Reclamo gremial
“Hay una negativa por parte de la Cepit a dialogar con el sindicato”, dijo el referente gremial
Manuel Alonso, representante tandilense del gremio nacional de los informáticos, se refirió a la necesidad de que la actividad se regule mediante un convenio colectivo y de que los trabajadores puedan discutir salarios y condiciones laborales en una mesa paritaria. “Hay un fuerte lobby empresario para que eso no ocurra”, consideró.
El ingeniero en Sistemas y secretario de la Asociación Gremial de Computación de la República Argentina (AGC), Manuel Alonso, aseguró que, “a diferencia de casi todos los sectores de la economía que cuentan con convenios colectivos o que tienen mesas paritarias, nuestra actividad está totalmente desregulada en términos laborales” y apuntó a los empresarios y Cámaras que “realizan un fuerte lobby y se niegan a reconocer al sindicato y a la representación de los trabajadores”.
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A nivel local, el tandilense egresado de la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen, aseguró que “hay una negativa tajante por parte de la Cámara de Empresas del Polo Informático de Tandil (Cepit) a dialogar con el sindicato”.
“Es una negativa dogmática porque no tiene explicación institucional, a veces hasta parece un capricho”, consideró Alonso al ser entrevistado por El Eco de Tandil.
Y remarcó: “los trabajadores tenemos un aporte para hacer y la verdad es que el Polo Tecnológico de la ciudad funciona gracias a nuestro trabajo”.
-¿Cuál es la situación nacional de la actividad en materia laboral?
- La situación actual demuestra que, al no haber un Convenio Colectivo de Trabajo que regule la actividad, nuestros compañeros y compañeras se ven obligados a discutir los salarios de manera individual y eso en la inmensa mayoría de los casos resulta perjudicial para el trabajador. Hay que considerar el desorden que esto genera en el actual contexto, con más de 100% de inflación interanual.
- ¿Por qué cree que se produce esta negativa empresarial a llevar adelante una discusión paritaria?
- Creo que tiene que ver con un fuerte lobby empresario. Lamentablemente, las empresas se niegan a reconocer al sindicato y a la representación de los trabajadores. Incluso, en términos sociales, también nos niegan nuestra identidad como trabajadores; siempre nos nombran como talentos, socios, colaboradores, recursos… nunca como trabajadores; ni siquiera como empleados. Nosotros esperamos que los empresarios entiendan que esa mesa paritaria va mucho más allá de los derechos de los trabajadores; es en defensa de la industria en su conjunto y de la economía del país.
- ¿Qué escenario observa en Tandil, que suele resaltarse como una ciudad con un polo tecnológico muy pujante?
- Creo que siempre se destaca la experiencia de Tandil porque tiene la particularidad de ser una ciudad intermedia, y por eso el sector tiene mayor visibilidad. Pero los indicadores y las condiciones laborales son los mismos que en el resto del país, no hay diferencias sustantivas. De hecho, a nivel crecimiento de empresas y empleo, vemos que Tandil está más o menos igual desde hace varios años. Además, como ocurre a nivel nacional, en la ciudad vemos una tendencia a la concentración: las empresas más grandes adquieren a las más pequeñas.
Hay 143 mil puestos en el país
La informática es una actividad relativamente nueva si se la compara con otras profesiones o sectores mas bien históricos; sin embargo en nuestro país ya tiene más de 30 años.
En enero de este año, la AGC presentó el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), una herramienta que recopila datos e índices objetivos sobre este sector.
- Existe la idea de que el sector informático percibe salarios muy altos o que están por encima de la media. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de mito en esa afirmación?
- Ese es un discurso hegemónico que instaló el sector empresario, que sostiene la idea de que en esta industria se ganan salarios exorbitantes o que se gana en divisa extranjera. Y eso puede ser cierto para algunos nichos tecnológicos, pero no es así en la inmensa mayoría de los casos. En la gran mayoría, nuestros salarios están atrasados y nuestras capacidades no están reconocidas. Gracias al Observatorio, vimos que, en enero, la media salarial era de 120 mil pesos. En breve vamos a presentar el segundo informe del año en el que -puedo adelantar- los números siguen siendo alarmantes. Al no tener un piso salarial, hay empresas que pagan sueldos irrisorios. Nosotros tenemos recibos de sueldo por 100 mil pesos brutos, casi por debajo de un Salario Mínimo Vital y Móvil.
- También se habla de que los informáticos tienen buenas oportunidades de trabajo remoto para empresas del exterior. ¿Se sabe cuántos trabajadores tienen esa posibilidad?
- De acuerdo a datos oficiales, en todo el país hay, en esta industria, 143 mil puestos de trabajo en relación de dependencia, es decir registrados. Y se estima que son entre 20 mil y 30 mil los que trabajan de manera autónoma para el exterior. Aclaro que trabajar de esa forma puede parecer beneficioso en términos económicos inmediatos, pero luego la persona no tiene seguridad jurídica ni social, ni certeza de cómo se va a jubilar. Y luego están los malabares e irregularidades a las cuales tiene que recurrir para convertir un salario de divisa extranjera a pesos y blanquearlo. La verdad es que muchas veces termina siendo un dolor de cabeza para el trabajador.