Infraestructura educativa
En medio del frío intenso, el IPAT sigue sin calefacción adecuada y sin poder mudarse aún
En la Estación de Trenes los caloventores no alcanzan a calentar los salones y se tensiona el sistema eléctrico. El turno vespertino del terciario aguarda poder mudarse al edificio de alguna escuela para pasar el invierno.
Una vez más, la comunidad del Instituto del Profesorado de Arte de Tandil (IPAT) sufre las consecuencias del déficit edilicio.
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Es que esta semana, las temperaturas en la ciudad bajaron a una sola cifra y la falta de un sistema de calefacción adecuado se hizo sentir. Las carreras del terciario artístico se cursan en las instalaciones de la Estación de Trenes y allí no hay conexión de gas, una obra prometida varias veces pero que nunca se realizó. Ahora hay gestiones efectuadas para que la obra se concrete, pero los trabajos demorarían al menos 60 días.
Sólo en las cuatro aulas container colocadas en el lugar hay un sistema de frío-claro que ameniza el dictado de clases. Pero en las dependencias del centenario edificio ferroviario, después de las 18:30 la realidad es otra.
Al no tener gas usan caloventores eléctricos provistos por el Consejo Escolar, que no dan abasto para calentar los salones. Además, la precaria conexión eléctrica colapsa varias veces al día por la sobrecarga de tensión producto de la cantidad de artefactos enchufados. Y encima, la conexión a internet en el lugar es débil y también se complica el dictado de clases virtuales.
Mientras tanto, se levanta la futura sede del IPAT y el Conservatorio de Música en un terreno ubicado en Ezeiza y Suipacha, pero esta obra no estará lista en el mediano plazo y a la comunidad educativa le urge obtener respuestas en lo inmediato.
"Chernobyl”
Mariana Allú, preceptora de la institución, habló sobre el tema con El Eco Multimedios y aseguró: “La estamos pasando mal”.
“En la estación estamos sin luz y con frío, pero los estudiantes no quieren dejar de ir, se alumbran con linternas, llevan frazadas, no queremos que se suspendan las clases, queremos trabajar pero se olvidaron la empatía en alguna parte. Parece que te preparan para que, si te recibís en el IPAT, estés dispuesto a ir a trabajar a Chernobyl”, describió, en alusión a las condiciones adversas del lugar.
En este punto, la docente apuntó que es urgente mudar la matrícula a otras escuelas para no seguir perdiendo alumnos, ni continuar educando bajo estas circunstancias tan apremiantes. “Perdemos matrícula, soy preceptora del ciclo de formación básica y todos los días algún chico me dice que no va a seguir más”, se lamentó.
No obstante, en la reunión que mantuvo el equipo de conducción del IPAT con las autoridades educativas hubo un compromiso de trasladar las actividades pedagógicas a la Escuela 8, que ofrecería cinco aulas en el turno tarde y diez en el turno vespertino.
Por otra parte, en la franja matutina se cursa principalmente el profesorado de danza y gran parte de las cursadas se desarrollan en el CIIE. Próximamente, todas las clases se trasladarían a esta institución para unificar la carrera.
“Le ponemos voluntad, tratamos de tomarnos las cosas con humor, podemos entender que no hay plata, pero compartir edificio no lleva plata. Nos tendríamos que mudar nada más, por lo menos el turno vespertino tendría lugar”, finalizó.