Juicio La Huerta
Juicio La Huerta: terminaron los testimonios de las víctimas, y piden que la sentencia se lea en Tandil
Avances y próximos pasos del juicio, mientras se pide por la lectura de la sentencia en la ciudad.
El Juicio La Huerta, donde se juzga a los acusados por crímenes de lesa humanidad cometidos en Tandil y la región, culminó con la etapa en la que testificaron víctimas y allegados. Mientras comienzan a presentarse los testigos convocados por la defensa de los imputados, se esperan los alegatos para después de la feria judicial y el veredicto para septiembre u octubre. De parte de las organizaciones de derechos humanos solicitan que el Tribunal se traslade a la ciudad para la lectura de las sentencias y que la misma instancia se transmita por YouTube.
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“Nosotros insistimos que para que en la próxima etapa, la más importante que es la de las sentencias, el Tribunal se instale y lea la sentencia en Tandil. Porque eso obligaría además a que los imputados tengan que estar presentes, que nosotros podamos mirarlos a la cara, que las víctimas puedan mirarlos a la cara, que la sociedad de Tandil les conozca las caras y los nombres”, planteó Ernesto Invernizzi de la Mesa Multisectorial Memoria, Verdad y Justicia.
Junto a Soledad Restivo, la periodista que cubre cada una de las instancias del proceso para la Agencia Comunica de la Facultad de Sociales de la Unicen, brindaron detalles de los avances de la mega causa. La cronista destacó además el rol de los medios públicos en el registro del juicio.
Al momento, tras 29 meses desde el comienzo, en La Huerta se realizaron 61 audiencias en la que 183 personas –víctimas o allegados- prestaron testimonio. Inicialmente fueron 192 casos juzgados con 50 imputados –ex militares, penitenciarios, policías y civiles- por delitos cometidos contra víctimas de Tandil, Olavarría, Azul, Roque Pérez y otras localidades en 13 centros clandestino de detención, además de los penales 2 de Azul y 7 de Sierra Chica.
“Este es el juicio más importante de toda la historia de la ciudad. Por cantidad de imputados, por cantidad de víctimas y por la gravedad de los crímenes que se cometieron”, plantearon.
Una etapa
-Se completó una etapa del juicio, ¿es así?
-Soledad Restivo: Es una etapa, al menos, para mi trabajo. Porque mi cobertura de cada una de las audiencias, por una decisión personal, al menos tiene un freno cuando culminan los testimonios de la Fiscalía.
Ahora vienen algunas audiencias en las cuales va a haber testimonios convocados por las defensas. En su mayoría son personas que vienen a dar concepto de los acusados. El testigo del concepto es el que viene a decir que el acusado es una buena persona, es un buen padre, que era un buen profesional, o un buen militar. Es el testigo del concepto que básicamente viene a dar un buen concepto del acusado.
-Así fue por ejemplo en el juicio de Olavarría u otros que cubriste…
-SR: Sí, así fue tanto en el juicio de Carlos Moreno como en Monte Pelloni I y II. En general hablan de la obediencia debida y hablan de la guerra. De que esto fue una guerra y que acá no se cometieron delitos, sino que fue parte del efecto secundario de una guerra.
-¿Qué novedades hubo en las últimas audiencias?
-SR: En las últimas se culminó la etapa de pruebas presentadas por Fiscalía. Fueron los últimos testimonios de lo que se conoce como el tramo 125 y que tiene entre otros acusados a Alejandro Guillermo Duret. Ya está sentenciado a cadena perpetua por otro casos y fue ingresado a este juicio en 2022 y se le agregaron acusaciones en 2023.
Estos últimos testimonios fueron acerca de cuatro ex conscriptos que fueron todos detenidos, en Mar del Plata, y uno de ellos, Alfredo Thomas, permanece desaparecido.
-¿Pasaron por Tandil?
-SR: No pasaron por Tandil. Algunos fueron detenidos en Mar del Plata y de allí directamente llevados hacia lo que se conoce como el GAB 1 de Azul, que es donde actuó además Alejandro Duret, y que ha sido señalado permanentemente por la mayoría de los testimonios.
Tres de estos cuatro conscriptos están vivos y dieron testimonio por sus propios casos, reconocieron directamente a quienes eran los responsables, pero además dieron cuenta de lo que sucedió con Thomas.
Y señalaron a cada uno de los que estaban sentados en el banquillo de los acusados que dicho sea de paso, desde que fueron ingresados a la causa, estamos hablando de Ceresoli, de Cáceres, de Prieto a veces, y siempre de Duret, han estado presentes en cada una de las audiencias.
Porque los demás, por diferentes causas, algunos por edad, otros no por eso, sino porque no les interesa, no han estado presentes nunca o solo lo hicieron en el momento en que fueron acusados, que se leyó la acusación. Pero estos, en particular, sí, escuchando a los testigos.
Fue muy impactante en esta última audiencia porque por el caso de Thomas declaró su hermano Hugo, desde Barcelona. Sucedió en un momento que le dijo a Duret que se había equivocado. En muchos de los relatos se encuentra que en los allanamientos daban con revistas con alguna tendencia de izquierda y eso era como el signo de lo que podía suceder después. Entonces Hugo, señalándolo directamente en la pantalla le dijo a Duret que se había equivocado, que las revistas eran de él, que su hermano era solamente un bocón y que él seguía vivo. Fue muy fuerte.
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Por la lectura de la sentencia en Tandil
-Con respecto a esta primera etapa. ¿Cómo la vivieron desde la Mesa por la Memoria?
-Ernesto Invernizzi: Partiendo de que es positivo que se haga el juicio, uno de los objetivos que la mesa se fijó, para nada se ha logrado, que era la búsqueda de la localía del juicio en sí. En ese sentido el balance es negativo que se prive a Tandil y a otras ciudades de poder acceder a las audiencias de manera física.
Por un lado, por una actitud de respeto a las víctimas y a sus familiares, entendemos que el Estado tiene que ir a donde ocurrieron los hechos.
Y por otra parte, el conocimiento que vamos teniendo a partir de cada audiencia de casos en los que nosotros también consideramos que, a pesar de, hay que decirlo, de un trabajo formidable por parte de Soledad desde el punto de vista periodístico, la necesidad de que la población tenga pleno conocimiento de lo que sucedió en sus ciudades y lo que le sucedió a sus vecinos, creemos que es una deuda, yo digo que en parte es una deuda que tiene el Estado.
-¿Por qué lo decís?
-EI: Este es el juicio más importante de toda la historia de la ciudad, por cantidad de imputados, por cantidad de víctimas y por la gravedad de los crímenes que se cometieron.
Si uno lo mira desde esa perspectiva, el nivel de conocimiento y el nivel de compromiso de los tres niveles del Estado para llegar a tiempo y dar a conocer a la población la gravedad de los hechos desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, hay una deuda estatal y también hay una deuda de la sociedad, eso es lo que nosotros pensamos.
Que se realicen los juicios es algo auspicioso. Pero también si lo enmarcamos en que son hechos que han sucedido casi hace 50 años es difícil sostener que en Argentina el Poder Judicial funciona como corresponde, no solamente por este tipo de juicios vinculados con el terrorismo de Estado, pero en particular sí porque es como una sociedad que no termina de saldar hechos de esta naturaleza, delitos de esta naturaleza.
Si lo comparamos con otros países, Argentina tiene dos o tres pasos por delante de cualquier otra nación, pero también creo que es legítimo aspirar a que, como contaba Soledad, que víctimas septuagenarias u octogenarias se mueran y digan que el Poder Judicial no les dio lo que correspondía. Que es una sentencia, aunque sea una sentencia que no les guste, pero que se cierre, que demuestre el Estado que está a la altura de los acontecimientos realmente nos parece muy preocupante.
-Por eso también plantean que la sentencia se lea en Tandil…
-EI: Nosotros insistimos que para la próxima etapa, la más importante que es la de las sentencias, el Tribunal se instale en Tandil, que la sentencia se lea en Tandil.
Porque eso obligaría además a que los imputados tengan que estar presentes, que nosotros podamos mirarlos a la cara, que las víctimas puedan mirarlos a la cara, que la sociedad de Tandil les conozca las caras y los nombres.
-¿Se estima cuánto puede durar la lectura de la sentencia?
-SR: Puede ser leída rápidamente, porque la justificación se presenta días después.
Pero me parece interesante también que lo que se pueda conocer a través de algún medio, porque otra de las cosas que se han solicitado desde la es que transmita las audiencias a través de canales como YouTube.
Eso podría ser también en el momento de los alegatos, porque ahí la Fiscalía lo que hace es dar cuenta de manera histórica, pero también legal, de por qué está pidiendo esas sentencias en particular.
Y me parece que ahí también hay una riqueza respecto de lo necesario para esa reparación que necesitan las víctimas. Podría extenderse por seis audiencias por la complejidad que lleva, y es un momento clave para que la sociedad lo pueda escuchar.
-Por eso piden por la lectura de la sentencia en Tandil pero también por la transmisión…
-EI: Sí, y entre otras cosas, la motivación que tenemos desde la Mesa para esta máxima difusión posible de alegatos y sentencia, tiene que ver con una cuestión de la cultura nuestra, tanto del pasado como del presente.
Es una lucha constante contra la naturalización de la crueldad, la crueldad que tiene el poder, la crueldad que tuvo el poder en aquella época y la crueldad que tiene el poder en la actualidad.
Y si no hay un llamado de atención, si no hay una búsqueda a través de estos medios de la difusión y de la comprensión y de apelar a la racionalidad de los que lo vean, de los que lo escuchen, siempre se corre el peligro de naturalizar los tratos más crueles que tiene el poder para con los vecinos de a pie. Y eso es valioso tanto en el pasado como en el presente.
-En ese reclamo ¿tienen pensado hacer actividades, búsqueda de apoyos?
-EI: Sí. Entre otras cosas, por un lado vamos a buscar la mayor atención posible en el ámbito local, por supuesto también en el ámbito de la Provincia y en el ámbito nacional. Lo imaginamos similar a lo que pasó con el armado del primer petitorio allá por febrero del 2022.
Por eso ahora vamos a reunir para dar el puntapié a esta etapa de volver a llamar la atención para plantear los dos temas. La localía y que el Tribunal utilice las herramientas audiovisuales que dispone para que la población no pueda decir que no le llegó nada o que no sabía.
Memoria y medios públicos
Soledad Restivo cubrió para la Agencia Comunica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicen cada una de las audiencias del Juicio La Huerta. Su trabajo es fundamental para que el conjunto de los medios, y la población en general, accedan a los avances del proceso y conozcan a su vez los relatos de los testigos. Desde ese lugar, la cronista destacó el valor de los medios públicos.
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“A mí me parece importante, recuperando un poco también el contexto en el cual estamos y mi rol en particular que no tiene que ver con una predisposición personal, sino que tiene una implicancia institucional. Yo cubro las audiencias en el marco de lo que viene haciendo la universidad desde el primero de los juicios, particularmente la Facultad de Ciencias Sociales a través de la Agencia Comunica”, señaló.
En ese marco, remarcó “el rol que tenemos desde los medios públicos y desde los medios públicos universitarios. Hoy, particularmente, en el cual los medios públicos a nivel nacional están siendo desmantelados y silenciados”.
La periodista contó que en base a las crónicas, la comunidad de Roque Pérez pudo conocer de los casos de la localidad que se trataron en el juicio, y que los medios de la ciudad no cubrieron.
“Un medio público universitario llega hasta la ciudadanía de Roque Pérez, que se entera que los casos de lesa humanidad cometidos en aquella ciudad fueron juzgados y están siendo juzgados en el marco de este juicio. Es por el rol de la universidad y el rol, sobre todo, de los medios públicos universitarios, medios públicos en general y medios públicos universitarios en particular”, concluyó.