Arte itinerante
El colectivo de Artistas de las Sierras continúa con las muestras en alojamientos y restaurantes
Con el objetivo de potenciar su trabajo y aunar esfuerzos con el sector turístico local, el grupo de artistas expone sus obras en distintos espacios gastronómicos y hospedajes de Tandil. Las muestras rotan cada dos meses y buscan ofrecer un circuito alternativo de visibilización.
El colectivo Artistas de las Sierras que inició hace tres meses una serie de exposiciones itinerantes en distintos hospedajes, sigue girando con sus propuestas por distintos espacios de la ciudad, en el marco de un proyecto que busca dar impulso a los artistas locales y ofrecer un diferencial a los visitantes.
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En este caso, se trata de cuatro muestras que tienen lugar en Trauun Fonda Cultural, Refugio del Ángel, posada El Molino, Valle de los Ciervos y Estación Victoria, y que congrega a los artistas plásticos Marcela Roldán, Ariel Stocco, Pablo Orcajo, Gabriela Gauna, Zuny Gnocchini, Patricia Laguna, Silvia Diocares y al grupo de acuarelistas Mujeres de Agua.
De hecho, ayer se llevó a cabo la última inauguración de esta parte, con la muestra de Mujeres de Agua en el Valle de los Ciervos, donde se exponen obras de Andrea Charro, Silvia Diocares, Lucrecia Lunar, Alejandra Romeo y Laura Sarmoria.
Silvia Diocares es una de las artistas que forma parte la propuesta y en diálogo con El Eco de Tandil detalló que, tras ofrecer su almanaque del Bicentenario en el complejo de cabañas Valle de los Ciervos, el propietario del lugar le manifestó su interés por organizar exhibiciones de arte aunque no sabía cómo encarar el tema.
“Vimos la oportunidad y pensamos en hacer algo colectivo, porque muchos artistas estamos al encuentro de un espacio para exponer. Acordamos que él iba a conseguir más espacios y yo más artistas que se sumaran. La propuesta es estar dos meses en cada lugar y garantizar una muestra anual en todos los espacios”, señaló.
De este modo, los artistas visuales se aseguran de que sus obras se difundan a un flujo mayor de público y que se genere una sinergia entre todos los actores. Asimismo, evaluó que este tipo de proyectos sirven, además, para reconocer que el circuito de exposiciones “es selectivo y limitado, de alguna manera no encajamos y entonces nos autogestionamos, eso es valioso también”.
Arte en todas partes
Desde que empezó el proyecto hasta ahora se sumaron nuevos espacios al circuito itinerante, y el colectivo artístico espera que con el tiempo sean más los alojamientos y restaurantes que adhieran a la propuesta, con el objetivo de ampliar y diversificar el esquema de difusión, potenciando el trabajo de uno y otro lado: tanto de los artistas como del sector turístico.
Por otra parte, no dejó de lado que es importante reconocer y valorar el trabajo artístico como tal, en aras de potenciar la venta de obras para que el circuito funcione. Desestigmatizar el mercado artístico y la industria cultural es un primer paso hacia el reconocimiento de los trabajadores que quieren vivir de sus producciones.
“La posibilidad de venta es fundamental para seguir creando y el hecho de generar estos espacios nos da la alternativa de que la obra circule, que la gente la adquiera y se la apropie. Pensamos en lugres turísticos para que lo vean más personas, no sólo las de Tandil. Queremos educar en esto de que el arte se vende y es un trabajo. También es un ejercicio interno valorarse y poner precio al trabajo, poder visualizarlo, porque de lo contrario no salimos del pozo”, sostuvo.