Coronavirus
El dióxido de cloro, una alternativa ante el Covid desestimada por su toxicidad, pero igualmente utilizada
En medio una incertidumbre por la crisis sanitaria muchos tratamientos se popularizaron en el país para lidiar con la enfermedad. Sin embargo, con el correr de la pandemia, tras la catarata de trabajos investigativos que se llevaron a cabo, muchos de ellos han quedado en el camino desestimándose su uso.
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El dióxido de cloro ha sido uno de los más populares, dentro de las alternativas no autorizadas. Esa sustancia hecha a base de clorito de sodio y vendida como la cura contra casi todo tipo de dolencia no tiene un respaldo científico y tampoco sirve para combatir el coronavirus.
Tal como lo hizo el año pasado, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recordó a la comunidad no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina) ya que no hay evidencia científica sobre su eficacia y el uso de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos.
La experiencia local
No han sido muchos, pero en Tandil ha habido pacientes que al pasar por internación reconocieron haber accedido a tratamientos alternativos, en algunos casos al dióxido de cloro. Tal como afirmó la infectóloga Florencia Bruggesser, integrante del Comité de Seguimiento del Covid-19 en la ciudad, se trata de una alternativa controvertid porque “es un tóxico”.-
“Se sabe que ha provocado intoxicaciones e incluso fallecimientos en el país tras su consumo”, alertó y aseveró que no está autorizado.
La experta insistió en que nadie debería tomarlo, porque ni si quiera es un medicamento no aprobado por estar en investigación, sino que está desestimado y las personas a nivel de sistema de salud saben bien que se trata de un producto perjudicial.
Conociendo la experiencia de algunas personas que lo han utilizado como tratamiento alternativo, explicó que únicamente logran retrasar la internación, sobreponiendo el riesgo de contraer mayores complicaciones ante esa demora en la atención.
De todas maneras, aclaró que en su caso al menos no ha recibido casos de intoxicación, y si bien hay grupos de profesionales de la salud que están a favor, ella lo desaconsejó rotundamente por su toxicidad y la falta de estudios que avalen que exista beneficio con su uso. “Solo vemos retraso en la consulta y en la internación, con mayor riesgo a complicación”, enfatizó.
La solución milagrosa
El dióxido de cloro (CIO2) es también llamado “solución mineral milagrosa” conocido también como MMS o CDS según sus siglas en inglés (Miracle Mineral Solution o Chlorine Dioxide Solution) y básicamente es la mezcla de clorito de sodio en agua destilada con un ácido que puede ser el jugo de un limón y que, al tomarse, se convierte en un agente oxidante que podría eliminar bacterias y patógenos en el organismo humano.
Pero, vale decir que el CIO2 también es una sustancia utilizada como desinfectante o blanqueador en la industria textil o papelera.
Cuando el Covid-19 empezó a circular por América Latina, no tardaron en aparecer personas públicas o anuncios en las redes sociales que lo promocionen, y pese a que las autoridades sanitarias desaconsejaron su uso por no tener evidencia científica de su efectividad y por su efecto tóxico, la sustancia empezó a ganar adeptos.
Cabe recordar que en Argentina, el alemán Andreas Ludwig Kalcker que se presentó como el descubridor de la "solución milagrosa" para el coronavirus fue denunciado por promover el consumo de dióxido de cloro en pequeñas dosis bajo el pretexto de que traería beneficios para la salud. Sin embargo, lo que la sustancia ha traído hasta ahora en este país es la muerte de un menor de 5 años y un hombre de 50 años.
En este sentido, es importante recordar que recientemente el fiscal federal Ramiro González amplió la imputación contra dos diputados, de la Coalición Cívica y de Cambiemos, que habían sido denunciados por reclamar e impulsar el consumo de este producto.
Asimismo, el pasado miércoles 4 de agosto, el directorio del Ente Nacional Argentino de Comunicaciones (Enacom) dictaminó por mayoría sancionar a la periodista Viviana Canosa con tres multas por atentar contra la salud pública con acciones como haber tomado dióxido de cloro en vivo frente a las cámaras.
De hecho, además de la Anmat, entre otras la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una advertencia contra el uso de productos de cloro como tratamientos. "No recomienda utilizar productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral (intravenosa, intraarterial, intramuscular y subcutánea) en pacientes con sospecha o diagnóstico de Covid-19, ni en ningún otro caso, porque no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos", asentó en el documento.