no tenemos un tiempo para eso. Los cursos y las capacitaciones son muy caras y las que no son pagas no son buenas”, sostuvo. 

En la misma línea consideró que “no se tiene en cuenta que la realidad de la escuela no es solamente el maestro y el alumno sino que entran otros factores que influyen en el hacer diario del docente, que tienen que ver con la infraestructura, con los recursos, con la formación docente y también con la realidad de los chicos”.

Hizo hincapié en marcar que “no todas las realidades son iguales, ni los recursos con los que cuentan la familia”, por lo que planteó que “pensar en educación es un tema bastante amplio y hay que sentarse y no tomarlo con ala ligera”. 

A partir de dicho análisis, señaló la importancia de la perspectiva de los educadores. “El docente es el que hace la diferencia. Desde la empatía, desde la mirada certera, la realidad que tienen esos chicos para poder ayudarlos”, observó.

Sobre esto último puso como ejemplo su experiencia de trabajo durante la pandemia. “Yo tenía todos mis alumnos y había una sola computadora. Entonces hice un montón de cursos que salieron, de qué hacer y cómo enseñar en pandemia. Y cuando decía que mis alumnos no tenían conectividad, se quedaban mirándome y no sabían qué decirme. Entonces, las realidades son diferentes y hay que pensar para esas realidades”, destacó.

Ante dicha situación, volvió a subrayar la importancia de trabajar en educación contemplando los diferentes contextos de los alumnos y sus familias. En ese marco, concluyó expresando que “el maestro es el que hace la diferencia. Y enseñar a pensar es fundamental. Que ellos se animen a ver su realidad y a buscar alternativas. Los chicos saben desenvolverse en su ambiente. Entonces lo que hay que hacer es escucharlos, ver cuáles son sus necesidades, cuáles son sus carencias y ayudarlos a encontrar respuestas. Y eso es enseñar a pensar”.