ROBO DE CABLES
“Generan más pérdida de lo que valen los cables robados”, indicó el dueño del taller damnificado
En la mañana del martes, Daniel Fadón se sumó al interminable de conteo de vecinos que sufrió el robo del tendido de cables en la ciudad de Tandil. La problemática registra nuevos episodios día tras día. Las cámaras de seguridad de la herrería registraron todo el proceder de los responsables del robo.
El martes pasado, la Usina de Tandil notificó ocho robos de cables en la misma jornada, totalizando un total de aproximadamente 250 metros sustraídos de la vía pública. Uno de los vecinos damnificados ante esta seguidilla de hechos delictivos fue Daniel Fadon, propietario de la Herrería El Progreso.
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El taller ubicado en la calle Lisandro de la Torre al 2800 sufrió en horas de la madrugada la sustracción de 25 metros de cable que lo dejaron sin servicio durante toda la mañana posterior, provocando pérdidas ante la imposibilidad de trabajar.
Según contó Fadon en diálogo con El Eco Multimedios, se noticiaron del robo sufrido cuando llegó el primer operario al taller y al intento de encender las luces, notó la falta de suministro eléctrico. “Lo primero que atinó fue a levantar la llave térmica por lógica y cuando mira para arriba, ve que estaban todos los cables cortados”, explicó.
El taller ubicado en Lisandro de la Torre al 2880 cuenta con cámaras de seguridad que registraron el hecho con suma claridad. En el video en cuestión se puede observar a dos personas que arribaron al lugar en una motocross con guardabarro blanco.
Primero hicieron una parada a unos 30 metros, donde hay un cable que cruza la calle, pero no lo sustrajeron debido a que justo daba a las focos de la vía pública: “Ese cable a 30 metros no se lo llevaron. Justo está la iluminación de la calle, así que pensamos que fue por eso”, afirmó Fadón.
Exactamente a las 2.20 de la mañana llegaron a la puerta de la herrería y a la altura del pilar, por donde se realiza la conexión eléctrica, comenzaron a trepar hasta quedar en una posición óptima para cortar los cables.
“Gatearon con una habilidad bárbara para subir los palos”, comentó el perjudicado que luego añadió: “Están muy acostumbrados, no es la primera vez que lo hacen. No tardaron ni cinco minutos, cortaron los cables y una vez que están a mano, sacan lo que está a altura y lo otro queda colgando”.
El rol de la Usina
Más allá del trabajo que están realizando desde las altas esferas de la Usina Popular y Municipal de Tandil SEM para encontrar la solución a una cuestión que no parece estar cerca de solucionarse, los operarios de la empresa de capitales mixtos también tienen un rol importante a la hora de restablecer los servicios en los distintos lugares afectados por el robo de cables.
En ese sentido, el propietario de la herrería en cuestión resaltó el trabajo del personal de la Usina, que se encargó de acomodar todo lo que quedó maltrecho tras el robo de cables. “Se portaron muy bien. Vinieron lo antes que pudieron de acuerdo a las circunstancias y a las 11 de la mañana ya lo teníamos restablecido al servicio. Fuimos uno de los primeros, pero tenían varios para hacer en la zona”, señaló.
Más allá de la celeridad y efectividad en el trabajo realizado para poner en funcionamiento la energía eléctrica en el lugar, el hecho de estar toda la mañana sin luz afectó al desempeño de la fábrica ya que no pudo realizar ningún tipo de producción.
Vale destacar que dicho emprendimiento se encarga de producir premoldeados de hormigón, además de fabricar estructuras metálicas. “Sin energía no pudimos hacer nada. Estuvimos toda la mañana parados”, afirmó Fadón.
Respecto a esto, el propietario de El Progreso comentó que el no poder producir durante toda la mañana les produjo un golpe en lo económico. “Genera bastante pérdida, más de lo que valen los cables robados”, indicó y al mismo tiempo, señaló que “se roban cables para venderlo por dos pesos, pero al que trabaja la verdad que no lo beneficia mucho”.
Al ser consultado por este medio sobre la situación de la seguridad en la zona donde está ubicada la herrería, Fadon indicó que fue el primer robo de cables que les tocó sufrir a ellos, pero que sí han tenido otros hechos de delincuencia. Tiempo atrás, un empleado sufrió el robo de sus pertenencias, las cuales fueron sustraídas de una camioneta que estaba parada en la puerta. “No es una zona complicada, pero tenés que estar atento”, culminó.
La problemática del robo de cables en la ciudad de Tandil está desbordada. Los casos se suman día a día, las pérdidas de la Usina ya son millonarias y se siguen incrementando a punto tal que se estima que en lo que va del año ya están cercanas a los 200 millones de pesos. Más allá del trabajo realizado por la empresa de capitales mixtos en forma mancomunada por el Ejecutivo local, la sustracción de los tendidos eléctricos no cesa.