Salud
El importante rol de los payamédicos en el Hospital de Niños
Llevan alegría a través del humor y el juego, creando momentos especiales para los más pequeños.
En el Hospital de Niños Dr. Debilio Blanco Villegas no conviven únicamente los médicos, las enfermeras y los pacientes. También hay un grupo de personas muy especiales, vestidos con ropa de colores y con juguetes en los bolsillos de sus ambos, que animan el ambiente y alegran la estadía de los más pequeños. Ellos son los payamédicos. María Noé, junto a la Doctora Fantasía y la Doctora Shekina estuvieron presentes en “Tandil Despierta” (Eco TV y 104.1 Tandil FM de El Eco Multimedios) para contar la importancia que tiene su presencia y los efectos que causa en los tratamientos.
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El primer grupo se inició en 2010, a cargo de Jorge Montagna. En el 2014 se llevó a cabo una charla sobre el rol de los payamédicos y la función que cumplían, y fue allí donde se abrió paso a los talleres formativos para conformar un nuevo equipo. Actualmente son cuatro integrantes, que este año cumplirán sus diez años de arduo trabajo, y esperan que se sume más personal próximamente.
Desde el grupo de payamédicos modificaron el habla cotidiana en diversas intervenciones, cambiando algunas palabras para que las mismas tengan un impacto positivo. Por ejemplo, no utilizan la palabra ‘paciente’ sino que lo llaman ‘producientes’. Según cuentan, esto significa que “la persona va a producir y a permitir que empiece a jugar por decisión propia, que haya un interés que lo motive y le permita sacarlo de ese lugar en el que está”.
“En primera instancia es una técnica terapéutica, aunque a veces no se lo ve desde ese lado”, aseveró María Noé. Más detalladamente, explicó que “en el encuentro con el produciente se genera una activación de respuesta por parte del niño, que hace que uno entre en el juego y produzca como una mejoría”.
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El estímulo del juego se despierta en los más chicos, transformando la energía de la sala y dejando atrás el espíritu apagado y silencioso que generalmente se da en el ámbito de un hospital Los payamédicos realizan prácticas constantes, en la búsqueda de modificar formas que no sean apropiadas o agregar cosas extras para que la intervención sea lo más correcta posible.
A través de canciones, juegos, colores, gestos, miradas y humor se busca lograr un cambio positivo en el ánimo de los pequeños. Muchas veces el efecto es de sorpresa o vergüenza en primera instancia, pero luego se convierte en fascinación y les encanta recibir estas visitas en sus habitaciones. “El payaso trabaja con lo que al niño le provoca su llegada. No hace un show ni lleva algo armado, sino que propone el encuentro dependiendo de cada situación”, declararon.
Previo a cada intervención se siguen cuatro pautas: llegan vestidos de civil y se cambian en un lugar propio, reciben el diagnostico de la cantidad de niños y niñas que hay en el hospital, la patología que tiene cada uno y la situación del entorno que los rodea. Resaltan que es importante conocer las condiciones de cada niño para sacar a relucir su parte sana durante la instancia de juego. “Nosotros antes de intervenir tenemos la oportunidad de charlar con los médicos y las enfermeras, y ellos nos confirman cómo nuestra presencia genera un cambio en el producientes”, narró Noé.
Para ser payamédico se deben estudiar tres espacios. En primer lugar está la payamedicina, que aborda todos los conceptos de la medicina tradicional. Luego se encuentra la payateatralidad, donde cada persona debe encontrar el personaje que lleva dentro para hacer su labor a futuro. Finalmente, se debe confeccionar el traje de vestir con colores que resalten la indumentaria y llamen la atención.
El rol de este grupo de personas es muy importante, ya que muchas veces representan un ápice de alegría y diversión en los tratamientos tan duros que deben afrontar los más pequeños. “La imaginación hace que, desde el espacio de juego, se propicie algo más motivador”, afirmaron. Sin lugar a dudas, debemos resaltar el impacto fundamental que tiene la presencia de los payamédicos en el bienestar emocional de los pacientes y en el ambiente hospitalario.