El Museo Requeteciclando, un espacio para pensar en el medio ambiente a través de las obras de arte

En el interior del Punto Limpio Estación Centro -en Avenida Santamarina 460- una pequeña construcción pintada con varios colores exhibe desde julio del año pasado obras de artistas locales realizadas con material reciclado.

El Museo Requeteciclando es una iniciativa de la asociación civil “Punto Verde” que apunta a concientizar y difundir entre la comunidad las denominadas 3 R de la ecología -reducir, reutilizar y reciclar- a través de la obra de distintos artistas y realizadores. 

“Promovemos el cuidado del medio ambiente en general y nos metimos en el tema de la basura, que es lo primero con lo que la comunidad puede hacer algo”, contó María José Abásolo, presidenta de la asociación que, entre otras actividades, brinda charlas en las escuelas y talleres de compostaje abiertos a todo el público.

Entrevistada por El Eco de Tandil, Abásolo explicó que el galpón donde funciona el Museo fue cedido por el área de Ambiente para que la ONG promocione su trabajo, fundamentalmente la que constituye su principal actividad: el reciclado de telgopor.

“Las botellas plásticas tienen un destino; el papel, los metales y los vidrios también tienen su mercado. Nos faltaba el telgopor”, contó la presidenta de la asociación que este año cumple una década de vida. 

Y dijo que “como vimos que no se reciclaba, le creamos un sistema: todo el telgopor que llega lo llevamos al Punto Limpio de Hípico, donde tenemos un galpón y unas máquinas que lo trocean. Esas bolitas se usan en pufs y almohadones o van a la construcción, donde se mezclan con cemento y polvo de piedra o arena”. 

“Esto hace que la mezcla sea más liviana y también constituye un aislante térmico”, aseguró Abásolo.

“Lo más importante es reducir”

Unos banquitos fabricados con tubos de cartón grueso que desecha una fábrica de sogas sirven de asiento a quienes asisten a alguna de las charlas que brinda la ONG. 

Contra las paredes, obras realizadas por artistas locales demuestran la posibilidad de darle otro uso a los materiales que día a día se descartan: esculturas con latas elaboradas por Walter Boulanger; obras de plástico termofusionado creadas por Paula Aldea; objetos realizados con sachets cosidos a máquina por La Sachetera.  

Algunos, incluso, están a la venta, como los almohadones rellenos con el telgopor que acercó la comunidad a los distintos Puntos Limpios y los cestos y bolsas que fabrican con zunchos de plástico los integrantes de la asociación A. PRO.NO.VID. 

Abásolo es una militante activa de la reutilización y el reciclaje de los materiales pero sobre todo -aseguró- “lo más importante es reducir”.

“Ir con tu propia bolsa a hacer las compras o elegir el vasito comestible cuando pedís un helado”, ejemplificó, y se refirió al problema que representa para el medio ambiente, y en especial para el ser humano, la presencia y circulación de materiales plásticos.

“El plástico no es biodegradable porque la naturaleza nunca lo va a transformar como transforma los residuos orgánicos en compost. Entonces se empieza a deteriorar y se hace cada vez más chiquitito hasta volverse invisible a los ojos”, explicó Abásolo. “Pero -añadió- si se pone en un microscopio, se ve que la arena está llena de colorines. Y eso después pasa a la cadena alimentaria: se analizaron los intestinos de personas en varios países y muchas tenían plástico adentro”.

“El problema -continuó- es que del plástico lo único que tiene buen reciclaje son las botellas y las tapitas; para el resto está la solución de la ‘botella del amor’ -una botella llena de envoltorios de plástico- que tienen un solo destino en el país, Bernal, y cuesta horrores trasladarlas”. 

“Un proyecto que se implementó en Tandil es prensarlo -‘el 3C’- para usarlo en paredes. No es que lo derriten ni hacen algo con eso, está el plástico prensado en el medio de una pared. ¿Eso es reciclaje?”, se preguntó Abásolo. “Y… es tratar de buscarle alternativa, pero la solución es reducir todo lo posible”, completó.

“Falta que el gobierno dé el salto”

Finalmente, la presidenta de “Punto Verde” consideró que “la comunidad de Tandil está súper preparada” en materia de separación de residuos, pero que todavía falta que el gobierno local “dé el salto que tiene que dar” para llegar a la recolección diferenciada. 

“La comunidad está súper preparada: tiene ganas de separar en casa; nos llueven consultas de cómo hacerlo y a dónde llevarlo y el tema está bien instalado en las escuelas”, amplió Abásolo y agregó que “es el gobierno el que tiene que darse cuenta de que la comunidad puede y quiere hacerlo”.

Además de destacar la necesidad de contar con una recolección diferenciada de residuos, la titular de la asociación civil indicó que “están los Puntos Limpios itinerantes, pero la gente no se entera; creo que en ese sentido falta difusión”. 

“Y hay que aplicar la Ley de Grandes Generadores para que no sea una opción tirar telgopor en la calle cuando hay un Punto Limpio que los recibe. Lo mismo con la Ley de electrónicos”, señaló. 

“Creo que, así como se va a premiar con descuentos en las tasas municipales a quienes concurran a los Puntos Limpios, se debería premiar a quienes hagan compost”, ya que -explicó- “de esta manera, se puede reconvertir en casa el 50% de los residuos”.

“Todo lo que no se lleva a los Puntos Limpios va a parar al relleno sanitario, que no es más que un pozo que se va rellenando. Cuando éste se llena, abrimos otro y así”, dijo Abásolo, y cerró: “es un modo de vida que no es para nada sostenible”.

Desde la semana próxima, el Museo Requeteciclando abrirá sus puertas a la comunidad en general los sábados, de 11 a 14.

LOS Y LAS ARTISTAS

Herreros del Arte: Escultura en hierro de gran formato.

Analía Fernández: Cestería con plástico PET.

Walter Boulanger: Esculturas realizadas con latas.

A.PRO.NO.VID: Cestería y bolsas realizadas con zunchos. Lámparas realizadas con botellas de vidrio.

María Paula Aldea: Obras con plástico termofusionado

Florencia Utile: Mosaico con vidrio float. 

Maru Martín Rivas: Collage con papeles de revista.

Myrian Bonini: Collage con papeles de revista.

Daniela González: CDs pintados.

La Sachetera: Objetos realizados con sachets cosidos a máquina.

María José Abásolo: Obras con diversos materiales de descarte.